Capítulo 29

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DIMITRI

Saber que Stefan, quería a Eliane para él y sus oscuros propósitos, me hizo hervir la sangre del coraje y enojo que comencé a sentir, e incluso cuando tuve cara a cara a ese malnacido estuve a un paso de acabar con él, pero Eliane, me detuvo y me convenció de que no fuera a darle una lección a ese bastardo.

En cambio estaba en la cama con mi Luna, quien dormía tranquilamente en mis brazos sin la preocupación de que el veneno que durante años la había acompañado, hiciera de las suyas y le provocara más daño, afortunadamente mi marca fue la que solucionó todos los problemas dándole fin al dolor y sufrimiento de Eliane.

Eliane, se removió en mis brazos acomodándose en una posición cómoda, soltó un pequeño suspiro y siguió durmiendo, la, miré atentamente y pensé que era muy afortunado de tenerla a mi lado por fin, sin que nada ni nadie lo impida. Solamente la terquedad de Eliane, iba a ser el menor de mis problemas y un dolor de cabeza más.

El mayor problema era Stefan... ese infeliz era un enorme problema y un grano en el trasero que la única manera de detenerlo era acabar con él, pero Eliane; por el caso que debía resolver es que todavía no quería hacer eso, lo entendía pero... sabía que muy pronto ese hombre con el tiempo sería alguien aún más peligroso de lo que ya era. Me quedé pensando en ello y cuando menos me di cuenta el sueño me había vencido.

(***)

DAKOTA

Apenas habían pasado un par de horas después de que Eliane, despertó y ya había comenzado una pelea, Dimitri, estuvo a un sólo paso de matar a Stefan, pero afortunadamente Eliane, lo detuvo y se lo llevó lejos de la situación, los demás nos quedamos y antes de que Eliane y Dimitri, se fueran, Eliane, nos hizo una seña a Gretel y a mí con la mirada, y supimos inmediatamente lo que significaba...

Encerrar a Stefan, en el mundo de los malditos, un lugar en el cual nadie tenía la posibilidad de salir a menos de que confiese sus más grandes pecados y atrocidades, era la única manera de salir, sin embargo aquellas confesiones debían reales y sinceras, sino era así... entonces serían destruidos y no quedaría nada de ellos. Sólo el recuerdo de lo que alguna vez fueron en el mundo físico.

Gretel, abrió el portal y lancé a Stefan, atado al portal, y después el portal se cerró; fue en efecto buena idea encerrarlo ahí, porque desde una bola de cristal podíamos verlo y monitorear sus movimientos, e incluso podíamos verlo y oírlo, y él a nosotros por ser mitad bruja y hechicero. Ningún otro ser sobrenatural como un vampiro o licántropo podía verlo o incluso escucharlo.

Gretel, hizo aparecer la bola de cristal y en pocos segundos vimos a Stefan, sentado en una roca mientras miraba a otros sufrir en su propio infierno, siendo descuartizados y después de eso eran revividos, mientras que otros eran torturados por los recuerdos de cuando estaban vivos e hicieron cosas que ya de muertos comenzaban a lamentar.

La pelirroja, tenía una mirada fría y un tanto distante al estar cerca mío, mirando la bola de cristal con mucho detenimiento, lanzó un largo suspiro para después hacer desaparecer la bola de cristal.

—Ese bastardo, no dirá nada. No importa qué hagamos, no dirá nada.—Dijo Gretel, frustrada pasando sus manos por su cabello tirando de él con fuerza.

—Tienes razón, no dirá nada a menos de que Eliane o su Madre, hablen con él. Pero dudó mucho que una de ellas acceda con tanta facilidad.

—Cierto... Eliane, lo haría sino fuera porque Dimitri, quiere arrancarle la cabeza a ese chupa sangre... y además... Eliana, tiene mucho rencor y resentimiento hacia Stefan.—Asentí dándole la razón a Gretel.

La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora