Capítulo 12

475 41 0
                                    

DIMITRI

Ella se había escapado nuevamente y no sabía a dónde diablos se había ido esa vez, fue muy lista no dejó rastro alguno, ni siquiera una pista que me diera una idea exacta de dónde estaba ella, nada, absolutamente.

—Maldita sea, ¿Dónde estás Eliane?—Murmuré entre dientes, sentado en mi despacho sosteniendo entre mis manos mi celular esperando a que mi Beta Jake o uno de mis contactos me comunicara alguna noticia del paradero de mi Luna.

No podía estar quieto preguntándome en dónde diablos estaba ella y si estaba bien, se había ido sin dejar nada a atrás en ese momento entendí lo que significaba estar preocupado por alguien que te importa mucho y que deseas que esté bien, que nada malo le suceda donde quiera que estuviera. Después de unos pocos minutos de tensión recibí una llamada de un número desconocido, era de otro país.

—¿Hola?—Respondí en Inglés.

D-Dimitri...—Era Eliane y no sonaba bien. Me preocupé enseguida.

—¿Dónde estás?—Hubo un largo silencio que solo había durado unos cuantos segundos que me parecieron eternos, me empezaba a desesperar cuando nuevamente oí su voz.

Estoy... en Estocolmo... los Cazadores Nazi... me emboscaron, apenas pude escapar.

¿Estás herida?—Pregunté angustiado.

S-Sí... estoy perdiendo mucha sangre... me hirieron con una bala de plata... ¡Ah!—Soltó un quejido y respiraba de manera profusa, era evidente que estaba sufriendo mucho dolor.

—¿Por qué no llamaste a los Night Hunter's?

N-No... ellos... me matarán si lo hago... P-Por eso... te llamé a ti... ven pronto, ya no aguanto más. ¡Ah!

¿En qué parte de Estocolmo estás?—Tardó en responder y escuché que hizo un esfuerzo por responder mi pregunta y no quedarse sin aliento.

En Provincia de Estocolmo... en Vallentuna... estoy en una reserva natural llamada Bromseby.

Está bien... llego en diez minutos en un portal. Resiste, por favor. Tú eres fuerte.—Ella afirmó y muy pronto me colgó el teléfono y supe que si no llegaba cuánto antes ella moriría.

Entonces llamé a mi amiga Valerie, quien anteriormente me había ayudado antes y siendo honesto no quería llamarla pero ella era la única que podía ayudarme. Respiré profundo e hice la llamada.

—Hola Valerie, soy yo. Necesito un favor, es una emergencia.—Ella accedió a venir y en menos de un segundo apareció a través de un portal.

Ella vestía un pantalón negro ajustado y una blusa negra de tirantes y encima llevaba una chaqueta de cuero puesta y botas negras con tacón corto.

—¿Qué pasó?—Preguntó. Le conté sobre la llamada de Eliane y enseguida Valerie se preocupó.

—Tienes que ir inmediatamente con ella, si no vas ella morirá. Tú eres el único que puede salvarla.

—Abre un portal, por favor.—Ella asintió y lo abrió, lo atravesé y me fui.

(***)

ELIANE

Fui a la Provincia de Estocolmo, Vallentuna, para recolectar información acerca de la sede de los Cazadores Nazi que justamente se encontraba ahí, cuando estos me emboscaron y durante la pelea recibí un balazo en el costado izquierdo de las costillas, la herida dolía y ardía peor que el mismo infierno de mundo en el que todos vivimos, pero aún así logré escapar con algo de información en mano aunque... no tuve tanta suerte.

Pero eso no importaba había conseguido lo que quería... sí. Aunque... por poco eso casi mató.

Huí a lo que se veía como un bosque pero en realidad era una reserva natural por lo que pude notar, seguí caminando hasta llegar a lo más profundo de la reserva y poder pasar desapercibida, en ese momento la herida comenzó a dolerme todavía más pero... no podía usar ninguna pócima o hechizo para curarla porque mis hechizos y pócimas no eran inmunes al nitrato de plata líquido porque dicha bala estaba bañada en eso y era veneno para nosotros los licántropos y no podía simplemente sacar la bala con la mano.

Me dejé caer sentada debajo de un árbol, había dejado un poco de sangre en el tronco y en el suelo, ya no me importaba eso lo único que quería era salir viva de ahí y volver a casa con mi familia, no sabía porque de repente tenía esos pensamientos y vaya que había sido herida en otras ocasiones pero jamás me había llegado al pensamiento el recuerdo de mis Padres y mi hermano.

Por alguna razón en particular estaba pensando en ello, pero de pronto llegó a mi mente la imagen de Dimitri, no sé porque pero debía llamarlo y pronto. Entonces lo llamé y afortunadamente me respondió rápido, sentí un gran alivio al escuchar su voz; no sabía por qué pero... su voz me tranquilizaba de manera inexplicable.

—¿Hola?—Respondí en Inglés.

D-Dimitri...—No podía hablar claramente. Y supe casi de inmediato que se preocupó enseguida.

—¿Dónde estás?—Hubo un largo silencio que solo había durado unos cuantos segundos que le parecieron eternos, noté que empezaba a desesperarse cuando nuevamente escuchó mi voz, fue que se calmó.

—Estoy... en Estocolmo... los Cazadores Nazi... me emboscaron, apenas pude escapar.

—¿Estás herida?—Preguntó angustiado.

—S-Sí... estoy perdiendo mucha sangre... me hirieron con una bala de plata... ¡Ah!Solté un quejido y respiré de manera profusa, era evidente que no estaba tolerando bien el maldito dolor.

—¿Por qué no llamaste a los Night Hunter's?

—N-No... ellos... me matarán si lo hago... P-Por eso... te llamé a ti... ven pronto, ya no aguanto más. ¡Ah!

—¿En qué parte de Estocolmo estás?—Tardó en responder y escuché que hizo un esfuerzo por responder mi pregunta y no quedarse sin aliento.

—En Provincia de Estocolmo... en Vallentuna... estoy en una reserva natural llamada Bromseby.

—Está bien... llego en diez minutos en un portal. Resiste, por favor. Tú eres fuerte.—Afirmé y muy pronto le colgué el teléfono, el nitrato estaba matándome de una manera muy lenta y dolorosa.

(***)

Rato después ya no podía seguir despierta, los ojos me pesaban, estaba muy pero muy cansada, ya no podía más y me preguntaba cuánto tiempo había pasado después de haber llamado a Dimitri, realmente necesitaba que él estuviera conmigo que me dijera que todo iba a estar bien y que no me preocupara, pero realmente ya nada podía hacerme sentir segura y siendo honesta... ni siquiera estaba segura de lo que estaba pensando en ese momento.

Sólo quería salir de esa situación lo antes posible, miré hacia arriba y pude ver claramente la media luna y las estrellas que iluminaban el cielo con su luz. Me pregunté en ese momento cómo se sentiría ser una estrella más en el cielo iluminando el camino de aquellos que seguramente se sentían tan perdidos y desesperados como yo por encontrar una salida nos sacara de nuestros propias agonías y angustias.

E incluso llegué a pensar que si así se sintió Claire, cuando ella murió en manos de ese maldito Cazador Nazi en quien una vez confiamos y terminó por traicionarnos en un intento de ser libres.

Entonces antes de quedar inconsciente escuché a lo lejos unas voces que me eran conocidas pero a la vez tan lejanas que cuando menos me di cuenta ya había quedado inconsciente, pero antes de eso escuché claramente la voz de Dimitri llamándome y después nada.

—¡Eliane!—

La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora