-Eso le dije... - dijo Suna terminando de contar su historia, sentado en la banca del jardín más apartada, Gin lo miraba impresionado y con los ojos abiertos de par a par, Suna soltó un suspiro agotado. – No me mires así, ya estoy lo suficiente avergonzado...
-Esto no lo puede saber Kita san, lo sabes ¿verdad? – dijo el chico y él asintió con la cabeza. – Deberías hablarlo con ella.
-Ella no se lo va a contar a Kita.
-Qué hay de Atsumu y Osamu, si se los va a contar. – dijo el chico soltando un suspiro y Suna solo miró sus pies un par de segundos, soltó nuevamente un suspiro. – Tienes que decirle que no les diga a ellos, es muy fácil que otras personas se enteren, solo preocúpense del club de voleibol.
-No puedo solo decirle "no les cuentes". – dijo el chico y Gin lo quedó mirando confundido, pensando en por qué no podría hacer algo como eso. – Parecerá que estoy arrepentido.
-¿No lo estás?
-No es que lo esté. – dijo el chico entre balbuceos y jugando con una ramita que encontró en el lugar mientras un pequeño, y casi invisible sonrojo aparecía en sus mejillas. – Solo es que... me puse nervioso.
-Mafuyu chan ¿tienes un momento? – preguntó un chico al día siguiente, Mayu lo miró con una ceja arqueada, él tenía la cara sonrojada y parecía tímido al hablar, tal y como ayer solo que con un chico distinto. – Me... gustaría hablar un momento contigo.
-La verdad... estoy algo ocupada ahora... - dijo ella tomando las cajas, esta vez era trabajo de sus compañeros llevársela, pero ella podía hacerlo con tal de salir de la embarazosa situación. – Lo siento, en otra ocasión.
-Ah, pero puedo esperarte. – dijo el chico comenzando a seguirla, ella soltó un suspiro intentando esconder su incomodidad para no parecer molesta, pero ¡que molesto era! Ella caminó un poco más hasta que vio a Suna caminando por el pasillo, su santa salvación.
-Ah, Rintarou. – dijo ella sorprendiendo tanto al chico que caminaba detrás de ella como a Suna, este último miró la situación y ocultó la sorpresa de oír su nombre de pila para sonreír y caminar hacia ella. Ella sonrió nerviosamente. – Bueno, la caja está un poco pesada.
-Por qué no me llamaste antes. – dijo el chico soltando un suspiro y quitándole la caja de las manos mientras besaba su frente y dejaba pasmado al chico detrás de ella, Suna hizo un corto contacto visual intimidante con el chico. – Tienes un novio que lo cargue por ti.
-Soy una chica fuerte.
-No es cierto. – dijo Suna soltando una risa en forma de bufido y comenzando a caminar y luego miró al chico detrás de ellos. – Ah ¿tú nos acompañarás?
-Ah, no... - dijo el chico sonriendo nerviosamente. – Nos vemos en otra ocasión si estás ocupada, Mafuyu chan.
-Si, adiós. – dijo ella sonriendo también nerviosamente y cuando desapareció, borró su sonrisa intercambiándola por una cara molesta, haciendo reír a su supuesto novio junto a ella. – No te rías, ya es segunda vez que me pasa esto por ser amable con la gente.
-Parece que eres popular. – dijo el chico con una media sonrisa en el rostro y ella sin mirarlo, soltó un suspiro. – Ayer pensé que te había molestado lo que hice.
-No, solo fue sorpresivo. – dijo ella mirándolo un par de segundos y él solo asintió con la cabeza mientras la escuchaba. – Pero es cierto que me ayuda en este tipo de problemas. Así que supongo que gracias, Rintarou.
-No hay por qué agradecer, señorita Suna. – dijo el chico sonriendo y haciendo a la chica sonreír mientras caminaban, dejaron las cajas en donde debían y se fueron juntos hacia el jardín, sentándose en el césped cerca de la cancha de fútbol.
-Ah, hablando de eso... - dijo ella soltando un suspiro y mirando a Suna algo avergonzada. – No creo que sea buena idea contárselo a los demás, me aterra que mi hermano se entere y tengamos problemas.
-Si, iba a decirte lo mismo ayer, y lo olvidé. – dijo el chico omitiendo que fue Gin quien se lo recomendó, pues él era del club de voleibol también. – Tu hermano me dejaría en la banca por medio siglo.
-No creo que haga eso, pero si podría enojarse. – dijo ella riendo un poco por la exageración del chico a su lado, él miró entonces la cancha de fútbol frente a ellos. – ¿Y si algún día se te declara una chica? Tu eres popular ¿no podría haber un malentendido?
-Esto también me conviene a mí. – dijo el chico con una sonrisa en el rostro y luego soltó un suspiro. – Así si se me declaran puedo dar la excusa de tener novia y no tener que rechazar a alguien tan directa y fríamente como suelo serlo.
-Oh, perdón. – dijo ella molestándolo y soltando una pequeña risa. – No sabía que te llegaban declaraciones diarias.
-Por supuesto que sí. – dijo el chico inflando el pecho y haciéndola reír un momento, él también rio a su lado y luego le dio un empujón con el brazo, haciendo que soltara un suspiro. – Eres más afortunada de lo que crees.
-Oh ¿debería cocinar bentos para ti? – preguntó ella divertida y él asintió con la cabeza automáticamente haciéndola reír y soltando una risa también.
-Pensándolo bien, no lo hagas. – dijo el chico y ella solo lo miró un par de segundos más, con la sonrisa divertida que ya traía en el rostro. – No quiero envenenarme, pero es un lindo gesto ofrecerlo, Mayu san. Gracias.
-Oye, soy una gran cocinera. – dijo ella empujándolo mientras él solo levantaba las cejas y asentía sarcásticamente. – Oye, muy bien que comías bocadillos en el cumpleaños de Shinsuke, eso lo preparé yo.
-Lo hice por ser educado.
-No seas mentiroso, Suna Rintarou. – dijo ella molestándolo hasta que él finalmente soltó una pequeña risa de sus labios, ella le siguió hablando de lo bien que solía cocinar con Kita y su abuela mientras él la molestaba diciendo que probablemente solo era la asistente de cocina y no la chef, ella se molestaba y lo hacía reír.
-Oi, desde cuando se llevan tan bien. – dijo Atsumu mirando por la ventana del aula, Osamu se acercó a él y miró hacia el césped, en donde Mafuyu le estaba reclamando a Suna y este solo reía de ella y revolvía su cabello, molestándola aún más. – Es decir, siempre se llevaron bien, pero se ven... cercanos. Suna nos quiere robar a nuestra hermana, Samu.
-No es eso, no te preocupes... - dijo Osamu mientras los miraba a través del vidrio, parecían ser realmente cercanos, más de lo que solían serlo. – Suicidas...
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Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}
FanfictionKita _______, la hermana pequeña del capitan, protegida por básicamente todo el club de Voleibol, a excepción de cierto sujeto que quiere cuidarla a su propia manera y traspasar los límites que su protector hermano ha puesto sobre ellos. 🪄Suna, el...