La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...

Capítulo 23

NARRADOR OMNISCIENTE

—¡¡¡NO!!!—Ella gritó. La sangre salpicó por todos lados, salpicó en su cara, en el piso, incluso en las paredes. Aquel mar de sangre era lo único que se podía distinguir entre todo lo demás, el olor penetrante, tenía ese peculiar olor a animal muerto.

Pero no había un animal muerto, sino un ser humano que acababa de dar su vida por alguien más, por ella. Aunque no se conocían de nada, él no dudó en ir a auxiliarla y debido a su intervención... perdió la vida. Ella comenzó a gritar de manera histérica, estaba fuera de si; en sus ojos había miedo, terror, angustia y desesperación.

Después de lo que parecieron ser unos minutos, hubo un silencio total...

La niña, estaba sentada en el suelo, sobre un enorme charco de sangre que tiñó su ropa que antes era blanca ahora era de un rojo intenso y oscuro. Tenía la mirada ida, sus ojos estaban apagados, sin vida alguna en ellos, estaban rojos e hinchados de tanto llorar, lágrimas corrían por sus mejillas, su mirar expresaba culpa y tristeza absoluta.

Ella no comprendía en aquel momento por qué aquel hombre la había salvado de una muerte segura y lo más probable era que jamás lo supiera. Entonces en ese momento se preguntó: "¿Por qué vivo en un mundo donde todos a mi alrededor mueren?"

No lo sabía. Jamás pudo encontrar esa respuesta.

(***)

DIMITRI

Abrí los ojos y me di cuenta de que había sido únicamente un sueño, pero no entendí quién era la niña, ni siquiera pude ver claramente su rostro.

Me dolía el pecho de la angustia y la desesperación que sentía todavía. Aquella niña de mi sueño había sido tan real y verdadero que... incluso llegué a pensar que ella era real.

Su voz me era demasiado conocida y a la vez tan lejana, aquella voz era tierna y dulce, con un suave sonido que me hacia estremecer. Pero... oírla gritar..., me hizo enfurecer y no entendía porque, traté de recordar un poco más y fue inútil. Miré mi reloj y eran apenas las 5:30 de la mañana, faltaba media hora para llegar al escondite de los Cazadores Nazi.

Estábamos a un paso de llegar a territorio prohibido, probablemente algunos no saldríamos ilesos o inclusive... hasta muertos, pero todo sacrificio vale la pena por salvar y ayudar a otros a salir de aquel infierno que estaban viviendo, encerrados en un cuarto oscuro, sin ventanas que dieran vista al mundo exterior, el anhelo y deseo de sentir salir y conocer nuevamente la luz del sol, conocer nuevamente lo que el mundo tenía por ofrecer.

Pero... para esos pobres niños y adolescentes, ese deseo tan sólo... se volvió una ilusión que jamás ocurriría al menos de que fueran sometidos al control de los Cazadores Nazi, que por desgracia eso ocurría la mayoría de las veces.

Por ese lado entendía a Eliane, en por qué deseaba tanto ir a quién sabes cuántos países del continente en busca de información y aliados para poder destruir la Asociación de Cazadores Nazi, ahí mismo comprendí que ella en realidad era una mujer de mente madura que lo único que buscaba era justicia e igualdad para todos y todas las víctimas recluidas en contra de su voluntad y lejos de lo que aman, y conocen... que es su familia y amigos cercanos.

Luego de unos minutos... David, detuvo el auto en seco y dijo:

—Hemos llegado, vamos.—Se puso su máscara que era oscura al igual que su ropa de cazador, que ocultaba la mitad de su rostro y solo dejaba ver su ojos, eran totalmente idénticos a los de Eliane. Extrañaba esos ojos y pronto los iba a volver a ver, pensé.