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La lluvia se detuvo alrededor de las 9 de la mañana, aunque por momentos volvía a hacerse presente, parecía ser que el resto del día se mantendría de esa manera pues no había inidicios de que las nubes grisáceas fueran a desvanecerse. Warren estaba en la cocina preparando el desayuno, Will se había quedado en la cama intentando una vez más que los pantalones de Warren le quedarán porque se negó rotundamente a salir del cuarto vistiendo solamente una camiseta.

Apagó la estufa cuando todo estuvo listo, algo simple, huevos con tocino, sacó el pan de la tostadora y los colocó sobre los platos; se quedó unos segundos dudando si debía llamar a Will o esperar a que él saliera por su cuenta, aunque si era sincero no creía que fuera a hacerlo pues las probabilidades de que sus pantalones le quedaran eran prácticamente nulas.

—¿Will? ¿Está todo bien? —preguntó cuando estuvo cerca de la puerta.

—¡Sí! pero detesto tus estúpidos pantalones —reclamó mientras abría la puerta de la habitación sosteniendo con fuerza los extremos del pantalón con fuerza.

—¿Así saldrás?

—¿Tengo una mejor opción?

—No usarlos.

Ante esa respuesta Will salió de la habitación, caminando con una ligera dificultad, había dormido al lado de Warren con solo ropa interior pero no era tan descarado como para andar paseando de esa manera por una casa que no era suya.

Ambos se encontraban en el comedor, sentados disfrutando del desayuno como si la situación bajo la cual se encontraran no fuera extraña y compleja, en ese momento ninguno quería hablar, quizás porque no estaban listos para enfrentarse a la vergonzosa realidad, las cosas habían cambiado y ambos parecían detestar eso ¿Qué debían hacer ahora? ¿Cuál era el siguiente paso?

Will fue el primero en terminar de comer, tomó el plato entre sus manos listo para irlo a lavar pero Warren lo detuvo antes de que siquiera pudiera levantarse.

—¿Vamos a hablar sobre eso? —fue la pregunta que dejó a Will estático en su asiento.

—¿A qué te refieres exactamente con "eso"? hay muchas cosas que podrían ser.

—Supongo que me refiero a todas.

—¿De verdad todas?

—Bueno —Apretó sus labios—, no, no todas —Suspiró con pesadez—. El beso ¿Qué significó ese beso?

—Ah, claro, el beso —hizo una pausa, pasó saliva sintiendo como su mirada se perdía al recordar ese momento—, el beso —repitió en voz baja sabiendo que no tenía la manera adecuada de explicar las cosas—. Es obvio ¿No? significa que me gustas.

—Claro, esa fue una pregunta muy tonta ¿Cierto? —comentó mientras cubría su boca con una mano intentando ocultar una obvia sonrisa.

—Eres un... ¡Solo quería que lo dijera! ¿Cierto? —reclamó sintiendo su rostro arder por la vergüenza.

—Quizás fue por eso —apretó sus labios pero aún se notaba que no podía contener las ganas de sonreír—, pero también quería hablar sobre eso desde la mañana.

Will mantenía su mirada apartada, Warren tenía razón, debían hablar sobre ese tema y aclarar la situación por completo, estaba claro que sus sentimientos eran correspondidos o al menos eso quería creer porque si Warren no había dicho nada como un "no me gustas" solo por lástima moriría de vergüenza ahí mismo.

—Sí, hay que hablarlo entonces, el beso —Trataba de respirar en busca de poder tener algo de calma, pero no estaba sirviendo de nada pues no dejaba de sentir que el aire le hacía falta— ¿Te molestó? —preguntó rápidamente, sin ser capaz de mirarlo a los ojos.

—¿Qué? ¡No! para nada —aclaró tan rápido como escuchó sus palabras— ¿Por qué creerías eso? —interrogó un tanto confundido ¿Alguna de sus acciones lo hizo pensarlo de esa manera?—, me gustó, realmente habría querido que durará más.

—Oh.

—¿Eso fue demasiado? perdón, no sé que se supone deba decir.

Will no podía evitar sentir algo de ternura, era la primera vez que miraba una faceta nerviosa de Warren, aunque no podía culparlo, él se encontraba igual o hasta peor.

—No, no, está bien —le dedicó una sonrisa y decidió colocar su mano sobre la mesa para que ambos pudieran entrelazarlas—. Eso me alivia, también significa que no beso tan horrible así que es un buen alago ¿No?

—Nos estamos desviando del tema —comentó Warren aceptando la mano de Will.

—Sí, tienes razón, entonces —Acarició levemente su mano—, volvamos al inicio-

—¿Puedo ser tu novio? —lo interrumpió de manera abrupta, no podía seguir esperando por una respuesta.

Will se sorprendió ante sus palabras, no esperaba que la pregunta surgiera de esa manera, abrió su boca balbuceando por unos instantes ¿¡Cómo diablos se formulaban las palabras?!

—¡Sí! —pudo responder luego de abofetearse mentalmente— ¡Dios! claro que ¿puedes? eh sí, quiero ser tu novio —se sintió tan ridículo al no saber ni siquiera como responder de forma correcta— ¿Tenías que preguntarlo así? —Cubrió su rostro pensando en todas las maneras en las que eso pudo salir mejor.

—Perdón ¿Si? para la próxima planeo con anticipación mi declaración de amor.

—¿Ya estás pensando en declararte a otra persona? ¡Apenas empezamos a salir! —le reclamó fingiendo estar ofendido.

—También puedo terminar contigo y volver a declararme de una mejor manera.

—¿Bromeas? voy a recordarte este día cada que te intentes reír de mí.

Warren rio ligeramente, Will estaba actuando de manera infantil en ese instante pero no podía culparlo, él habría hecho lo mismo si la declaración de Will hubiese sido rara o ridícula.

—Bien, entonces déjame compenzarte por mi fea declaración —propuso mientras se levantaba de su silla.

—¡Hey! yo no dije fea, pero está bien ¿Cuál es mi recompensa? —apoyó su codo sobre la mesa y recostó su cabeza contra su mano.

—Lo que no hicimos ayer de manera adecuada —respondió quedando frente a él, tomando el rostro de su ahora novio entre sus manos y besando sus labios.

Will lo esperaba desde el momento en el que lo tuvo de frente, pero aún así lo tomó por sorpresa, tardó pocos segundos en corresponder, colocando sus manos sobre los hombros de Warren intentando llevar el ritmo tranquilo con el cual él lo estaba guiando.

Se separaron del beso en cuestión de segundos, mantuvieron su mirada sobre el otro por uno dos segundos más antes de volver a besarse como si quisieran experimentar una y otra vez esa maravillosa exploción de emociones en su corazón.

OH FATHER, PLEASE FATHER | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora