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Stark
Septiembre 26, Moscú.
<<Me la quitan de los brazos y el vacío en mis brazos se siente pesado, tanto que me pego los brazos al pecho como si ella siguiera conmigo. Mi cabeza da vueltas pero sigo centrado en mis brazos vacíos, siento como si mi cuerpo despegara del suelo y mi boca se siente como si estuviera llena de hierro cuando la sangre seca está ligada con mi saliva.
Mi espalda impacta contra el suelo cuando me quedo abrazado a mi mismo, mi estómago se revuelve y siento la arcada que me sube hasta la garganta y en segundos el vomito me sale por la nariz y la boca haciendo que me aferre al suelo, ya que no es comida lo que vomito, es saliva y sangre de los golpes haciendo que me asfixie.
La voz de Steel se escucha lejos, mis ojos se llenan de lágrimas por el ardor en mi nariz y siento su mano en mi nuca cuando me gira la cabeza con dificultad queriendo que vomite y el líquido baboso se me pega a la mejilla y a la barba.
—Respira Stark... —me pide pero se escucha tan lejos.
Siento que me palmea la cara pero no siento, y me siento mas lleno de mierda que antes, mi mente me mantiene en un universo que solo me recuerda el pasado...
La imagen de Lexie me llega como si fuera una pesadilla, la arcada me toma otra vez y veo destellos mientras las drogas hacen desencantos en mi cuerpo.
Cierro los ojos y la pesadilla me acarrea una detrás de la otra, me froto los ojos cuando me encuentro en rodeado de oscuridad, escucho gruñidos y me veo semi desnudo frente a dos espejos, me froto los ojos entre el limbo de las pesadillas y la realidad.
Me estoy volviendo loco.
La voz de Steel sigue lejos, pero yo parezco estar en un transe entre estar despierto, muerto y en pesadillas.
Me centro en el reflejo del espejo y capto dos sombras exactamente iguales, no puedo moverme, no puedo hablar y la piel se me eriza reparando las sombras que se ven a través de ambos espejos, sombras tan negras como la oscuridad del lugar donde estoy.
—¿Stark?—abro los ojos respirando mal mientras Steel sostiene mi cara en sus piernas.
—No me siento bien... —es lo que logro articular y me baja la cabeza, no tiene fuerza y le cuesta ponerse de pie pero lo hace y se aferra a los barrotes ordenando que le traigan agua.
No la traen y me quedo boca arriba aun sintiendo como el calor de Victoria Marchetti desaparecía de mis brazos a cada segundos después de su muerte, si digo que espero mi muerte estoy mintiendo, porque espero algo más oscuro, quiero algo mas macabro.
No puedo moverme cuando los mercenarios entran y Steel se despega de los barrotes mientras lo golpean con palos que lo mandan contra la pared tosiendo y haciéndose un círculo en el suelo.
