Capítulo 35

216 17 0
                                    

GRACE

Pasaron tres días desde que se tomó la decisión de ejecutar a Stefan. No pude dormir casi nada desde entonces e incluso llegué a pensar que yo misma debía terminar con la vida de mi propio hermano para así no sentirme tan culpable, pero Adam, me detuvo en más de una ocasión y en todas esas veces he tenido una daga de plata en la mano dispuesta a matar Stefan.

Aunque por muy dispuesta que estaba no tuve el coraje suficiente para hacerlo, entonces tuve que dejar que Eliana y los Night Hunters se encargaran de mi hermano. Dolía como el mismo infierno, era como sentir un cuchillo caliente atravesándome el pecho, sentía tanto dolor en el pecho que ni siquiera podía saber o entender cómo era posible hubiese alguien tan cruel como Stefan.

No sé qué fue lo que le sucedió, qué lo cambió, porque realmente ya no lo reconocía, sólo veía a un hombre sin corazón que hizo una serie de atrocidades que no merecían el perdón de nadie. Pero de todas formas sólo quería ir a verlo, mirarlo a los ojos y preguntarle la razón, sin importar que lo más probablemente era que jamás obtendría una respuesta de él.

Aún así debía intentarlo y por lo menos intentar sacarme esta gran presión y culpa de mi pecho. No sólo dolía, sino que también... sentía gracias a mí es que mucha gente inocente sufrió y algunas murieron, todo por mi culpa.

Era mi culpa y nada más que mi culpa, yo era la responsable de cada lágrima que derramaron las víctimas de Stefan, cada gota de sangre que se derramó fue mi culpa y lo único que podía hacer era... dejar que mataran a mi hermano, sin importar que esa molesta voz en mi mente me dijera que lo salvara y que rogara porque le dieran una oportunidad, con la estúpida creencia de que mi hermano algún día recapacitaría.

Estaba muy equivocada y aún así siempre elegí creer en él. ¿Por qué? Porque todavía veía a ese niño dulce y tierno que siempre me protegió de quienes me veían como un monstruo, que siempre estuvo a mi lado y que jamás me dejó sola en mis peores momentos desde niña. Por ende es que siempre elegí ayudarlo y protegerlo, como hice hace 19 años y mi buena voluntad se convirtió en un infierno para Eliana y su familia, Eliane, Gretel, Dakota, entre otros.

Pero quien más sufrió fue Eliane, ella pagó un precio que no merecía pagar; pero aún así lo hizo y en consecuencia... se convirtió un arma asesina siendo una niña de tan sólo 6 años de edad, su vida giró entorno a matar, secuestrar y torturar. Fue así por once años y aún así ella siguió adelante, cargó con quién sabe cuántas muertes y de todas formas ella logró salir de la oscuridad.

Hacer algo por aquellos que estaban viviendo o habían vivido lo mismo que ella, los ayudó, los motivó hasta donde pudo. Y aún así no se dejó caer.

Pero como dije antes ella pagó un precio que no debía pagar y fue mi culpa.

(***)

A la mañana siguiente me levanté casi a las 6 de la mañana, no pude dormir otra vez por la culpa. Me vestí con mi traje de cazadora y salí de mi habitación con una daga y una nueve milímetros enfundadas en mi cinturón negro del mismo tono que mi vestimenta. Miré mis botas de senderismo del mismo tono y miré hacia el frente pensando en que debía ser fuerte y afrontar las cosas con valentía y honestidad.

Entonces bajé las escaleras y llegué al comedor donde todos estaban desayunando, riendo y sonriendo, respiré profundo y fui hacia ellos. La primera persona que me vio fue Eliane, quien me hizo una seña para que me sentara a lado de mi hermano Adam. Él también sonreía y reía con los demás.

Era la primera vez que lo veía sonreír de esa forma, habían pasado tantos años y era la primera vez que lo volvía a ver sonreír. Me sentí en esencia aliviada y tranquila.

Jamás había sentido tanta paz y tranquilidad, era una sensación rara e inexplicable para la cual no tenía palabras para explicar cómo me sentía en ese momento.

Me senté a lado de Adam y él me acarició la cabeza despeinándome como siempre, lo miré mal y él se rió.

—Buenos días.—Dijo Elizabeth con la boca llena. Me reí pero a la vez fue asqueroso.

—Buenos días.—Le respondí.

—¿Dormiste bien?—Negué con la cabeza, todos me miraron y notaron enseguida que tenía los ojos vidriosos, en eso llegó Eliane y al verme supo de un vistazo todo.

—No te sientas culpable. Nadie sabía lo que iba a suceder y culparte a ti misma es lo peor que puedes hacer. Créeme, no es fácil aceptarlo pero con el tiempo te das cuentas de que... las culpas sólo son una tormenta que tú misma has creado para ser atormentada por tu propia mente.—Eliane, había dicho algo muy cierto.

Pero entonces, ¿Por qué siento una enorme culpa que no me deja en paz?

Porque yo soy la que controla cada pensamiento y acción que mi mente planea y ejecuta.

Soy la gobernante de mis propias emociones y pensamientos, nada ni nadie puede gobernarlos más que yo. No importa qué.

—Grace..., no te sientas mal. Tú no sabías que algo como esto iba a pasar, le suplicaste a mi madre para que no matara a tu hermano y ella aceptó tu pedido, porque creyó que era lo correcto y así evitar que nuestra familia y los Night Hunters se mancharan las manos de sangre. Pero en este caso... no queda de otra más que...

—Ejecutarlo.—Dije antes de que terminara ella la frase.

Hubo un mortal silencio y después de pensarlo un poco, me decidí a decirlo porque yo debía terminar lo que había comenzado hace tantos años.

—Eliane, ¿A dónde fueron tus Padres?

—Están durmiendo todavía. ¿Por qué?—Me dijo confundida.

—Porque quiero ser yo la que acabe con la vida de Stefan.

Todos los presentes estaban sorprendidos y no daban crédito a lo que había dicho, era una locura lo que estaba diciendo pero... yo comencé esto y debía terminarlo yo misma.

—¿Estás segura?—Me preguntó Adam preocupado.

—Si, Adam. Estoy segura de esto, yo fui la causante de tantas desgracias que lo único que puedo hacer es... terminar con la vida de mi propio hermano. Así de simple.

—Grace...—Miré hacia atrás y ahí estaba Ashton, él había escuchado todo lo que había dicho y sabía que me diría algo pero en esencia no sabía qué me diría exactamente.

—Desde niña siempre has sido muy terca y testaruda en todo sentido de la palabra, sin mencionar que eres impulsiva, además de que cada una de tus acciones han provocado consecuencias de las cuales bueno... la última vez nos separamos y nos volvimos a ver 100 años después. Y luego hace 19 años actuaste de manera impulsiva y le rogaste a Eliana que no matara a Stefan. Todos aceptamos tu petición pero... ese imbécil volvió a hacer de las suyas y entre ellas secuestraron a la Eliane, la convirtieron en una asesina, en un peligro para cualquier ser sobrenatural, incluso para ella misma. Pero... dentro de todo logró salir de ese mundo y se reformó.

El punto aquí es que... lo tú quieres hacer es el impulso de una culpa por algo que provocaste cuando te dije que no lo hicieras, que dejaras el caso en manos de Eliana y Damon. ¿Hiciste caso? Por supuesto que no. No lo hiciste.

Y te diré lo mismo que hace 19 años... No te involucres Grace, por favor.—

Ashton, tenía razón pero de todas maneras tenía que hacerlo y así poder enmendar mi culpa. Y si podía ser impulsiva pero debía hacerlo.

—Ni lo pienses Grace. Sé lo que piensas y no lo harás.

—¡Ashton, por favor!—Exclamé golpeando la mesa haciendo que los platos y vasos temblaran un poco.

—¡NO Y PUNTO FINAL!—Me gritó, jamás me había gritado de esa forma, no dije nada y me fui del comedor molesta.

Iba hacer lo que fuera necesario para terminar con este asunto, sea como sea lo haría.

La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora