Capítulo 15

496 41 2
                                    

Desperté a la mañana siguiente y me di cuenta de que estaba en una habitación que no parecía ser la misma habitación de la que me había escapado de la manada hace creo que... uno o dos pienso. Pero en fin... había llegado a donde todo comenzó. Miré a mi alrededor y me di cuenta de que dicho lugar tenía el olor de Dimitri muy impregnado y supe que era su habitación, debí haberlo imaginado.

Entonces miré hacia abajo y me di cuenta de que llevaba puesto una pijama de hombre, una camiseta blanca con mangas cortas muy grande y un pantalón de cuadros azules que también era grande, y también me había percatado de que llevaba puesto un collar para suprimir la magia que era un cuarzo azul turquesa muy oscuro. Suspiré, pero no decepcionada sino... con cierta ironía es decir que no podía creer que un insípido collar como ese podría suprimir mi magia en su totalidad cuando en realidad nada podía suprimirla, solo... inhibirla al mínimo y eso era todo, pero suprimirla nunca.

Miré la habitación y no estaba nada sorprendida de estar ahí. Por supuesto no era ninguna sorpresa para mí porque crecí con dos Alpha's que no dejaban que sus parejas durmieran en habitaciones separadas, obvio me refería a mi Padre y a mi hermano, a quien por cierto no había tenido oportunidad de llamar. Entonces tomé mi teléfono que estaba dentro de mi mochila que afortunadamente no le había pasado nada y todo lo que había dentro estaba ahí e intacto, tomando en cuenta la pelea que había tenido antes con los Cazadores Nazi.

Procedí a llamar a David, pero él muy desgraciado no me tomó la llamada.

"Hola, soy David. Deja tu mensaje después del tono y te llamaré en cuanto pueda. Adiós."—Colgué el teléfono y gruñí del disgusto. Sabe que odio a su estúpida contestadora, pero aún así lo hace.

Dejé mi teléfono en la mesa de noche y me dejé caer en la cama con cuidado de que la herida en mis costillas no se abriera, tuve suerte de que esa estúpida bala no me perforara un pulmón. En fin... suspiré pesadamente mirando al blanco techo preguntándome tantas cosas y sobre todo por qué sentía un extraño hormigueo en mi cuello y principalmente en el vientre.

No era época de celo ni nada parecido, no lo entendí al principio hasta que... me di cuenta de que mi olor era distinto no era el mismo de siempre, tomé mi teléfono y con la pantalla apagada vi que tenía dos agujeros en el cuello y alrededor de la zona estaba inflamada y con una tonalidad morada y otra de color verde. Y alrededor tenía grabada una estrella trivial de contorno negro y las iniciales "D. I."

—Infeliz... ¡Me marcó!—Exclamé golpeando la cama con el teléfono en la mano. No podía creer que había marcado y sobre todo sin mi consentimiento, si quería que me marcaran... por supuesto que no, porque no podía hacer mis cosas sin la preocupación de que me habían marcado.

No me convenía principalmente por mis misiones y claro que eso implicaba que tendría que usar algo más fuerte para ocultar mi olor como alguna pulsera o collar, porque mis pócimas ya no me iban a ser útiles. Me tuve que controlar, no quería que se diera cuenta de que me atraía física y emocionalmente. ¿Por qué? Por orgullo, por supuesto.

Pero pronto aquellos pensamientos y preocupaciones se disiparon tan pronto como recordé a Claire, suspiré pesadamente mirando al techo nuevamente y supe que ya era hora de dejar ir el pasado y seguir adelante, pero antes debía cumplir con lo que había prometido, quizás tal vez quizás... me daría una oportunidad con Dimitri. Pero aún, todavía no.

Primero debía acabar con toda la Asociación de los Cazadores Nazi y no dejar rastro alguno de ella, para ello debía empezar a moverme y pronto. Entonces tomé mi laptop, me acomodé en una posición cómoda y me puse a trabajar observando cada tanto a Dimitri mientras él dormía, sonreí de manera inconsciente al ver que él fruncía los labios de una manera muy divertida.

