Capítulo 15

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-Finalmente te encuentro. – dijo un chico abrazando a Mafuyu por los hombros, ella rodó los ojos, enferma de ese chico. – Bueno ¿ya te diste cuenta de que ese chico no vale la pena? Es un... bueno, es muy perezoso, solo ver su cara me da sueño...

-Creo haber sido clara la última vez. – dijo ella retirándose de su abrazo y mirándolo seriamente. – No estoy interesada en ti.

-Pero las relaciones evolucionan. – dijo el chico tomando la caja que la chica traía en las manos y ella soltó un suspiro frustrado y cansado. Suna salió de su aula y vio a la chica, completamente molesta y el chico que estaba intentando hablar con ella hacía varios días. – Además, ni siquiera te has dado la oportunidad de conocerme y...

-No necesita conocerte, esfúmate. – dijo Suna llegando a sus espaldas y quitándose las cajas de las manos. El chico solo la miró mal y ella miró a Suna, aliviada de que él estuviera allí. – Tiene novio ¿no lo entiendes? ¿Eres estúpido?

-No, pero no me pienso rendir. – dijo el chico y Suna solo lo miró fijamente. – Te he visto jugar, Suna san, sueles ser muy confiado, pero alguien persistente puede sorprenderte.

-Creo que estás confundiendo las cosas... - dijo Suna soltando una pequeña risa socarrona entre un suspiro desafiante hacia el chico, las cosas comenzaban a ponerse tensas. Suna soltó una media sonrisa mientras lo miraba, el chico frunció el ceño. – No pienses que cuido al balón como cuido a mi novia. Posiblemente no me tire al suelo por un balón, pero por mi novia haría lo que fuese necesario, aún si eso implica borrarte del camino.

-Tsk. – dijo el chico y se fue dándose la media vuelta. Suna volvió a su modo perezoso y miró a Mafuyu con la misma cara de siempre, haciéndola sonreír y soltar una especie de risa.

-De qué te ríes.

-Sonaste como un novio territorial. – dijo ella haciendo sonreír al chico, ambos se dirigieron a la sala de profesores. El chico los seguía aún, Suna comenzaba a hartarse de él, así que, tras dejar las cajas en la sala correspondiente, al salir del lugar, tomó la cintura de la chica, acercándola a él, sabiendo que el chico los seguía y escuchaba de cerca. – Que...

-De repente me duele un poco el cuerpo... - dijo el chico en el oído de la chica, sonrojándola por completo. - ¿Me llevarías a la enfermería por un masaje, Mafuyu san?

-Ah, si... - dijo ella sonrojada y mirándolo sorprendida. El chico se detuvo en seco en cuanto Suna le dedicó una sonrisa socarrona y algo sádica, en cuanto continuaron caminando, el chico desapareció del lugar, haciendo que Suna soltara un suspiro, y sin soltar la cintura de la chica, le diera un beso en la frente.

-Vámonos de aquí. – dijo él comenzando a caminar a su lado. Kita se quedó pasmado en su lugar y miró al otro chico yéndose, muy molesto. Kita miró sus manos un par de segundos, en donde tenía su bebida, era tal y como Aran le había dicho hace un par de días atrás, qué tendría de malo si se acercara más de la cuenta, pero Suna era... el peor, sin duda, de todos los casos.

Kita no había escuchado nada, pero si visto como le susurraba al oído, besaba su frente y se la llevaba, abrazándola y espantando a un chico, a la vez. Él volvió a mirar hacia el frente, pero ellos ya no estaban allí, así que comenzó a buscarlos y a caminar por todo el pasillo, luego se detuvo. Atsumu y Osamu tenían que saber algo, ellos eran los más cercanos a ella, tenía que conseguir información.

El chico corrió escaleras abajo hacia donde estaban los chicos. Y ellos lo vieron confundidos, al verlo tan descabellado, tan... molesto.

-¿Sabes algo de lo que hay entre Mafuyu y Suna? – preguntó el chico apenas llegó y Osamu arqueó una ceja confundido, él no sabía nada. El chico solo negó con la cabeza, despreocupado, pero luego miró al rubio, quien se había sonrojado apenas escucharlo. Osamu lo miró sorprendido. – Qué hay de ti. Sabes algo.

-No sé nada. – dijo Atsumu desviando la mirada, Osamu lo miró mal y lo tomó de la camisa. – Oi, suéltame.

-Qué sabes. – dijo Osamu molesto mirándolo y Kita los miró confundidos. – Oye ¿me están ocultando algo? ¿Sabes algo que yo no?

-No, es un secreto. – dijo el chico y se tapó la boca inmediatamente. Osamu lo soltó, sorprendido y luego miró a Kita, parecía tan molesto como él. Osamu, tomando su balón de voleibol, siguió a Kita y se llevó a Atsumu con él, decepcionado de si mismo por haber dado a entender que si traían algo, los había traicionado. Los tres caminaron por los jardines hasta que se toparon con Aran y Gin, quienes los miraron confundidos por sus caras.

-Aran san, qué sabes de Mayu chan y Suna. – dijo Osamu, parecía realmente molesto. Aran se quedó en silencio, sorprendido, Atsumu lo miró negando con la cabeza, para que, en caso de saber algo, no dijera nada. Iban a enojarse mucho, iba a haber un gran desastre. Aran lo entendió y negó con la cabeza inmediatamente.

-No sé nada.

-Mentira. – dijo Kita mirándolo con esa expresión a la que tanto le temían, estaba analizando su lenguaje corporal y facial. – Sabes algo, por eso hace unos días me dijiste todo eso. Deberías haberme dicho en ese entonces.

-¿Dónde están? – preguntó Osamu mirando a su alrededor y Kita hizo lo mismo. Atsumu sabía dónde estaban, pero no iba a decirlo, no iba a cagarla más.

-Estaba pensando... - dijo ella mientras le hacía un masaje en la espalda al chico en la enfermería, este solo respondió con un ajá para que ella continuara hablando. – Deberíamos ser un poco más precavidos.

-Por qué lo dices. – dijo el chico con la cara aplastando la almohada. – Si no nos hacemos ver, seguirán molestándote... hablando de eso ¿qué demonios le pasa a ese chico de hoy? Es muy persistente...

-Dímelo a mí, yo soy quien tiene que soportarlo... - dijo ella soltando un suspiro y luego apretando una parte la espalda del chico, haciéndolo soltar un suspiro de relajación. – Lo digo porque... somos novios en pleno pasillo ¿y si mi hermano o alguien nos descubre algún día? Ya nos atraparon Aran y Atsumu.

-Nadie parece tener problema con eso, además de Osamu y Kita san. – dijo Suna soltando un suspiro y ella finalmente terminó el masaje, haciendo que el chico se volteara hacia ella nuevamente, parecía algo preocupada. – Tu hermano nunca viene a este edificio, Osamu detesta estar adentro. Si alguien además de ellos, nos descubre, da igual, ellos no quieren que haya ningún escándalo y no le dirán a nadie, quédate tranquila.

-¿Tu crees?

-Por qué esa cara. – dijo él soltando una sonrisa y haciéndola sonreír también. – Dime ¿te aburriste de ser la señorita Suna?

-No, para nada.

-No, para nada

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Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora