La Cazadora De La Noche: Soy Tu Perdición...

Capítulo 26

+18 AÑOS. ESTÁN BAJO SU PROPIO RIESGO

ELIANE

Desperté en cama y a mi lado estaba Dimitri, no sabía bien que había ocurrido, pero... por alguna rara razón sentía mi cuerpo caliente, era como si estuviera ardiendo dentro de un volcán a punto de hacer erupción. Entonces sentí dolor en el cuello y pude sentir dos agujeros en él, y supe que Dimitri, me había marcado... de nuevo.

Quería gritarle pero... en ese momento solo pensaba en arrancarle la camisa y lamer sus abdominales toda noche.

Entonces lo desperté besando y lamiendo su cuello, él protestó un poco pero después pasó a estar encima mío y luego le arranqué la camisa de un solo jalón y nos besamos con tantas ganas y deseos de ser uno del otro, nuestras respiraciones estaban aceleradas.

Era la primera vez que me sentía tan libre y tan llena de emociones que no sabía cuál sentir primero, ya que en lo único que pensaba era en tenerlo dentro de mí.

Dimitri, no dejaba de sacarme gemidos, por cada beso húmedo que recibía de su parte en mi cuello que era mi punto débil, él se dio cuenta de ello y sonrió perverso, me quitó el camisón que tenía puesto, por supuesto que yo le saqué los pantalones en compañía de los bóxers y mi mirada se posó en su gran paquete, pero su mirada se posó en mis pechos y tomó uno de ellos con la mano, y comenzó a lamerlo y chuparlo, sacándome más de un gemido. Entonces decidí cuál sería su castigo después.

Después dejó mi otro pecho y le dio la misma atención que al otro, pero con la única diferencia de que este lo mordisqueó del pezón y lo lamió luego de sacarme un poco de sangre. En venganza lo monté a horcajadas y le hice lo mismo que él me había hecho a mí. Me miró directamente a los ojos y dijo:

-Eres mía...-Sonreí en respuesta y dirigí mi atención en sus labios, nos besamos nuevamente y después dejó de besarme, para bajar su mirada en mi entrepierna y me miró pidiéndome permiso, asentí en respuesta. Sentí un intenso ardor cuando introdujo su paquete en mi interior. Pero ese ardor fue sustituido por intenso placer que jamás había sentido y vaya que... no era mi primera vez y por lo visto tampoco la de él.

-Infeliz...-Solté un gemido y él se rió.-Soy tu infeliz, y eres mía.-No dije nada porque volvió a darme otra estocada más intensa que se sintió bastante bien.

--Ahhh... mm... ¡Maldito! ¡Sigue!-

Siguió torturándome, que ya ni siquiera me importó que estuviéramos en la manada de mi familia. Porque enserio... no me interesaba.

Salió de mi interior pero no fue todo, después sentí como introdujo dos de sus dedos y grité, no gemí, nunca me había sentido tan llena y completa con alguien, ni siquiera con el Beta de Dakota, pero eso nadie lo sabe y ni siquiera Gretel y Dakota lo saben.

No me quería imaginar eso, pero en ese momento no me importaba, sólo quería más de ese tormento y después devolverle el favor, con lo que tenía pensado hacerle. Sacó sus dedos de mí y nuevamente lo monté a horcajadas y en vez de introducirme en él, le tomé su paquete y lo torturé besándolo y a veces dándole lengüeteadas, lo miré un par de veces y pude ver en su mirada lo que él quería.

Pero tenía que darme mi gusto primero y después serían los de él. Seguí torturándolo hasta que se desesperó y me tomó de la cabeza y cambiamos de posición, él se puso encima mío y volvió a brindarle la atención que tanto querían mis pechos. Con ello se calmó al igual que su respiración, se acostó a mi lado y me abrazó por detrás ya que me acosté de lado.