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El ambiente en el autobús fue sumamente abrumador, al menos para Warren; a pocos asientos de él estaban los amigos de Will, pero él no estaba ahí y Warren sabía el por qué, si caminaba unos pasos podría simplemente decir "Hey, sé por qué Will no vino hoy" pero había tantos problemas con eso, ni siquiera iba a intentarlo, dudaba demasiado que Will quisiera que ellos accedieran a esa información.

Luego de subir abruptamente, el autobús comenzó a decender sobre la eacuela para poder estacionarse, para este punto ya se había acostumbrado a que el viaje diario en el autobús fuera de esa manera, aunque eso no significara que dejara de ser molesto. Todos comenzaron a levantarse de sus asientos, siendo él de los primeros en salir, escuchando un poco de la conversación entre los amigos de Will, estaban hablando de él.

Probablemente ellos puedan ayudarlo más que yo.

Pensó, deteniéndose un momento, quizás era buena idea decirles, al final de cuenta, eran los amigos de Will.

Pero Will no buscó su ayuda, buscó mi ayuda.

Agregó su mente con rapidez, antes de poder tomar la decisión de acercarse o no, continuó bajando del autobús, no iba a hacer nada en contra de la voluntad de Will, por más que hacer las cosas bien lo llevaran por un camino distinto al que estaba eligiendo.

Para este punto estaba seguro que había una única cosa buena a consecuencia de esta situación, la mirada de los directivos ya no estarían encima suyo sino en el hijo de la familia Stronghold, sin embargo, esto era opacado rápidamente por todo el resto de problemas que la situación estaba acarreando con ella.

Las clases realmente fueron bastantes cortas, al menos así se sintieron para Warren ya que pasó la mayor parte del tiempo de estas dentro del baño o en el techo de la escuela, pensando principalmente en todas las cosas que habían ocurrido en las últimas semanas.

—Vaya —murmuró dejando escapar un suspiro lleno de pesadez, no se había puesto a analizar tan a profundidad todas las cosas que habían sucedido y eso lo volvió más pesado de lo que ya se sentía.

Escuchó el sonar de la campana, hora del almuerzo, se levantó del suelo y caminó hacia la puerta de la azotea, recordaba bien el primer encuentro que tuvo con Will en ese lugar, no había sido especialmente amable con él y aunque no se arrepentía del todo había empezado a notar que en realidad no tenía motivos para odiar a Will, después de todo, Will le pidió ayuda, eso significaba que, a diferencia del resto, mínimo él no creía que era tan mala persona.

Negó con la cabeza, dejando escapar un suspiro y abrió la puerta para ingresar en el instituto, bajó rápidamente las escaleras antes de que alguien lo viera salir y caminó por los pasillos que ya estaban llenos de gente caminando a la cafetería para pedir el apmuerzo o en su defecto al exterior, quizás por una práctica, terminar algún trabajo de alguna clase o solo estar con sus amigos. Y Warren no tenía que hacer ninguna de esas cuatro cosas por lo cual solo caminaba sin rumbo alguno en espera a que la campana sonara una vez más.

En ese momento fue cuando pudo verlas, su paso se detuvo repentinamente sin saber qué hacer o cómo reaccionar; a unos metros suyos se encontraba Josie, la madre de Will, conversando con Layla, la amiga con la que Will había tenido un desacuerdo.

Estaban específicamente en la entrada ¿Podría pasar a su lado? si lo hacía esperaba oír algo de ayuda para su "compañero de cuarto", aunque siempre estaba la posibilidad de que se callaran justo cuando pasara al lado de ellas.

Se arriesgó, caminando en su dirección, lo suficientemente rápido para no parecer sospechoso, pero lo suficientemente lento para poder oír lo que pudiera.

—¿Estás segura que no vino a la escuela?

—No lo he visto desde ayer —explicó Layla mientras negaba con la cabeza.

—Entiendo, lamento venir a molestarte, no regresó a casa anoche y...

Warren ya estaba demasiado cerca, debía decir algo antes de volverlo extraño.

—Permiso —murmuró, sin mirarla directamente.

—Ah, sí, disculpa —Josie se hizo a un lado junto a Layla.

Warren pudo verla unos segundos de reojo mientras salía y su mente rápidamente reaccionó al encontrarse en el exterior de la escuela.

¿Acaso...?

Se mantuvo un corto tiempo en la puerta, ya no era capaz de oír la conversación pero esa duda ahora estaba presente en su cabeza, quizás había visto mal, pero ¿Qué tantas probabilidades había? ¿Solo estaba imaginándose cosas malas por su odio a la familia Stronghold o acaso ahora había razones para odiar a ese hombre?

Mantuvo la calma, tendría tiempo de confirmarlo cuando la viera salir de la escuela, solo debía asegurarse de ser cauteloso para no llamar la atención de la mujer, no debía parecer entrometido aunque fuera eso lo que estaba siendo.

La escuela terminó antes de lo esperado, quizás solo fue un poco eterna la última hora porque ansiaba llegar a casa y asegurarse que todo se mantuviera en orden, no creía que su madre llegara antes que él, pero tampoco descartaba la idea totalmente y si no estaba ahí y ella descubría a Will no sabía cuáles serían los resultados.

Por suerte, el viaje del autobús era más corto de regreso ya que no debían esperar a que subieran las personas que seguían dentro de sus casas, era solo bajar y seguir el camino. Llegó a casa sin siquiera darse cuenta de lo que el bus había avanzado, bajó rápidamente del mismo mientras buscaba las llaves de su casa en su pantalón, abrió la puerta.

—¿Mamá? ya llegué —fue lo primero que dijo al adentrarse, no hubo respuesta y entonces sintió alivio, eso significaba que aún tenía algo de tiempo.

Cerró la puerta detrás suyo y caminó a su habitación, mantuvo la calma, nada malo había ocurrido, abrió la puerta y pudo ver a Will observando el exterior desde su ventana.

—¿No haz hecho nada desde que me fui? —preguntó dejando su mochila sobre el escritorio.

—No quise arriesgarme, tampoco es que quisiera hacer algo.

—¿Tienes hambre?

—No te preocupes por eso —Will se alejó de la ventana para darse la vuelta y ver a Warren.

—Me preocupo si quiero, ahora responde mi pregunta.

—Quizás un poco —admitió.

—Bien, quédate aquí, te traeré algo de comer y luego puedes acompañarme al trabajo, si te parece bien salir.

Will asintió con la cabeza ante la propuesta, era bastante extraño como empezaban a coordinar mejor las cosas entre ellos, aunque no significaba que no fuera agradable y sobre todo, era de mucha ayuda para la situación por la que estaban pasando.

OH FATHER, PLEASE FATHER | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora