Capítulo 8

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-Lo de siempre, por favor. – dijo ella con una sonrisa y la mujer asintió con la cabeza, como todos los días y le entregó sus cosas luego de pagar por ellas, ese asunto cada vez era más rápido, algún día ya no tendría que decir nada en absoluto. Suna llegó poco después a la mesa donde estaba sentada Mafuyu, ella tenía su teléfono en la mano y él se sentó frente a ella. – Buenos días.

-Cómo estás.

-Bien, qué hay de ti. – Suna respondió asintiendo con la cabeza mientras ella le entregaba su bollo, él estaba viendo Instagram mientras bebía su café, ella estaba haciendo lo mismo, pronto dejó de masticar. – Oh, mira esto, van a abrir una tienda de instrumentos en el centro.

-Eso sería bueno... - dijo el chico estirando su cuello para ver y ella giró un poco su teléfono, él arrugó un poco la frente para poder leer con claridad. – Así no tendrían que traer todo de Tokio...

-Espera, leeré. – dijo ella y él asintió con la cabeza, aliviado de no tener que leerlo él. – La alcaldía anunció esta mañana la futura abertura de una tienda musical en el centro de nuestra ciudad, dentro de la galería que se encuentra en construcción frente a la estación de policías. Se estima que estará inaugurándose a mediados de Noviembre...

-Falta mucho para eso... - dijo Suna y ella asintió con la cabeza dejando de leer, él la miró unos segundos. – Pero es una buena fecha para vender regalos de navidad ¿no crees?

-Si, pero ¿para qué anunciarlo ahora? – dijo ella soltando un suspiro frustrado mientras comía. Los hermanos llegaron a la cafetería y se acercaron a la mesa donde estaban. – Oi ¿supiste lo del incendio de ayer?

-Si, pero creo que no fue una casa. - Mayu no sabía nada al respecto así que lo escuchó con atención. – Mis padres creen que fue algún tipo de bodega o algo por el estilo. Fue tarde por la noche y aun así nadie salió herido o con daños, así que difícilmente sería una casa.

-O puede ser una casa de veraneo.

-Nadie viene a veranear aquí, hace un calor terrible en verano.

-Mírenlos, hablando de las noticias como un par de casados. – dijo Atsumu sentándose junto a Mafuyu con una sonrisa y Osamu se sentó junto a Suna, ni ella ni él tomaron atención al comentario del rubio y siguieron revisando las noticias del lugar. – Oi, Mayu chan, adivina a quien le robé su peluquín...

-No me digas que... - dijo ella impresionada viendo como el chico lo tenía escondido en el bolsillo de su pantalón, Osamu no pudo evitar soltar una risa. – Los van a castigar por eso...

-Es que... cuando veas lo que está usando ahora... - dijo Osamu intentando en lo posible no partirse de risa. – Vas a morir.

-¡Atsumu y Osamu Miya! ¡Dónde demonios están! – Dijo el profesor llegando a la cafetería haciendo un gran estruendo, con un gorro de lana de color rosa y decorado con cintas y pines, Mafuyu aguantó la risa y volteó su vista al teléfono nuevamente. Los hermanos Miya tomaron su desayuno y solo siguieron al profesor hacia la oficina, Suna volvió a mirar a la chica.

-Ten cuidado, la estupidez se pega. – dijo el chico sonriendo de lado mientras miraba la foto que le acababa de sacar al profesor discretamente. – Aunque tengo que admitir que me agradan mucho...

-Son muy divertidos. – dijo ella con una sonrisa en el rostro mientras miraba su teléfono. – Incluso si su estupidez se me pegara, estaría bien para mi si me puedo reír todo el día con ellos.

-No te pareces absolutamente nada a tu hermano. – dijo Suna mirándola con una sonrisa y ella quitó la vista del teléfono para mirarlo también. – Él es tan correcto y... analítico ¿por qué no cambias tu apellido a Miya?

-Porque tendría que casarme con alguno de ellos. – dijo ella bebiendo un poco de café, Suna hizo una mueca divertida para advertir que eso sería una muy mala idea, y ella asintió mientras soltaba una risa. – No sé cuál de los dos es un peor partido.

-Atsumu, definitivamente.

-¿Por qué lo dices? Atsumu al menos tiene un lado coqueto. – dijo ella soltando un suspiro y haciendo reír a Suna por su comentario. – Pero Osamu es como una roca, estoy noventa por ciento segura de que es asexual.

-No creo que sea asexual, solo creo que no le interesa. – dijo el chico mirando a Mayu, defendiendo su punto de vista. – Pero por favor ¿Atsumu? Estoy seguro de que sería capaz de regalarte un pedo encerrado en una botella.

-Si, tienes razón. – dijo ella soltando un suspiro frustrado y luego rio unos segundos. - ¿De verdad crees que sería tan mal novio? Es decir, probablemente sí, pero... por ejemplo, mi hermano sería un novio genial.

-Eso fue completamente innecesario e incómodo. – dijo el chico asqueado y haciendo reía a la chica, él entonces pensó. – Pero si, Kita sería un buen novio, es atento. Omimi sería un novio muy aburrido, y Ginjima sería increíblemente torpe.

-Akagi san podría ser un buen novio. Es abierto con la gente y amable. – dijo ella y él asintió con la cabeza mientras ella continuaba pensando en gente. – Ojiro san no sé cómo sería de novio, creo que sería tranquilo pero bueno.

-Kosaku san no creo que consiga novia después de todo, no le interesan en absoluto esas cosas... - dijo Suna pensando un momento. – Pero definitivamente, los hermanos Miya no son una opción viable.

-Tú también serías un buen novio. – dijo ella con una sonrisa mientras lo miraba y entrecerraba los ojos, él la miró divertido. – Me cuentas la parte de la historia que yo no me sé.

-Oh, y tú me lees las noticias. – dijo él alzando una ceja y ella asintió con la cabeza, él bufó un momento mientras la miraba. – Cómo debería tomarme esto... ¿es una especie de declaración?

-Oh, Suna san, no digas esas cosas, me sonroja. – bromeó ella y él se tapó la boca haciéndose el sorprendido, ella rio un poco antes de volver a hablar. – Oh ¿debería comenzar a llamarte Rintarou desde ahora en adelante?

-Claro, cielo, como prefieras. – dijo él riendo un par de segundos y luego le guiñó un ojo. – Señorita Suna.

-Oh, comenzó a hacer calor aquí... - dijo ella riendo un par de segundos y haciéndolo reír a él también. Ambos terminaron de desayunar y se levantaron, los hermanos Miya aún no habían llegado así que solo se dirigieron al jardín y se sentaron en el césped a mirar sus teléfonos, ella se apoyó en la espalda de Suna y este la miró de reojo. - ¿Puedo apoyarme aquí, Rintarou?

-Por supuesto señorita Suna, haga lo que desee con mi cuerpo. – dijo él y ella le dio una palmada en la espalda riéndose de lo que acababa de decir, Suna también rio. Osamu los miró desde donde estaba sentado en el aula, estaban castigados con su hermano por haber robado la peluca.

-Qué se traen esos dos... - dijo Osamu para sí mismo mientras los miraba reírse y apoyarse en el otro sentados en el césped, el chico soltó un suspiro. – Solo espero que no se metan en problemas con Kita san...

 – Solo espero que no se metan en problemas con Kita san

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Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora