Capítulo 31

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ELIANA

Después de lo ocurrido, llamé a Grace y a Adam, les dije la verdad y lo que iba a suceder, ambos hermanos sabían que algún día ese momento iba a llegar pero nunca pensaron que sería tan pronto, 19 años pasaron y finalmente había llegado el momento de la verdad. De alguna manera Grace y Adam, lo entendieron pero... Ashton, era otro asunto que se debía manejar con cuidado, nadie sabía cómo decirle que su hermano debía morir por el bien de todos.

Podía sonar fácil pero realmente era muy difícil verlo a los ojos y decirlo, en verdad no era fácil. Y no quedaba de otra, así que... Grace y Adam, accedieron a venir a Alemania y hablar con Ashton sobre lo que iba a suceder, aunque tenía la ligera sensación de que él ya estaba sospechando que algo iba a ocurrir según había hablado con Sofía un día antes de hablar con los hermanos Wallace.

Finalmente colgué el teléfono después de confirmar el día y la hora de llegada de Grace y Adam, llegarían la noche siguiente así que había suficiente tiempo como para que todos pudiéramos estar preparados para lo que iba a ocurrir. Entonces salí de mi habitación para ir a buscar a Eliane, a quien no había visto desde hace rato; al llegar a su habitación escuché un leve ronquido y supe que Eliane y Dimitri, estaban durmiendo.

Estuve a un paso de tocar la puerta pero preferí dejarlos dormir un poco, ambos seguían cansados aún después de lo sucedido en los Alpes, Suiza. Me retiré discretamente para que no se percataran de mi olor y presencia, por lo visto había funcionado porque no escuché que alguno de los dos se levantara y abriese la puerta.

Seguí caminando con normalidad cuando una mano me jaló a mi habitación, percibí el olor enseguida y supe de quién se trataba.

—Damon... ¿Qué estás haciendo?—Me acorraló contra la pared, me sujetó de ambas muñecas hacia los lados y sonrió de manera perversa mirando mi escote, que resaltaba debido a que llevaba mi traje de cazadora que era totalmente negro y ajustado sobretodo del busto. Y lo peor era que ese era su traje favorito, además de mi busto que lo enloquecía al igual que mis caderas.

—Me dejaste con las ganas anoche mujer... ahora lo vas a pagar.—Arqué una ceja y sonreí burlona.—¿Así? ¿Y cómo?

Cuando dije eso literalmente rompió mi ropa dejando ver mis suculentos senos que estaban erectos por el placer que estaba sintiendo. Damon, miró mis senos y su mirada se oscureció casi de inmediato y me tomó de ambas piernas y caderas haciendo que las enredara alrededor de su cintura. Emitió un gemido ronco y me miró con lujuria con una mezcla de un deseo incontrolable.

Depositó besos húmedos en mi cuello y en mis senos haciendo que gimiera de placer, me llevó cargando y volvió a estrellarme contra la pared una y otra vez, entonces dirigió su atención en mis labios, nos besamos con tanta desesperación y deseo que no, nos dimos cuenta de cuántas cosas habíamos tirado y roto en el proceso.

Entonces Damon, sacó el resto de mi traje y quedé completamente en ropa interior que era negra y con poco de encaje, también la había sacado de un tirón sentí un leve ardor que me excitó, estaba a su merced, nada ni nadie lo iba a detener. Me depositó suavemente en la cama y siguió besándome, después se siguió hacia abajo, depositó un beso en mi esternón, entre mis senos, en mi abdomen, estaba tan concentrada en todo el placer que estaba sintiendo que cuando menos me di cuenta me había penetrado con sus dos dedos, el índice y el medio.

Gemí tan alto que pensé que alguien vendría a ver qué demonios estaba ocurriendo, pero eso no sucedió, entonces estaba planeando mi venganza al ver que Damon, todavía seguía vestido. Él se dio cuenta de mis intenciones y cambiamos de posición, me puso a horcajadas para montarlo y le quité en una sola pieza su traje de cazador y lo arrojé al suelo.

Después comencé a masajear su miembro que enseguida se puso más duro y erecto en mi mano, lanzó un ronco gemido, me miró con tanta intensidad que le sonreí burlonamente. Él gruñó del disgusto pero no me importó, entonces dejé su miembro en paz por el momento y centré mi atención en el resto de su cuerpo.

Besé y lamí sus abdominales, hasta llegar al cuello en él deposité besos húmedos y lamí mi marca que le había hecho pocos meses después de que había nacido David. Había decidido marcarlo debido a un incidente que ocurrió en una misión hace 19 años, pero en ese momento dejé darle importancia y seguí lamiendo mi marca que era una estrella de cinco picos de contorno negro.

Después dejé su cuello en paz y me seguí con sus labios que besé gustosa, luego él tomó el control y comenzó a besar mi cuello con un salvajismo que en vez de hacerme empujarlo, me hizo excitarme todavía más. Luego se siguió hasta mi abdomen y sin previo aviso me penetró con su miembro con desesperación y excitación absoluta.

Gemí tan alto que ni siquiera me di cuenta de que había despertado a varias personas, pero no me importó, no quería que parara. Salió de mi interior y me besó nuevamente. Dejó de besarme ya que su respiración y la mía estaban muy aceleradas y necesitábamos recuperar el aliento.

Damon, se tumbó en la cama a mi lado y me abrazó sujetándome de la cintura, nos reímos por un momento sonrojados al escuchar las quejas de mi hija, quien estaba muy molesta porque no la dejábamos dormir.

—¡Follen otro día! ¡Quiero dormir!—Soltamos la carcajada los dos. Y después le respondí:

—¡Cuando tengas tu propia casa, que será pronto, harás lo que quieras! ¡Pero mientras tanto aguántate!—Escuchamos un pataleo y una sonora carcajada que pertenecía a su Mate.

—No debiste haber dicho eso, luego se vengará cuando la vayamos a visitar.

—Cuando eso pase, estaremos a diez habitaciones alejados de ellos.—Ambos concordamos y nos quedamos dormidos casi de inmediato abrazados bajo las mantas.

(***)

DIMITRI

Mi Luna estaba molesta y cansada porque sus Padres estaban haciéndolo y se escuchaba por toda la casa, no dejaban dormir a nadie, entonces Eliane, se hartó y gritó:

—¡Follen otro día! ¡Quiero dormir!—Escuchamos las carcajadas. Después mi suegra le respondió:

—¡Cuando tengas tu propia casa, que será pronto, harás lo que quieras! ¡Pero mientras tanto aguántate!—Eliane, pataleó del disgusto con su pie sano y me reí de su cara.

—Ven, ya se callaron. Vamos a dormir.—La llevé a la cama a dormir y la abracé por detrás acariciando su pelo tratando de calmarla y olvidara su enojo.

—Ellos sí pueden... pero yo debo estar en silencio.—Murmuró del disgusto.

Después de tanto quejarse se quedó completamente dormida y la atraje más hacia a mí, me dormí luego de cerciorarme de que ya no hubiese ruido alguno.

La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora