-Vamos. – dijo Suna extendiendo su mano para que ella la tomara, Mayu lo miró sonriente y tomó la mano del chico en la entrada de la escuela. Ambos salieron de allí caminando, ya estaba nevando, y ambos iban bien abrigados a pasear. La chica miró sus manos entrelazadas, y soltó una boba sonrisa, es que ese día no podía ser mejor. – Entonces ¿te parece ir a ese lugar y después ir a algún café?
-Si, sería lindo. – dijo ella caminando junto a él. Ambos caminaron juntos hacia el lugar de siempre, sabían que se iban a tardar un poco, pero el tiempo no era un problema, y ambos pensaban lo mismo, entre más tiempo pudiesen ir de la mano, mucho mejor para ellos. Mayu entonces, a la mitad del camino, vio una cabina de fotos y se quedó mirándola un rato.
¿Sería extraño si quisiera una foto con él en el día de San Valentín teniendo en cuenta de que no era novios reales? Ella solo se quedó pensando un momento mientras la miraba y Suna se volteó a verla, dándose cuenta de lo que pasaba. El chico frenó y ella se volteó a verlo.
-¿Quieres una foto? – dijo él y ella no respondió nada, él solo comenzó a caminar arrastrándola hasta la cabina. Ella entró primero y nerviosa, se puso frente a la cámara. – No salgas fea, no colgaré en mi cuarto una fotografía fea.
-¿Vas a colgarla en tu cuarto?
-¿No somos novios? Se me hace raro no tener una fotografía contigo en mi cuarto. – dijo él y ella solo soltó una sonrisa. Había veces como esta en las que olvidaba que era una actuación, veces que realmente se sentía muy querida por él, veces que la hacían flotar en una nube. Él se agachó un poco para quedar a la mima altura. – Ponte linda.
-Tú también. – dijo ella sonriendo y él sonrió ampliamente también la primera fotografía, en la segunda fotografía, ellos se abrazaron dejando juntas sus mejillas, olvidándose se toda vergüenza, de toda pared o barrera entre ellos. Entonces, para la tercera fotografía, Mafuyu besó la mejilla de Suna haciéndolo sonreír con los ojos cerrados, y en la cuarta, Suna besó su nariz como lo había hecho antes, haciéndola sonreír ampliamente. Ambos se miraron así de cerca un poco hasta que la foto cayó de la máquina. La tira de fotos era la más linda que habían visto jamás. Ambos salieron de allí tomados de la mano nuevamente y comenzaron a caminar de nuevo hacia ese lugar. – Cuánto crees que nos tardemos.
-No nos queda tanto camino. – dijo él y ella asintió con la cabeza. Atsumu y Osamu pasaban por el lugar y el rubio no dudó un segundo en correr a Saludarlos, haciendo que Suna los mirara con mala cara. – Qué quieres.
-Vine a saludar. – dijo el chico con una sonrisa y Mayu le sonrió de vuelta. – A dónde van, resulta que Samu y yo no tenemos mucho que hacer hoy en la tarde.
-Podrían ir a casa y ver una película. – dijo Suna desviando la mirada y Atsumu solo negó con la cabeza mirando a Mafuyu, a quien le daba gracia lo molesto que estaba Suna con la presencia de Atsumu en la mitad de la cita. – Bueno, nosotros ya nos vamos.
-Los acompañamos. – dio Atsumu y Suna alzó las cejas incrédulo, haciendo reír un poco a Osamu. – Por qué me miras así, por lo que tengo entendido no son novios reales, lo que quiere decir que todos somos amigos, y podemos pasar el día del amor y la amistad los cuatro juntos.
-Si, los acompañaremos. – dijo Osamu con una sonrisa llegando junto a su hermano. Suna soltó un suspiro agotado y puso una mano en el puente de su nariz mientras continuaba caminando, Mafuyu seguía caminando mientras sostenía su mano. Suna miró a la chica un par de segundos y ella lo volteó a ver con una sonrisa.
Y simplemente con eso, todo su enojo desapareció.
-Vamos a escaparnos en cuanto podamos ¿de acuerdo? – dijo él al oído de la chica y ella asintió con la cabeza sonriendo divertida. Al llegar al mencionado lugar, claramente no había nadie. Suna limpió la banca y ambos se sentaron, los Miya claramente comenzaron a pelearse con bolas de nieve. Ellos dos comenzaron a hacer un muñeco de nieve sobre la banca, jugando un poco más tranquilos. – La cabeza no es así.
-Por qué no.
-Porque no está bien redonda, está extraña. – dijo él botando la bola que Mayu había hecho al piso, ella lo miró boquiabierta mientras él intentaba hacer una bola más perfecta. Ella tomó un montón de nieve y se lo tiró encima, él la miró impresionado. – Qué... por qué.
-Por maleducado. – dijo ella mirándolo con las cejas alzadas. – Botas mi bola de nieve, estaba linda.
-Estaba horrible. – dijo el chico riendo y ella tomó otro poco de nieve mientras él se cubría con gracia. Los Miya pronto de cansaron y se sentaron. – No toques así la nieve, ponte los guantes o pueden partirse tus manos.
-Ah, tienes razón, está tan fría... - dijo ella quejándose y él con sus manos restregó las de la chica para darle algo de calor y las puso después en su cara entes de ponerle los guantes a la chica, quien le sonrió enternecida. – Gracias.
-Tan descuidada... - dijo el chico negando con la cabeza y ella miró a Suna con una sonrisa, él puso finalmente su bola de nieve como cabeza mientras sus dos alocados acompañantes los miraban con atención mientras ellos decoraban su muñeco. – Casi está listo.
-Estoy aburrido. – reclamó Atsumu y Suna volteó a mirarlo mal. – Qué, esto es un poco... no lo sé ¿no es demasiado tranquilo? Me aburre.
-Pues vete, nadie te invitó. – dijo Suna negando con la cabeza mientras terminaba de hacer el muñeco y se sacaba una selfie con el muñeco y Mayu, y luego le sacó una foto a la chica y al muñeco de nieve juntos, sonriendo. Él miró sus fotos con una sonrisa y se las mostró a la chica. – La pondré de fondo de pantalla.
-Envíamela. – dijo ella con una sonrisa y él asintió con la cabeza. Los cuatro se fueron en cuanto el cielo comenzó a oscurecerse y los Miya se fueron a su casa, Mafuyu y Suna fueron a un café como habían acordado y Suna pidió un pastel y café para ambos. – Gracias por salir conmigo hoy.
-Sería un asco de novio si... - el chico dejó de hablar y soltó un suspiro, ella lo quedó mirando por un momento más. – Lo siento, a veces se me olvida que no es... bueno, del todo real.
-A mí también. – admitió ella y él la miró con una sonrisa. La mesera trajo las cosas para comer y Suna la miró con una sonrisa, levantó su taza de café y brindó con ella mientras la miraba con una sonrisa en los labios. – Feliz día de San Valentín, señorita Suna.
-Feliz día se San Valentín, cielo. – dijo ella con una sonrisa y bebiendo un poco de café, él la miró sonriente y ella no pudo evitar soltar una sonrisa también. No podía siquiera imaginar un día más lindo que ese.
-Se gustan, mucho. – dijo Osamu llegando a casa y Atsumu asintió con la cabeza. Osamu colgó su abrigo. – Imagínatelo, salieron juntos el día de San Valentín, y eso no me van a decir que fue por "la actuación". No había nadie y estuvieron de la mano caminando todo el bendito día.
-Osamu ¿no lo entiendes? – dijo el rubio con una sonrisa en el rostro. – Lo de la "actuación" es una excusa para poder actuar como novios sin admitir que se gustan.
-Si, lo sé. – dijo Osamu soltando un suspiro. – Pero podrían serlo enserio, no entiendo el fin de esto.
-Si, pero, al fin y al cabo, que hagan lo que quieran ¿no? – dijo Atsumu encogiéndose de hombros. – Es asunto suyo, no nuestro. No nos metamos ¿recuerdas qué fue lo que pasó la última vez que te metiste?
-Si, extrañamente, tienes razón.
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Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}
FanfictionKita _______, la hermana pequeña del capitan, protegida por básicamente todo el club de Voleibol, a excepción de cierto sujeto que quiere cuidarla a su propia manera y traspasar los límites que su protector hermano ha puesto sobre ellos. 🪄Suna, el...