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El clima se había puesto algo helado, la lluvia era ligera, pero aún no había sesado para la hora de salida, Layla y Will caminaban juntos por los pasillos, luego de un largo día de clases al fin regresarían a casa; Will solo hubiese deseado que las clases durarán más.

—Dios, no quiero tener que volver a casa —comentó Will un tanto cansado de todo, solo quería distraerse, tener alguna excusa para mantenerse fuera de ella.

—¿Por qué? ¿Está pasando algo malo, Will? —preguntó Layla apoyando su mano sobre el hombro de su amigo en una clara señal de preocupación.

—Oh, no, no es nada de eso —habló rápidamente, recordando que Layla no conocía todos los lados de su padre.

Nadie lo hacía realmente, todos lo veían como un hombre ejemplar, un modelo a seguir, un padre amoroso y trabajador, alguien que da todo por proteger a la ciudad y a su familia; pero Will había visto más allá de eso, Will había experimentado el temor de cerca, recordaba cuando era más pequeño y la manera en la que su padre se ponía violento cuando se trataba de villanos, los gritos que le daba a su madre por ser tan inútil, según sus palabras.

Inútil esa palabra lo marcó de por vida, no quería ser inútil ante los ojos de su padre, no quería vivir en carne propia lo que sería que esos gritos vayan dirigidos a él.

—¿Will? —Layla tronaba sus dedos una y otra vez delante de la cara de Will, tratando de hacerlo reaccionar.

—¿Eh? ¿Ah? Ah... Lo siento, me quedé pensando, te iba a decir, no pasa nada —mostró una cálida sonrisa, Layla no le creía—. Es solo que, ya he escuchado a Zach quejarse por más de tres días sobre el tema de su poder y no sé si soportaré escucharlo una vez más sin decirle que se calle.

—Ah~ te entiendo bien, sé que no debería escuchar conversaciones ajenas pero es imposible cuando básicamente lo tengo atrás de mí casi gritando —Layla rió levemente— ¿Te parece si nos sentamos en la parte de atrás esta vez? dejemos que sea Ethan quien tenga que aguantar su charla.

—Claro, eso suena bien.

Ambos tomaron sus mochilas para cubrirse de las gotas de lluvia y procedieron a correr hacia el autobús, igual que el resto del alumnado causando que el mismo se llenará más rápido que nunca.

Magenta ya estaba sentada en su asiento, Will se adelantó a ir a los asientos traseros mientras que Layla le comentaba la situación para que se fuera a sentar atrás con ellos. Finalmente los tres tomaron asiemto, Layla y Magenta juntas y Will atrás de ellas.

Pasaron unos minutos antes de que subiera el alumnado faltante, entre esos Ethan y Zach quienes ya venían caminando juntos por lo cual, se sentaron juntos en la parte delantera el autobús sin darse cuenta de la ausencia de sus amigos, por último, entró Warren Peace.

Caminó hacia los últimos asientos en los cuales siempre se sentaba, encontrándose en esta ocasión con un pequeño detalle: Will Stronghold estaba sentado en su asiento, no le importaba realmente si alguien se tomaba asiento en ese lugar, lo que le molestaba es que fuera justamente ese chico.

—Will, Will —lo llamó Layla en voz baja, sin quitar su morada de Warren quien parecía molesto, aunque siempre parecía estarlo.

—¿Hm? —Will volteó a verla y ella con su mirada señaló al chico parado en el pasillo del autobús, Will volteó a verlo y sintió un escalofrío recorrer su cuerpo—, ah lo siento, me quitaré ahora.

—No, no tienes por qué —dijo Magenta rápidamente, volteando a ver a Warren—. Búscate otro asiento.

—¿Y qué si no quiero?

—Entonces quédate parado, no es nuestro problema, no te vas a morir si te sientas al lado de Will.

—Magenta —le reclamó Layla tirando de su blusa.

—¿Qué? No veo por qué Will deba dejarae pisotear por ese-

Warren sintió como golpearon su ego en ese momento, miró a la chica de mechones morado, de la cual ni se molestaría en recordar el nombre, e hizo una mueca de disgusto.

—Está bien, no importa, yo iré a sentarme delante con Ethan y Zach, ustedes quédense aquí si gustan.

—Ya de igual, mientras te mantengas callado no me importa —habló casi al instante y se sentó en el asiento que daba al pasillo, impidiendo que Will pudiese salir.

Layla y Will se miraron, entonces Will tomó asiento una vez más, ambos, tanto Warren como él, agradecían que Will fuera de los primeros en bajar del autobús ya que su casa era la primera parada.

El resto del viaje fue bastante incómodo, Layla tratana de hablar sobre temas en los que Will no tuviera que responder, así lo mantenía distraído de estar junto a Warren a la vez que no lo molestaban, ya que quedó bastante claro que no quería oír la voz de Will en ningún instante del viaje.

Cuando el autobús se detuvo por primera vez, Magenta le dio pase a Layla para que pudiera bajar, Will aún estaba tratando de perderse en sus pensamientos que ni siquiera notó que se habían detenido hasta que Layla lo llamó.

—Hey, Will, tenemos que bajar ahora.

—Ah, ya voy —tomó su mochila con una mano, anteriormente la estaba usando como un escudo para proteger su pecho, como si sintiera que en cualquier momento Warren solamente lo tomaría de la camisa para golpearlo por el simple hecho de existir.

Antes de siquiera dirigirle la palabra, Warren se levantó del asiento y de esa manera Will y Layla salieron rápidamente del autobús antes de que iniciara el camino hacia el resto de las paradas que tenía que hacer.

Warren tomó asiento, en el lugar donde Will estuvo anteriormente y fue capaz de verlo a través de la ventana al otro lado del pasillo, reía con la chica pelirroja, no podía oír lo que decían pero podía asumirlo con facilidad.

—Oh Dios, eso fue realmente aterrador —dijo ella mientras tocaba su pecho, su corazón estaba acelerado.

—¡Lo sé! casi sentía que me iba a matar —respondió él mientras pasaba su mano por el cabello.

—Creo que no deberíamos volver a sentarnos atrás —propondría.

—Definitivamente no —E inmediatamente él aceptaría.

Warren no tenía por qué enojarse, era solo una conversación que se había hecho en la cabeza, pero sabía que había acertado en lo que ellos trataban de transmitir, no los culparía, él mismo actuaba de manera intimidante, además de dejar en claro el desagrado que tenía hacia Will, hacia los Stronghold en general. Aún así, se enojaba, detestaba ser visto como una amenaza constante ante los ojos de casi toda la escuela, incluyendo a los directivos, era simplemente una mierda que no quería seguir soportando.

OH FATHER, PLEASE FATHER | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora