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Adeline llegó a casa una hora después de que Warren llegara a casa, le dio suficiente tiempo para hacer la comida y dársela a Will, como siempre, Warren esperó a su madre para poder comenzar a comer, sobre todo en esta ocasión porque necesitaba hablar seriamente con ella sobre lo que había visto en la escuela; después de todo, ella era la única persona a la que podía acudir por ayuda.

—Lo siento por tardar tanto hoy, tuve tantos pendientes pero pude resolverlos todos —comentaba mientras entraba en la casa, quitándose los tacones, sintiéndose adolorida—. ¿Preparaste la comida? huele delicioso.

—Sí, te estaba esperando para comer juntos.

Adeline agradeció, Warren siempre la esperaba cuando tenía que llegar tarde, incluso cuando tenía que ir al trabajo en unas cuantas horas más. La mujer fue a su habitación para cambiarse la ropa por algo más cómodo y Warren aprovechó para sacar el plato de Will de su habitación y poder lavarlo.

Pasaron al menos 15 minutos antes de que ambos se sentaran a comer, Warren estaba bastante distraído pues su mente se encontraba ocupada pensando en demasiadas cosas al mismo tiempo, no estaba seguro de en qué centrarse ya que todo era demasiado importante.

—¿Warren? —le llamó su madre mientras dejaba el tenedor de lado, parando de comer— ¿Ocurre algo?

—¿Ah? no, me quedé pensando en algo —aclaró su garganta y en ese momento, como un destello en la oscuridad, ese pensamiento sobresalió entre todos los demás.

—¿Quieres hablar sobre eso? ¿Tiene que ver con la escuela? ¿El trabajo? —hizo una pausa mientras apartaba la mirada— ¿Con tu padre?

—No, no, no tiene que ver con eso —habló rápidamente, dejó el tenedor a un lado de su plato y se planteó mentalmente cuál sería la manera adecuada de decir—... Hoy en la escuela —comenzó a explicar, evitando mirar a su madre en todo momento—, hoy esta mañana, miré a la señora Stronghold en la escuela.

Adeline se tensó instantáneamente y puso ambas manos sobre la mesa.

—¿Te dijo algo? Iré a hablar directamente con la escuela si ella se atrevió a-

Rápidamente Warren negó las ideas de su madre, agitando sus brazos rápidamente para que dejara de hacerse malas ideas.

—No se trata de eso, ella no me dijo nada —aseguró, un suspiro escapó de sus labios—. Quizás solo me hice una idea pero —tocó su mejilla—, aquí —indicó mientras trataba de recordar la imágen que pudo ver de ella—, estoy seguro que trataba de ocultar un golpe.

—¿Un golpe? —murmuró Adeline mientras relajaba su cuerpo, su mirada se quedó perdida.

—No me hagas demasiado caso, puede que solo haya visto mal, pero me dejó pensando un poco —negó con la cabeza y volvió a comer.

—¿Te preocupa eso? ¿Te preocupa ella?

Me preocupa Will.

—No es eso, solo me dejó pensando sobre otras cosas, nada en especial.

La mesa se quedó en silencio, ambos pensaban lo mismo en ese momento y era probablemente eso lo que causana la incomodidad en el ambiente, ese golpe no había sido por pelear con un villano, ese golpe tenía que haber sido proporcionado por Steve Stronghold.

El hambre se le había ido a Adeline, aún así, no se levantó de la mesa hasta que Warren terminó de comer.

—Ve a cambiarte para el trabajo, yo me encargo de lavar —comentó rápidamente mientras tomaba su plato, levantándose de la mesa.

—¿Segura...? ¿Ya terminaste?

—Sí, no tenía demasiada hambre hoy, pero la comida te quedó igual de deliciosa que siempre —colocó su mano sobre la mejilla de su hijo mientras lo felicitaba.

Warren se sintió un tanto avergonzado ante el cumplido de su madre, siempre decía lo mismo así que no estaba seguro de que tan cierto fuera aún así, él le creía porque era ella.

—Gracias mamá.

Tocó su mano un instante antes de que Adeline la alejara por su cuenta y entonces Warren tomó camino a su habitación, en primer lugar para encontrarse con Will y en segundo para tomar su ropa y ducharse antes de ir al trabajo.

—¿Cómo te encuentras? —preguntó luego de entrar en su cuarto, cerrando la puerta por seguridad y comenzando a buscar ropa entre sus cajones.

—Bien, bien —apretó sus labios un instante—, toda la mañana estuve pensando.

—¿Pensando en qué? —Le dirigió la mirada mientras colocaba la ropa sobre su escritorio.

—Creo —hizo una pausa, tomó aire, manteniendo la calma—, creo que estoy listo para hablar sobre lo que pasó —aclaró, tratando de ver al chico mientras hablaba, se sentía un tanto nervioso.

Warren le dirigió la mirada por unos segundos, hizo un movimiento con la cabeza y tomó asiento en la silla que estaba al lado de su escritorio, dispuesto a escuchar a Will atentamente. En ese momento, el hijo de la familia Stronghold tomó asiento sobre la cama, era momento de hablar, de solucionar las cosas y dejar se causarle problemas a las personas a su alrededor.

De actuar como un hombre. En palabras de su padre.

—Ayer —apretó sus labios—, anoche, no huí de casa específicamente porque tuviera ganas de huir o por un capricho —comenzó a explicar, apretando sus puños para tronar sus dedos, moviendo su pierna constantemente, dejando en claro que lo que estaba por decir no era algo para nada sencillo de hablar—. Jamás le dije a mi padre que entré a la clase de asistentes, porque jamás le dije que no... Que no adquirí ningún poder —se echó ligeramente hacia atrás sintiendo su estómago revolverse—. Ugh, a lo que quiero llegar es... Es que —cubrió su boca usando una mano.

Warren pudo asumirlo por su cuenta, pero no interrumpió a Will, estaba haciendo un enorme esfuerzo para hablar sobre esa situación e interrumpirlo probablemente sería una falta de respeto.

—Si no puedes-

—Mi padre —apretó sus labios—, él me echó de casa luego de saberlo —se inclinó sobre si mismo, su estómago se había revuelto al recordar todas las emociones que se habían hecho presentes la niche anterior.

Warren mantuvo su mirada sobre Will, asegurando se de que no dijera nada más para poder hablar finalmente.

—Debió ser una noche bastante dura ¿Cierto? —pasó su mano por su nuca ¿Que podía decirle? Ni siquiera eran realmente amigos como para darle alguna clase de apoyo emocional.

—Lo fue —sintió las lágrimas hacerse presentes en sus ojos—. Mamá, ella... Ella nisiquiera hizo nada para ayudarme, creí que me apoyaría pero, no fue así, supongo que realmente no me amaba tanto como decía.

Rápidamente la mirada de Warren se levantó al oírlo decir esas palabras.

—Estoy seguro que no es así —¿Debía decirle? quizás si omitia lo del golpe y solo decía que la vió en la escuela, eso podría ayudar.

—¿Y cómo estás tan seguro? Ni siquiera la conoces —sintió dolor en su pecho, deseaba creer en las palabras de Warren, pero eso no haría que dejara de doler.

—Lo sé porque fue a la escuela.

—¿E-eh?

—Ella... Fue a la escuela, no pude escuchar mucho pero, si no fue por ti ¿Para qué más fue?

Ambos se quedaron en silencio, Will sonrió ligeramente.

—Gracias por decirme.

—No tenía razón para no hacerlo.

OH FATHER, PLEASE FATHER | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora