Un dia como cualquier otro, Izuku Midoriya y Ochaco Uraraka, comienzan a tener visiones de un mundo que estaba sumido en el caos por lo que ambos se con ayuda de eso recuerdos de propusieron a corregir las cosas para que ese futuro nunca ocurran.
lo...
Nos encontramos con Izuku y Ochaco subiendo las escaleras de su edificio departamental. Ambos se encontraban muy agotaos por el entrenamiento que habían realizado. Al llegar al piso en el cual se encontraban sus apartamentos pudieron ver a dos mujeres jóvenes y de buena figura paradas frente a la puerta del departamento de Izuku. La primera mujer era una rubia ceniza con el cabello corto y la segunda mujer tenía el cabello verde, este era largo y se encontraba amarrado por una cinta.
Izuku reconoció rápido a la primera mujer por lo que decidió acercarse y saludarla.
Izuku: hola tía Mitsuki -dijo este con una sonrisa-.
Mitsuki: oh, hola Izu-kun -dijo en un tono alegre- hace mucho tiempo que no te veía -dijo mientras le acariciaba el cabello-.
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Ochaco observo todo con una mirada vacía tratando de ocultar sus celos.
Izuku: ¿qué hace aquí? creí que estaría con mi madre -dijo confundido-.
Mitsuki: bueno... estoy con ella ahora mismo -dijo con simpleza confundiendo aún más a Izuku-.
Izuku: ¿eh? -dijo confundido para observar más detenidamente a la mujer al lado de su tía-.
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Izuku: ¡¿MAMÁ?! -grito sorprendido y alarmado- ¿q-qqu- co-como? -no pudo formular bien sus palabras por la impresión-.
Ochaco: ¡¿ESA ES INKO-SAN?! -grito sorprendida ante lo dicho por el chico-.
Inko: hola chicos -dijo con una sonrisa nerviosa-.
