Capítulo 20

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Tres Meses Después...

ELIANE

Pasaron alrededor de tres meses y apenas podía sostenerme mentalmente, físicamente era invencible pero... mentalmente estaba agotada, ya no soportaba más, cada día que pasaba era una tortura y muchas veces pensé en acabar con dicho sufrimiento dándole fin a mi vida, pero siempre que estaba a punto de conseguirlo... el recuerdo de Claire, me detenía y entonces elegí seguir viviendo sin importar qué. Debía destruir a los Cazadores Nazi a cualquier costo y liberar a las víctimas como yo que estaban recluidas en contra de su voluntad.

Nuevamente había sido víctima del puto veneno que recorría cada vena de mi cuerpo, solo por el simple hecho de haber desobedecido una estúpida orden de no ayudar a un compañero herido, desobedecí la orden, no me importó y pagué el precio. Pero no me preocupé en ese momento porque conocía perfectamente ese dolor, cuánto tiempo duraba y cuándo paraba.

Aunque no tomé en cuenta que la potencia del veneno sería más fuerte que las demás veces que experimenté ese dolor, hubo veces en las que no podía levantarme de la cama porque cada paso que daba era como tener alrededor de 10 ó 12 alfileres clavados sobre la piel moviéndose con plena libertad cada segundo y momento del día.

Pero debía levantarme porque sino... terminaría igual o peor que Claire, y no podía permitirme eso, no, no le temía a la muerte en absoluto, no debía faltar a mi promesa con Claire. No debía fallar, no debía rendirme. Me lo decía a mí misma todos los días y de alguna manera funcionó, porque me hizo más fuerte y perseverante ante todo. Jamás me rendí y nunca lo haría.

Jamás...

(***)

Estaba en mi habitación durmiendo cuando escuché que alguien tocaba la puerta, entonces me levanté de la cama y la tendí con magia, me cambié la pijama por un traje de cazadora Nazi color negro ajustado con botas de tacón negro, que me repugnaba volver a usar.

Era muy parecido al de los Cazadores Nazi varones a excepción de que este era más femenino y tenía un cinturón con compartimentos para armas pequeñas y fáciles de esconder.

Até mi cabello en una coleta de caballo alta y cuando la finalicé, Shawn, había entrado a la habitación. Al verlo me di cuenta enseguida de que ebrio, muy ebrio, apenas podía mantenerse de pie, se tambaleaba y tropezaba con todo lo que había a su alrededor.

Me miró y con su dedo índice me señaló fijamente, siguió mirándome por unos segundos más; cuando finalmente habló.

-Tú...-Dijo con hipo.-Eres... hermosa Eliane, ahora entiendo porque Klaus, está tan fascinado y encantado contigo... jajajaja.-Soltó una risa obscena.

Entonces me miró nuevamente, pero su mirada se dirigió hacia mi busto que estaba levemente levantado por el traje de cazadora que llevaba puesto, sonrió travieso y supe lo que iba a ocurrir a continuación.

Fue directamente hacia a mí e intentó agarrarme de la cintura, pero sus movimientos al ser tan lentos y torpes no logró su objetivo, es más por el simple hecho de que Shawn, estaba ebrio era más torpe y más lento, siendo vampiro sus movimientos y reflejos eran poco útiles en aquel estado de ebriedad.

Me miró nuevamente y dijo:

-Eres mía... y lo serás muy pronto.-En ese momento sentí un profundo asco y deseos de vomitar, muchas veces había oído aquellas palabras pero nunca me habían dado tanto asco como en aquel momento. Entonces me vino a la mente la imagen de Dimitri y la marca comenzó a arder y a doler un poco.

Fue que me di cuenta de que realmente amaba a Dimitri y que lo que realmente deseaba y quería era estar con él toda una vida, donde nada ni nadie pudiera encontrarnos para amarnos, para querernos y tener un futuro juntos. Y... quizás formar una familia con él.

Tomé coraje y golpeé a Shawn con mi puño en el rostro con todas mis fuerzas, sentía como la adrenalina invadía mi cuerpo, temblaba debido a ello, nunca antes me había sentido así, nunca y se sentía bien. Bastante siendo honesta.

Shawn, se levantó con algo de dificultad; ciertamente el alcohol no le sentaba en absoluto, era más que obvio. Me miró con odio y de la nada sus movimientos y reflejos se agudizaron por completo, no parecía estar ebrio en absoluto pero su aliento decía otra cosa.

-¡TÚ NO ERES NADIE PARA GOLPEARME! ¡ZORRA!-Me dio una bofetada y le devolví el golpe, no me importó. Ya había tolerado mucho y ya no más.

¡Ya no más!

Me tomó de las muñecas y me atrajo hacia él, su mirada transmitía odio y frustración, pero sobretodo odio, porque él jamás había sido rechazado por una mujer. Yo era la mujer primera que lo hacía.

-Ya no te voy a tolerar otra humillación más, ya no. Seré libre nuevamente dentro de poco y liberaré a todos los Mestizos de esta maldita Asociación que nunca debió existir en primer lugar. Cuando lo logre... tú ya no vivirás para verlo...-Dije mirándolo directamente a los ojos y por supuesto que él no se esperaba eso.

-Para eso... ya no serás tú misma, nunca más querida Eliane.-Se río con maldad y yo por supuesto que le di otro golpe que ese último lo dejó en el suelo inconsciente, pero antes de eso dije:

-Eso ya lo veremos...

(***)

DIMITRI

Pasaron tres meses y paradero de Eliane, me era desconocido y también para Gretel quien no había dormido durante días buscando a Eliane. Hay me di cuenta de cuán unidas eran y sobretodo que se preocupaban la una por la otra, por supuesto que era lógico porque ambas eran más que amigas eran hermanas de corazón. Aquellas que se cuidan, preocupan y protegen incondicionalmente.

Pasé mis manos por mi cabello y tiré de él frustrado, no había pista alguna de mi Luna, suspiré pesadamente mirando al cielo estrellado, era luna llena y esta bañaba con su leí y esplendor el bosque completo. Era hermoso de ver pero... para mí... no tenía nada de hermoso sin Eliane a mi lado quien seguramente disfrutaría de dicha vista.

Me preocupaba que la estuviesen torturando de una manera cruel y despiadada, hasta el punto de casi matarla pero sabía que ella seguía viva porque podía sentir su esencia cada vez que cerraba los ojos, que era como tenerla a mi lado cada luna llena.

Inclusive llegué a pensar que en quiera estuviera, rogaba porque estuviera bien y pronto encontrarla, tenerla a mi lado, cuidarla, ayudarla a curar heridas y sanarlas. Estaba dispuesto a todo por encontrarla incluso dar mi vida por ello, muchas veces estuve a punto de rendirme y terminar con el dolor y sufrimiento que estaba sintiendo, pero el recuerdo de Eliane, siempre me detenía y me salvaba de cometer una locura.

Estaba en el balcón de mi habitación afuera, estaba a punto de entrar cuando escuché una voz que llevaba meses sin escuchar e incluso había olvidado como se escuchaba.

-Dimitri...-Escuché. Era la voz de Eliane.

-Te voy a encontrar, aunque sea lo último que haga. Lo juro.-prometí mirando a la Luna.

La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora