Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}

Capítulo 2

Mafuyu, pequeña y veloz, como una rata escurridiza, estaba bajando por las escaleras, entre una multitud hambrienta y camino a la cafetería para comprar el desayuno. Los tipos grandes como Tsumu y Samu iban chocando con todo el mundo mientras ella se deslizaba entre los demás y llegaba rápidamente a comprar.

-Quiero dos bollos de carne, una media luna, tres onigiri de atún y mayonesa, un café con leche, un americano frío y uno con crema batida, por favor. – dijo la chica y la mujer detrás del mesón se pagó y le entregó las cosas a la chica. Mayu salió de allí con una sonrisa y se sentó en una mesa para esperar a Osamu y Atsumu. Detrás de ella, se sentaron Ginjima y Suna, este último, soltando un suspiro.

-¿De nuevo no los conseguiste? – preguntó Ginjima con una sonrisa burlesca en el rostro, Suna solo se mantuvo en silencio. – Tienes que llegar antes si quieres bollos de carne, se acaban de inmediato.

-Mi aula está en el otro edificio, no puedo venir más rápido. – dijo el chico soltando un suspiro frustrado y Mayu miró en sus manos los bollos de carne que había comprado para ella y Atsumu. Era totalmente injusto que no alcanzara a comprar solo por ser un tipo grande y estudiar en el otro edificio. Ella soltó un suspiro y se volteó hacia ellos, llamando la atención de Ginjima, quien estaba frente a Suna, este último se volteó para entonces ver a la chica tendiéndole un bollo de carne. – Ah, no te preocupes, es tuyo.

-Tengo dos. – dijo ella enseñándole el otro al chico y entonces, tras un par de segundos, Suna tomó el bollo con cuidado.

-Gracias. – dijo él y ella solo soltó una leve sonrisa y se volteó par esperar a sus amigos. Suna se le quedó mirando un segundo y luego notó que se había sonrojado, por lo que se volteó, su amigo lo miraba incrédulo y confundido ¿sonrojado? Incluso si sabía que ella le interesaba, eso era una novedad, sin embargo, no dijo nada, no quería avergonzarlo y menos frente a ella, quien parecía interesarle más de lo que debería. Los Miya aparecieron en la escena y Mafuyu se levantó para ir con ellos al jardín, entregándole a cada uno un onigiri, sus cafés, a Osamu su media luna y a Atsumu su bollo de carne, el rubio la miró confundido al ver que ella no tenía uno. Suna volteó a verla inconscientemente otra vez.

-No tienes tu bollo.

-Estoy a dieta. – dijo ella con una sonrisa y Atsumu comenzó a partir de la risa haciendo que ella lo mirara mal, lo que lo hizo reír mucho más. - ¿De qué te ríes?

-¿A dieta?

-Ya déjala, quiere ser bonita. – dijo Osamu con una media sonrisa y Suna se quedó mirando el bollo en su mano, ya le había dado un mordisco ¿ese era su bollo? ¿Le había dado su bollo sin siquiera probarlo? El chico miró hacia la ventana, en donde se veía ella discutiendo con Atsumu su gemelo, Ginjima lo miraba extrañado y un tanto preocupado.

Al día siguiente, Mafuyu repitió el ciclo y se deslizó como una rata escurridiza entre la gente hasta llegar a la cafetería.

-Quiero dos bollos de carne, una media luna, tres onigiri de atún y mayonesa, un café con leche, un americano frío y uno con crema batida, por favor. – dijo ella y la mujer asintió con la cabeza, entonces, ella recordó lo que había pasado el día anterior, y vio a través de la ventana como Suna venía a toda velocidad, pero la cafetería estaba llena, así que él solo soltó un suspiro y caminó calmadamente. Mayu miró a la mujer frente a ella. – Disculpe ¿podría agregar otro bollo de carne?

La chica se fue a sentar a la misma mesa de siempre, y Suna, como siempre, se sentó detrás de ella. Mayu se volteó, Ginjima aún no llegaba, así que le tocó el hombro a Suna haciendo que se volteara. Ella le entregó el bollo.

-No, gracias. – dijo el chico, a pesar de estar inmensamente feliz porque ella le ofreciera un bollo, y ella lo miró un segundo. – Ayer me diste el tuyo, lamento eso.