Capítulo 28

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ELIANE

A la mañana siguiente desperté y para mi fortuna, Dimitri, todavía seguía durmiendo; eran casi las siete de la mañana y me levanté con discreción de la cama, dejando una almohada con mi olor como sustituto para que Dimitri, la abrazara y no se diera cuenta de mi ausencia. Debía salir y hablar con Max, tenía un horrible presentimiento de que algo iba a pasar, pero la verdad esperaba estar equivocada y que mis temores fueran infundados.

Ann y yo, teníamos la preocupación de que Stefan, hubiese escapado del Castillo de los Night Hunter's, y estuviese oculto justo enfrente de nuestras narices, donde se diera cuenta de su presencia; yo podía sentirlo pero no sabía si mi Madre podía sentirlo también, pero no quería preocuparla, primero debía averiguar lo que estaba pasando y si realmente era como yo pensaba, entonces... la posibilidad de que Stefan, hubiese escapado era una posibilidad bastante grande.

No le había dicho nada a mi familia, mucho menos a Dimitri, quien seguramente iba a volverse loco e iría a buscar a Stefan; para darle una paliza y no quería eso, porque Stefan, no era alguien con quien se podría pelear fácilmente. En pocas palabras el idiota de Stefan, era capaz de todo con tal de obtener lo que quisiera sin importar el precio.

Me puse una camisa encima que estaba en el borde de la cama y fui directamente al baño, después me vestí con magia, traía puesto unos vaqueros y una blusa gris sin mangas y un suéter ligero color negro, me até el cabello en una coleta de caballo un tanto desordenada y me puse mis botas de campo del mismo color que mi suéter.

Salí de la habitación y cerré la puerta con mucho cuidado de no despertar a Dimitri, caminé por el largo y amplio pasillo, no podía creer que siguiera exactamente igual, las paredes color marfil, la alfombra gris oscuro, e incluso las misma lámparas seguían ahí.

Era increíble para mí, porque desde que me fui de casa hace casi tres años... no hubo un sólo día en el que no pensara en qué había sido de este lugar, sabía que la manada continuaba pero... no sabía si seguía siendo igual a cómo lo recordaba.

Pero al regresar y ver que todo seguía igual, me hizo darme cuenta de muchas cosas, una de ellas fue el hecho de que mi partida había sido un avance para mí y un retroceso para mi familia, en el sentido de que tenía la firme idea o pensamiento de que ellos debían avanzar y seguir adelante sin una hija que lo único que ha provocado ha sido nada más que problemas.

Y el hecho de ver que nada había cambio, me hizo darme cuenta de cuán equivocado estaba, no sólo todo estaba exactamente igual sino que mi antigua habitación, donde actualmente duermo con Dimitri, seguía intacta y sin alteración alguna por parte de nadie.

Me hizo darme cuenta de que ellos esperaban a que yo regresara a casa algún día y por lo visto nunca perdieron la esperanza de ello, era increíble para mí e incluso llegué a pensar que era alguna especie de sueño en el que veía todos mis recuerdos implantados en el lugar en que estaba, que era mi casa. Mi hogar.

Seguí caminando y cuando llegué a la ventana del pasillo, pude sentir otra vez esa sensación de ser acechada por alguien o más bien por Stefan. No hice nada, sólo mantuve la guardia en alto, esperando a que el hijo de puta apareciera y de una buena vez sacarle unas cuantas repuestas a ciertas preguntas que durante mucho han rodando dentro de mi cabeza.

Esperé unos minutos y nada, cuando creí que no iba a aparecer fue que él apareció, no lo dudé ni dos veces cuando tenía acorralado a ese maldito contra una pared, apuntándolo con mi daga, mirándolo fijamente con una mirada fría y asesina al mismo tiempo.

Él parecía disfrutarlo y eso me hizo más enfurecer, estuve a un sólo segundo de rebanarle el cuello con mi daga que tenía una hoja de plata pura, que podía matarlo en un instante.

La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora