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Ethan
Francia. Cuatro años después del final de Rabia. Septiembre 3.
Mis ojos viajan al techo, mis brazos están detrás de mi cabeza y capto las estrellas pegadas que brillan en la oscuridad, me relamo los labios mientras cruzo las piernas bajo la manta que me cubre de la cintura para abajo y...
—¿Qué haces? —pregunto tocándome el puente de la nariz cuando capto la luz de la linterna bajo las sábanas.
—No puedo dormir E. —dice Sam, su cabello negro cae alrededor de su cabeza y pestañea quitándose la sábana de la cabeza.
—Tan raro... —susurra Harry en la cama de abajo.
—¿Verdad que si H? —pregunta Henry el hermano gemelo de Sam.
—Van a despertar a... —no termino de hablar y me vuelvo a tumbar cuando Aiden se baja de su cama con rapidez colgándose boca abajo en la escalera mientras Ranger se tapa la cabeza con su almohada y lo jala por los pies desde su cama para que no se vaya a caer.
—Yo ya estoy. —dice Aiden y sus rizos rojizos oscuros quedan en el aire.
—Vamos a salir un rato. —dice Sam rápido.
—La madre superiora sale a revisar y me tiene harto con la quejadera. —digo.
—No si la dejas encerrada. —dice Harry riendo y bajo la cabeza mirándolo cuando tira las llaves de la habitación de la madre superiora en el aire.
Me bajo de la cama rápida y Ranger abre la puerta de nuestra habitación con cautela. Los gemelos salen de forma escurridiza por el pasillo al aire libre, la brisa es fría y nos acomodamos las pijamas buscando las escaleras que llevan al lado del patio donde están los huertos de flores y vegetales.
Mis medias se ensucian con la tierra observo a Sam, él y Henry son los más pequeños de nosotros, y por ello... tomo su mano cuando brinca por los cultivos ensuciándose los pies.
—Hasta aquí. —dice Harry y asiento mirando sobre mi hombro cuando Aiden y Ranger se sientan en el suelo frente a frente al otro, yo hago lo mismo frente a Harry y los gemelos se quedan de pie observando ya que aún no tienen los suyos.
La brisa sopla y el cabello negro se me mete en la cara cuando pongo las manos a centímetros de la tierra, el olor a humedad de esta me da aunque no ha llovido hace mucho y... observo a Harry cuando sonríe mientras entre los dos hacemos que de entre la tierra salga una planta carnívora pequeña.
Se abre paso entre la tierra y sonrío bajando las manos cuando los gemelos se tapan la boca riéndose mientras observan la planta que no estaba allí.