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Quién lo iba a imaginar que el profesor pan sexy de la universidad resultaría ser mi queridísimo tío, ese que tanto me negaba a conocer y que ahora mismo me juzga con la mirada, como si acabara de ver el infierno pasar frente a sus ojos.

Sí, no es una buena primera impresión al conocer a su sobrina comiéndose la boca con el director de la universidad, pero poco me importa lo que piense de mí o de lo que hago. Soy tan libre como cualquier otra persona, una adulta que sabe lo que hace o trata de acertar en lo que le conviene. Además de que él no tiene ningún derecho en involucrarse en mi vida.

El único que está sudando frío y cagándose es Mackey, hasta creo que la presión se le ha bajado de los huevos. Su único temor de que alguien de la universidad se entere de lo nuestro, se ha hecho presente, pero en este momento eso es lo de menos. ¿Cómo ese hombre resultó ser mi tío? Estoy segura que si hubiera visto las fotografías que mi abuela me mostraba de su aspecto, la sorpresa no habría sido la misma.

—Profesor Messer — Bruce carraspea, visiblemente incómodo y me mira buscando alguna salida—. No tenía ni la menor idea de que fuera tu tío.

—Dame unos cuantos minutos, me cambio rápido y nos vamos, ¿sí? — ignoro por completo su comentario—. No tardo.

Pretendía entrar a la casa con gran rapidez, pero de nuevo la voz del invitado no deseado, me detuvo.

—¿No piensas saludar a tu tío, Mabel? — el sarcasmo no me pasa desapercibido.

—Claro, se me olvidaba — lo miro por encima de mi hombro y sonrío ladeado—. Cuando sea una persona que verdaderamente me importe, con gusto lo saludo, pero es una pena que de mi parte no sea bien recibido. Ya vuelvo, Mackey. Traga las bolas.

Su risita fue lo último que escuché tras perderme en el interior de la casa. Una vez me di una ducha rápida y me puse lo más sexy que pude, salí, pero me detuve al encontrar a Mackey sentado en la sala, hablando como si nada con el invasor.

—¿Qué demonios estás haciendo? — las palabras fluyeron de mi boca, sin importar que mi abuela se encontraba con ellos.

Los tres únicos presentes voltearon a mirarme al mismo tiempo, dos de ellos repasándome hasta las entrañas con una sola mirada y mi abuela me miró como normalmente lo hace, pues ya se ha acostumbrado a verme vestida en faldas y blusas cortas.

—Supongo que iras a la playa, ¿o me equivoco?

Nadie mejor que me ella me conoce, sabe que cuando uso ropa tan trasparente es porque voy a nadar un poco. Una de mis aficiones es ir de noche a la playa, además de calma y frescor, es el espacio que uso para pensar y muchas veces dibujar.

—Así es, iré a la playa con Bruce.

—Pensé que te quedarías a cenar. ¿Ya conociste a tu tío Drake?

—Ya tuve el gusto de conocerlo, ¿no, tío Drake? — sonrío torcido—. Se me olvidó decirte que había quedado con mi amigo esta noche.

—Ya habrá tiempo para conocernos, ¿no? Deja que Mabel vaya con su amigo a la playa — menciona él, causando un sinfín de palabrotas en mi interior, pero que no las digo por respeto a mi abuela.

—Que comprensivo — beso la mejilla de mi abuela—. Llámame si ocurre cualquier cosa.

—Ve con calma, hija. De igual forma, Drake cuidará de mí.

Lo miro dudosa, pero al final termino aceptando lo que ya es un hecho. Bruce se despidió de mi abuela y compartió una mirada algo extraña con Drake, antes de que saliéramos de la casa y nos dirigiéramos en su auto hasta la playa en completo silencio. Las ganas se han esfumado. Una parte de mí no está tranquila al haber dejado a mi abuela con un completo desconocido, más cuando su salud es tan delicada.

—¿Qué te ocurre? — me pregunta, ni siquiera me di cuenta que ya nos encontrábamos en la playa—. Si es porque tu tío no encontró en una posición bastante comprometedora, no te preocupes, ya hablé con él y me dijo que no dirá nada, pero no deja de preocuparme. Él es muy amigo del decano.

—¿En serio crees que se trata de eso, Mackey? Que poco me conoces, además, ¿qué importa lo que le diga al decano? — resoplo—. Lo que menos me importa es lo que piense ese tipo de mí.

—Puede que a ti no te importe, pero a mí sí. Podría llegar a perder mi trabajo.

—Pues solo te queda confiar en su palabra. Si pudiera hacer algo por salvarte el culo, lo haría.

—Puedes hablar con él, después de todo son familia, ¿no?

—¿Y no te das cuenta que su presencia me pasa por culo? — bufo—. No tengo ganas de coger, solo vete.

—Espera... — me bajo del auto sin permitirle, aunque sea decir más palabras—. ¡Mabel!

Lo escucho llamarme a lo lejos, pero lo único que quiero en este momento es calma y paz. Me preocupa mucho mi abuela, su enfermedad es algo que no me esperaba, más porque siempre había sido una mujer tan vital en cada aspecto. Pero lo que más me tiene pensando es en Drake, estoy muy segura que su presencia será un verdadero dolor de ovarios, de eso no me cabe ni la menor duda. 

Deseos Prohibidos[En Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora