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-Hoy no vinieron muchos clientes -comentó Stan, mientras se apoyaba en el mostrador.

-La feria acaba de abrir, creo que muchos prefirieron pasar su noche ahí que viniendo a comer ¿No lo crees? -Warren salió de la cocina, ese día el trabajo estuvo ligero y estaba agradecido de ello.

-¿Crees que podamos salir temprano hoy?

-No creo que eso esté en los planes de Sam, tampoco es que falte demasiado para cerrar -observó el reloj en su muñeca, una hora, era más de lo que esperaba, pero estaba seguro que esa hora pasaría volando.

Hubo silencio, casi no conversaban entre ellos a pesar de ser compañeros de trabajo, de todas maneras, se llevaban bastante bien; fuera de la escuela, Warren no era una persona considerada atemorizante, después de todo, nadie conocía su verdadera historia, nadie sabía si quiera quien era su padre.

-¿Cómo te ha estado yendo en la escuela? -se ánimo a preguntar, en busca de conversación.

-¿A qué se debe esa pregunta? -interrogó un tanto extrañado, Stan se alzó de hombros-, ahí voy, creo, podría ser mejor.

-Siempre puede ser mejor -aseguró mientras se alejaba del mostrador-. Iré a sacar la basura ¿Si? cuida el restaurante por unos minutos.

Warren asintió con la cabeza y le dio una señal de que podía irse, Stan se fue dejando el lugar a manos de Warren y como si fuera el destino, casi en el instante que Stan salió del restaurante a tirar la basura, llegaron los clientes.

-¿Están seguros que podrán comer algo? -preguntó Magenta un tanto preocupada por tener que quedarse a limpiar el desastre que hagan sus amigos.

-Estaremos bien, ya pasó una hora desde que subimos al último juego extremo -Zach se defendió instantáneamente.

-¿En dónde se quieren sentar? -preguntó Layla mientras buscaba una mesa, todas estaban libres, solamente que no en todas cabría el grupo de 5.

-La que sea está bien -respondió Will mientras observaba su celular, hubiese deseado quedarse un rato más, pero el hambre les estaba ganando a todos.

Finalmente tomaron asiento en una mesa, Warren los observó por unos minutos esperando a que Stan regresara ¿Por qué tardaba tanto? probablemente se había quedado fumando un cigarrillo. Un suspiro escapó de sus labios con pesadez y tomó la libreta oara anotar la orden junto a unos cuantos menus para entregar en la mesa.

Al llegar a la mesa esta se quedó en silencio abruptamente, nadie mencionó nada al reconocerlo, él solo dejó los menús sobre la mesa y se mantuvo esperando la orden en silencio.

-¿Quieren que les de un tiempo para elegir? -preguntó finalmente.

-Eh... Ah, sí, por favor -respondió Layla al notar que ninguno de sus amigos reaccionaba.

Warren se retiró y todos se lanzaron miradas entre si, no sabían que decir, Will parecía ser el único que no le importaba cuando justamente las reacciones de sus amigos eran debido a lo que él podría pensar.

-¿Qué vas a pedir tú? -preguntó mirando a Layla-, para compartir.

-Ah... Sí, pensé en ordenar unas papas o quizás una pasta.

-Sinquieres ordena las papás, yo ordeno la pasta.

Layla le dirigió la mirada al resto, todos estaban igual de extraños.

Will, por su parte, prefería ignorar a Warren y evitarse problemas, era la manera más sencilla de evitar terminar en malas situaciones, además después de que, prácticamente le salvó la vida, lo mínimo que podía hacer era no molestarlo más de lo necesario.

Luego de unos diez minutos todos habían decidido que pedirían y para no hacer otro momento incómodo, Layla fue al mostrador a pedir la orden.

-¿Eso es todo? ¿Nada más? -preguntó al terminar de anotar lo que la chica había indicado.

-Sí, es todo -afirmó con una pequeña sonrisa, algo nerviosa, pero tratando de ser amable.

Layla regresó a la mesa.

-Eso fue extraño.

-Lo fue -afirmaron todos.

Warren no parecía ser la misma persona fuera de la escuela, quizás era un poco obvio, después de todo estaba en su trabajo y no tenía que ser grosero con los clientes; sin embargo, era extraño, como si hubiera dos partes distintas de él y Will se preguntaba si alguna de ellas era la verdadera o si simplemente era ambas al mismo tiempo.

Warren despertó la curiosidad de Will.

-Lamento tardar -escuchó la voz de Stan quien pasaba por la cocina, pudo sentir el olor a cigarrillo desde donde estaba- ¿Llegaron clientes?

-Sí, ya los estoy atendiendo.

-Bien, disculpa por dejarte todo encima.

-No importa, solo encárgate de llevar su comida tú.

El hombre asintió con la cabeza regresando a su puesto, observando a los adolescentes en la mesa, parecían tener la misma edad que Warren. Poco a poco los platos fueron saliendo y siendo entregados hasta que todos tuvieron su comida.

-¿Se les ofrece algo más? -preguntó Stan a lo cual todos negaron.

El resto de la noche fue tranquila para todos, solo conversaciones sin sentido mientras comían con calma, el tiempo pasó volando y sin darse cuenta la noche ya no era jóven y el restaurante debía cerrar en unos minutos más, los platos ya ni siquiera estaban en la mesa; tan solo pagaron, agradecieron la comida y cada uno tomó su camino para ir a casa.

-Vaya suerte ¿Eh? justo antes de cerrar -comentó Stan mientras limpiaba la mesa, Warren había terminado de lavar los platos en ese momento.

-Supongo, llegaron justo cuando te fuiste a fumar.

-Baja la voz, no quiero que Sam vuelva a regañarme.

-Podrías dejar de fumar en el trabajo -comentó Warren levantando una ceja, mientras lo observaba limpiar.

-Nah, es más fácil hacerlo a fuera y comer una- -se detuvo de hablar para agacharse al suelo y recoger una sudadera que pareció habían olvidado-, vaya, parece que alguno dejó esto.

-¿Ah? -Warren la reconoció al instante, era de Will- Hm, tal vez vengan a buscarla mañana.

-Sí, tal vez, la pondré en los objetos perdidos.

Luego de terminar con sus tareas, Warren y Stan eran libres y podían volver a casa; al día siguiente, Warren esperó que Will llegara por su suéter durante casi todo el día, pero en ningún momento sucedió, al final del día, decidió tomarla y entregársela personalmente el lunes, no quería tener relación con ese chico, por supuesto, pero entregarle algo olvidado era simplemente una cortesía que quería tomarse.

OH FATHER, PLEASE FATHER | will x warrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora