-¡Ya, déjame! – Exclamó Osamu molesto porque Atsumu tenía su cabeza atrapada en una polera de repuesto, todos los demás corrían alrededor de la cancha para calentar. En cuanto el chico se logró librar, tomó un balón y lo lanzó con bastante fuerza hasta donde estaba su hermano, el chico lo esquivó y comenzó a escapar del chico descuidadamente y en dirección contraria de los demás. Suna estaba mirando su teléfono, así que ni siquiera vio cuando Atsumu se cruzó en su camino, ambos chocaron y cayeron al suelo, Suna calló cerca de la bodega, en donde había algunos materiales, lastimando así y raspando su rodilla derecha. Atsumu se levantó de inmediato para asistirlo. – Ves lo que haces, idiota.
-Es porque tú me perseguías. – alegó el rubio ayudando a Suna a levantarse. El chico del cabello oscuro miró su rodilla soltando un suspiro y luego miró al capitán.
-Iré a la enfermería a desinfectarlo, vuelvo enseguida. – dijo el chico y Kita asintió con la cabeza. Cuando finalmente estuvo allí, abrió la puerta, encontrándose a Mafuyu ordenando algunos papeles sobre el mesón. Ella se volteó a verlo y se produjo un pequeño contacto visual. Suna no podía evitar quedarse pasmado cada vez que la vía, siempre, absolutamente siempre aparecía en el mejor momento imaginable. – Ah, Mafuyu san. Qué haces aquí.
-La enfermera me pidió que la esperara hasta que regrese. – dijo ella y luego miró la rodilla del chico. – No voy a preguntar por qué estás aquí.
-Sería un poco tonto de tu parte. – dijo el chico y se dirigió a uno de los cajones, pero no encontró lo que necesitaba, Mayu lo miró por un par de segundos más y luego él, soltando un suspiro, volvió a mirarla. – ¿Sabes...?
-Si, solo siéntate. – dijo ella y él obedeció, sentándose en la camilla del lugar. La chica buscó en la repisa lo que necesitaba para desinfectar y parchar la herida, ella se puso de cuclillas frente al chico y lo miró unos segundos antes de comenzar a desinfectarla. Él hizo un quejido en cuanto el algodón hizo contacto con su herida. – Lo siento, tendré más cuidado.
-Tranquila, es solo el alcohol. – dijo el soltando un suspiro y aguantando el dolor, cuando ella terminó de desinfectar el lugar, puso un parche sobre la herida y miró su trabajo un par de segundos antes de volver a levantarse. – Gracias, es mejor que como lo hubiese hecho yo.
-No hay de qué. - dijo ella entonces sentándose en una silla junto al mueble, Suna solo la siguió con la mirada, ella lo miró de vuelta con aquella cara neutral de siempre, y luego miró su rodilla parchada. - Cómo te hiciste eso.
-Atsumu es tremendamente torpe a veces. - dijo el chico y ella solo soltó una sonrisa mientras recordaba a su amigo, Suna continuaba mirándola. Ella llamaba muchísimo su atención por alguna razón, y no tenía idea de cuál era. Ella se limitaba a hablar con él lo justo y necesario y ser amable como lo es con todo el resto del mundo con él, sin darle mayor importancia o atención ¿por qué entonces le parecía tan llamativa? A él se acercaban bastantes chicas, no podía negarlo, chicas guapas, chicas interesantes, inteligentes, divertidas, lindas, de todo tipo. Pero ella parecía ser una persona tremendamente simple, una persona muy tranquila y simplemente ¿acogedora? Podía estar en completa paz en su presencia y eso le agradaba muchísimo. - Qué haces tu aquí, por qué debes esperar a la enfermera.
-Por los chequeos médicos del club de tenis femenino. - dijo ella enseñándole las ojas que estaban sobre el mesón y luego las comenzó a mirar. - Ya tenemos la autorización, los datos y el consentimiento, solo falta el chequeo en sí y necesito saber cuándo debemos venir a hacerlo.
-¿Eres capitana? ¿Igual que Kita san?
-No sé si sea tan buena como Shinsuke, pero me preocupo por el equipo y soy muy observadora. - dijo ella con una sonrisa amable, Suna permaneció con su vista en ella. En cierto sentido si se parecía a su hermano, parecía estar esperando con mucha paciencia a la enfermera a pesar de que ya llevaba un buen rato ahí, parecía muy tranquila, sencilla, servicial, quizás y acababa de aclarar que era muy observadora, y Shinsuke Kita era la persona más observadora que conocía. - Me gusta cuidar de las chicas.
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Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}
FanfictionKita _______, la hermana pequeña del capitan, protegida por básicamente todo el club de Voleibol, a excepción de cierto sujeto que quiere cuidarla a su propia manera y traspasar los límites que su protector hermano ha puesto sobre ellos. 🪄Suna, el...