Mandé varios emails y demás a Max a través de un correo electrónico de máxima seguridad que solo los Night Hunter's conocían y podían usar sin el temor o preocupación de que alguien tenga acceso a nuestros archivos e historial. Además también me había comunicado con Gretel y Dakota contándoles lo ocurrido y por supuesto que primero los calmé diciéndoles que estaba bien y que no se preocuparan por mí.

Minutos después dejé la laptop aún lado después de haber hecho una reservación en un hotel en Francia para la próxima semana, ya que debía ir ahí para visitar a unos videos amigos que no había visto en años y después iría a Meissen, Sajonia, Alemania a ahorcar a David.

Pero antes de hacer todo lo que tenía qué hacer... primero debía lidiar con el dormilón de mi insoportable Mate. No sabía por qué pero... comencé a tomarle cierto cariño. Minutos más tarde despertó.

(***)

DIMITRI

Al abrir los ojos lo primero que vi fue a Eliane, quien estaba jugando con su teléfono y después lo dejó cuando me aclaré la garganta y la llamé, me había ignorado al principio pero luego de un poco de insistencia me hizo caso de mala gana pero lo hizo.

—¿Cómo te sientes?—Pregunté.

—Bien, gracias.—Respondió un poco ansiosa y nerviosa. Yo sabía muy bien por qué, mi marca se estaba haciendo presente y pronto teníamos que completar el vínculo, sino lo hacía... iba tener que marcarla nuevamente.

—¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

—Casi dos días.—Respondí. Abrió los ojos sorprendida y a la vez no tanto. Ella suspiró pesadamente mirando al suelo con cierta resignación, pensé que el hecho de que finalmente la había marcado la cambiaría pero nunca tomé en consideración que Eliane Salvatore, era una maestra en el arte del engaño.

—¿Te puedo pedir un favor?—Asentí.

—¿Qué necesitas?

—Necesito que me ayudes a levantarme para ir al baño. Por favor.—Su mirada parecía ser sincera y no me hizo sospechar que algo estaba a punto de ocurrir.

—Claro. Pero cuando termines llámame, no quiero que vuelvas a escapar. ¿Entendido?—Ella accedió y la cargué en brazos hasta el baño que estaba a sólo 3 metros. Tres metros que desearía no haberle permitido pasar. La bajé y entró con cuidado al baño. Cerró la puerta y me quedé esperando a que terminara.

(***)

Pasaron alrededor de diez minutos y todavía no salía, empecé a preocuparme. Entonces toqué la puerta y no me respondió, insistí un poco más y nada. No tuve otra opción más que derribar la puerta y para mi mala suerte ella había huido otra vez, otra vez me había engañado. No comprendía cómo le había hecho si había tomado todas las precauciones desde pedirle a Valerie que pusiera un campo magnético alrededor de la mansión, hasta ponerle un collar a Eliane, que supuestamente suprimiría su magia y no le permitiría hacer hechizos de mucha destreza y cierto grado de dificultad.

—Maldita sea... ¡Me engañó!—Salí del baño hecho una furia buscándola por toda la mansión pero no había rastro alguno de ella y eso me dejó todavía más desconcertado y más molesto de lo que ya estaba.

(***)

ELIANE

No podía creer que mi plan había funcionado y sobre todo porque se había creído el cuento de que necesitaba ayuda para ir al baño... ¡Que ingenuo! En fin... ya era libre y nada ni nadie podía decir o hacer lo contrario. Me cambié de ropa de un sólo chasquido, traía un conjunto de un pantalón de mezclilla negro roto de las rodillas y una blusa blanca sin tirantes y una chaqueta negra de cuero, y por supuesto mis botas negras estilo militar favoritas. Me quité el collar y lo guardé en mi mochila, porque me gustó y ya.

Me acomodé mejor la mochila y me cercioré de que mi herida estuviese intacta, no quería ir a un hospital y ser descubierta por alguien, pero por el lado bueno no vi necesario ir a un hospital, aunque por el otro lado... no podía confiarme tanto. Bueno... seguí caminando y a mitad del camino me detuve y abrí un portal, lo pasé y me fui.

La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora