Capítulo 16

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-Dime ¿te aburriste de ser la señorita Suna?

-No, para nada. – dijo ella mirándolo con una sonrisa, él solo sonrió también y miró hacia sus pies. – Es solo que... no lo sé. Por algún motivo pienso que podría haber un gran desastre.

-Si se enteran sí.

-¿No crees que nos arriesgamos demasiado? – dijo ella y Suna borró la sonrisa de su cara, ella lo miró un par de segundos más. Sabía que Suna tenía razón, si no se hacían notar, el plan no serviría de nada y los seguirían molestando.

Pero ambos sabían, sin decirlo, que no hacían eso solo por el plan. Si bien, ambos sentían cosas uno por el otro, no iban a decirlo por ningún motivo, pues era difícil saber si sentían algo de verdad gracias al plan, sabían que se iban a tratar con amor, aunque no estuviesen enamorados, pues eran novios. Era difícil saber si el otro sentía lo mismo.

Y es que se complementaban tan bien, la pasaban tan bien juntos, eran tan felices estando junto al otro que... sabían que si estuvieran juntos realmente solo mejoraría las cosas, pero ¿cómo saber si el otro realmente quería algo como eso?

-¿Quieres alejarte? – preguntó Suna de golpe, sin mirarla, solo hablando seriamente y ella se quedó pasmada, no quería eso. Ella negó con la cabeza. – Entonces no lo entiendo ¿Te gusta alguien más? Porque si así...

-No, no, para nada. – dijo ella moviendo sus manos delante de él, negándolo en absoluto. – No es eso, solo no quiero que Shin se enoje, de verdad... me aterra que pueda enojarse mucho. Se que se enojaría más contigo que conmigo.

-No te preocupes por mí.

-Cómo no voy a... Suna, los dos somos parte de esto ¿sí? – dijo ella mirándolo y él levantó la mirada también hacia ella. – No puedo dejar que salgas perjudicado, también corre por mi cuenta ¿está bien? Claro que voy a preocuparme por ti.

-Pero yo estoy bien. – dijo el chico mirándola y ella solo soltó un suspiro, pasando una mano por su cara. Él miró sus manos nuevamente, pensando en por qué tenían esta conversación justamente hoy, finalmente podía tenerla más cerca y hoy finalmente se había acercado un poco más y ella lo estaba repeliendo. – Se me pasó la mano cuando me acerqué a ti ¿es eso? Tranquila, si quieres...

-No, no es eso, no me molesta...

-Pero entonces qué. – dijo él entonces, nuevamente de golpe, confundido y sin entender absolutamente nada. – Qué quieres que haga, qué quieres hacer ¿quieres que lo dejemos? ¿Quieres hacerlo a escondidas? No tiene sentido si nadie nos ve.

-También hacemos cosas cuando nadie nos ve.

-¿Te molesta? – dijo el chico y ella negó con la cabeza sonrojada, él solo pasó una mano por su cabello. – No sé qué quieres que hagamos.

-No es que quiera que hagamos algo solo... - dijo ella soltando un suspiro frustrado y pasando una mano por su cabello. A él no le gustaba verla frustrada, así que solo la miró mientras la escuchaba. – Solo quiero mantener las cosas así... en paz y tranquilas.

-Tranquila. – dijo él sentándose y abrazándola, ella se apoyó en su pecho por un par de segundos y soltó un suspiro. Él acarició su pelo un par de veces y ella lo miró. – Todo va a estar bien, y bueno, si Osamu o Kita nos descubre, les explicaremos. Y si les molesta, bueno, tendrán que aguantarse porque no es asunto de ellos, son nuestros asuntos ¿de acuerdo? Estoy seguro que entenderán si les explicamos.

-¿Tu crees?

-Claro. – dijo el chico sonriéndola y separándola para mirarla con una sonrisa, ella le sonrió también un poco más calmada. – Tu hermano es... un poco estricto, pero no es malo, ni es un idiota. Lo va a entender, estoy seguro de que él solo está cuidándote y quiere que seas feliz, y si conmigo eres feliz entonces no hay problema.

-Si soy feliz... - dijo ella bajando un poco la mirada. Entonces ambos se dieron cuenta de lo que acababan de decir, la cara de Suna se tornó completamente roja y ella levantó la mirada nuevamente, sonrojándose también. Ambos estaban muy cerca en ese momento, mirándose fijamente el uno al otro.

-¿Hablas enserio?

-¿Tú hablas enserio?

Suna miró a la chica sin responderle, ella estaba sonrojada y se veía... simplemente preciosa. Por la mente del chico tan solo pasaba lo felices que serían estando juntos de verdad y poder besarla y abrazarla sin restricciones, poder alejar enserio a los chicos de ella y sentir su amor de verdad. Ella lo miraba fijamente y pensaba en lo lindo que era, sus ojos eran preciosos y sonrojado era estupendo. Su cabello cayendo tan solo un poco por su cara y esas singulares puntas que tenía a cada costado de la cabeza ¿cómo se sentiría tocar una de ellas? ¿Cómo se sentiría besar a Suna? Poder tocar su rostro...

Mafuyu entonces, nerviosamente, levantó su mano y la dirigió hacia él, tocando una de las puntas de su cabello, tan suave... Suna cerró sus ojos un par de segundos al sentir su tacto y un escalofrío pasó por su espalda, sus rostros seguían sonrojados. Suna también levantó una mano y tocó su mejilla, y ella sintió que su calor se esparcía por todo su cuerpo. Ambos volvieron a mirarse y la situación parecía casi demasiado favorable para ellos.

¿Hablaba enserio?

-Ahg, los he buscado por todas partes... - le dijo Kita a Osamu, quien estaba intentando sacarle información a Aran, Gin y Atsumu, pero ninguno quería colaborar con ello. Omimi tampoco estaba contento en absoluto, él se había encariñado mucho con ella y solía cuidarla tanto como Kita, eran tres contra tres.

Osamu entonces levantó la mirada, cansado y se fijó en aquella ventana. Suna y Mayu estaban detrás de ella, casi demasiado cerca, solo quedaban un par de centímetros entre ambos. El chico tomó su pelota de voleibol molesto y los señaló.

-Allí están.

-¡Samu, no lo hagas! – Dijo Atsumu saltando sobre él y apresándolo, iban a besarse, no podía dejar que los interrumpiera. Omimi lo sostuvo y Osamu le pasó el balón a Kita para que lo levantara para él. – ¡No!

Suna ya había cerrado los ojos y podía sentir sus respiraciones, mezclándose mientras acariciaba el rostro de la chica, ella también tenía los ojos cerrados. Estaban a un solo centímetros de que todo, pero absolutamente todo cambiara para ellos.

Pero el momento no llegó.

-Aquí voy. – dijo Osamu y con toda su fuerza, saltando, golpeó el balón, el cual llegó directamente a la ventana y la golpeó sin romperla, Kita lo felicitó alzándole un pulgar. Ambos se espantaron y se alejaron de un solo movimiento, ella miró por la ventana y se tapó la boca, sorprendida.

-Agh, mierda... - se quejó Suna y re revolvió el cabello, sonrojado. Mafuyu se levantó y abrió la ventana, Osamu y Kita parecían realmente ardiendo en furia, Atsumu, Aran y Gin querían llorar detrás de ellos. Ella miró a su hermano, quien tenía los ojos muy abiertos y la boca en una línea recta. Suna se levantó junto a ella. – Podemos explicarlo.

-Tienen cinco minutos para llegar al gimnasio. – dijo Kita sin más y se fue del lugar junto al resto, ella miró a Suna, asustada y él solo le revolvió el cabello.

-Yo me encargo.

-Pero...

-Déjame cuidarte ¿está bien? – dijo el chico caminando delante de ella. Ambos llegaron pronto al gimnasio, Suna soltó un suspiro antes de entrar, Mayu caminaba afirmada de su ropa. La mirada de Kita era tan tensa que casi los hacía caer el piso. – Aquí estamos.

-Vamos a hablar. – dijo Kita mirándolos seriamente. – Ahora realmente vamos a hablar.

 – Ahora realmente vamos a hablar

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Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora