OH FATHER, PLEASE FATHER | will x warren

6

Esa noche, Will y Layla estaban mensajeando por teléfono, Will estaba feliz ya que sus padres saldrían, pensó en invitar a Layla a casa y así ver algo en la televisión para pasar el rato.

Al final, Layla accedió a la invitación, comentándole que si gustaba podían invitar al resto de los chicos, pero Will se negó a esa propuesta, no tenía ánimos para estar con el resto, solo quería a su mejor amiga en ese momento y algo con que distraer su mente.

A los pocos minutos, Layla llegó a casa de Will, tocando la puerta y siendo recibida por la madre de su vecino y mejor amigo.

—Oh, buenas noches, Layla —saludó Josie quien terminaba de colocarse unos pendientes— ¿Vienes a ver a Will?

—Así es señora —mostró una dulce y amigable sonrisa— ¿Se encuentra? ¿O van a salir...?

—¿Oh? ¿Por esto?, no te preocupes, Will se va a quedar en casa, Steve y yo saldremos para festejar nuestro aniversario.

—¿Dejarán a Will solo? eso es genial, mi madre aún nos deja niñera a mi hermanita y a mí.

—Eso es porque las quiere mucho, Layla —hizo una pausa frunciendo el ceño—, Dios, esto es imposible.

—¿Quiere que la ayude?

—¿Podrías?

Layla asintió y se acercó a la mujer para ayudarla a colocarse el arete que tanto problema le traía, Steve Stronghold bajó las escaleras, vistiendo ropa algo elegante, no formal, como para el trabajo, si no algo que indicaba que sería una noche de cita.

—Buenas noches, Layla ¿Vienes a visitar a Will?

—Así es señor ¿Me estaban comentando que era su aniversario? —el hombre dió una respuesta afirmativa—, vaya, en todo caso ahora que están ambos les deseo felicidades, ojalá tengan una buena velada.

—Gracias, Layla, siempre tan amable —acomodó su cabello, para que este no cubriera sus joyas— ¿Quieres que le hablemos a Will?, está en su habitación por si quieres ir a verlo.

—No se preocupe, yo iré a llamarlo, ustedes vayan a su cita y aprovechen cada minuto.

—Seguro lo haremos, pasen una buena noche ustedes igual.

Ambos salieron de la casa, Steve haciendo comentarios imprudentes sobre si su hijo y ella habrían empezado una relación, sobre si estaba bien dejar solos a una chica y a un chico jóvenes, Josie lo hizo mantener la calma, pero internamente solo podía pensar en como Steve era tan poco consciente de su mundo y se preguntaba a si misma que tanto confiaría en su hijo como para no querer dejarlo solo en casa con una amiga.

—¿Will? —le llamó Layla mientras tocaba la puerta de su cuarto.

Will se levantó rápidamente de la cama, había empezado a quedarse dormido luego de haberse quedado en la cama sin hacer nada, solamente esperando a que Layla llegara. Se acomodó la camisa que se le había subido al intentar salir de la cama y encendió la luz de su habitación sintiendo como esta lo cegaba ligeramente, finalmente, abrió la puerta recibiendo a Layla un tanto adormilado.

—¿Estabas dormido?, perdona por molestar.

—No, no, yo te invité, pero estoy bien —aseguró mientras salía de su habitación—, estaba pensando que podríamos ver una película o quizás alguna serie, creo que iban a sacar una nueva en FOX.

—Claro, hay que ver que hay en los canales, preferiría que fuera algo de comedia o acción, no tengo ganas de asustarme, ni de pensar demasiado.

—Sí, yo tampoco.

Ambos llegaron a la cocina y Will comenzó a buscar algún paquete de palomitas en la alacena.

—Oye Layla ¿Puedo preguntarte algo? —dejó el paquete sobre la barra de la cocina y le dirigió su mirada a la chica.

—Claro, lo que quieras.

Durante un instante hubo ausencia por parte de las voces de ambos, mientras Will abría el paquete de palomitas para poder colocarlo en el microondas el tiempo suficiente para que al sacarlas no estuvieran quemadas.

—¿Cómo se tomó tu madre lo de que estés en el grupo de asistentes? —preguntó relamiendo sus labios, un tanto nervioso.

Quería dejar de tocar ese tema pero a la vez quería pensar o tener una esperanza sobre que su padre lo aceptaría a pesar de todo, como si él fuera igual a la madre de Layla cuando claramente eran muy distintos.

—Oh, ella no lo sabe.

—¿Qué? ¿No se lo mencionaste?

—¿Para qué?, estar en esa clase no me define, es algo mínimo en mi vida y ella lo sabrá cuando le de mis notas —se alzó de hombros—. Además, estoy segura que me dirá que es una injusticia y luego irá a la escuela para reclamar.

—¿Y no crees que es una injusticia?

—Lo es —afirmó mientras apoyaba sus manos sobre la barra de la cocina, observando la bolsa de palomitas dar vueltas en el microondas—, pero no quiero ser cambiada a la clase de héroe, estoy bien como estoy, fiel a mis ideales y en el mismo salón que mis amigos —le dirigió la mirada a Will, sonriendo.

Él también sonrió, Layla estuvo a punto de cuestionarle a Will el porqué de su pregunta pero antes de poder hacerlo, Will habló.

—Bueno, es cierto, si no estuvieras con los asistentes entonces deberías pasar las clases cerca de Warren.

—Dios, eso sería horrible, sin ofender Will, pero si la lleva contra mí por ser tu amiga-

Will le dio un ligero codazo.

—Hey, no me culpes por las acciones que él toma, no es mi culpa que me odie por lo que mi padre hizo.

—Sí, yo también creo que es bastante tonto que te odie a ti, pero tampoco lo culpo ¿Cómo te sentirías si alejan a tu padre de ti?

—Hm... Supongo que mal.

Pero al menos podría quitarme un peso de encima.

El sonido del microondas indicando que el tiempo se había acabado distrajo su conversación, Will lo abrió para sacar las palomitas y servirlas en un bowl.

—¿Qué te gustaría de beber?

—Con agua estoy bien.

—Por supuesto, las plantas necesitan agua y sol —comentó Will soltando una risita y en ese momento una de las hojas de la flores que tenía su madre en la ventana golpeó su rostro— ¡Hey! ¿No habías dicho que eras fiel a tus ideales?

—Puedo hacer una pequeña excepción ante las bromas bobas —tomó el bowl con palomitas de las manos de Will—, iré buscando una buena película, tú trae algo de beber.

Will rodó los ojos con una sonrisa y se dirigió al refrigerador. El resto de la noche fue solo ver películas y quejarse de ellas hasta que se quedaron dormidos con el bowl de palomitas en las piernas y el televisor encendido.