Suna bajó corriendo las escaleras, se había demorado más que de costumbre en ordenar las cosas, pues su bolso se había caído accidentalmente, probablemente ella estaría esperándolo. Al llegar a la cafetería, ella estaba sentada donde siempre con el desayuno para ambos, el chico, esta vez, no se sentó frente a ella, sino, junto a ella, la chica, ni siquiera se sorprendió, solo lo miró un par de segundos y le entregó su comida.
-Te tardaste hoy. – dijo ella revisando su teléfono, el chico asintió con la cabeza jadeando por venir corriendo. – Tsumu y Samu no vendrán porque mi hermano los está castigando por lo del peluquín.
-Tranquilidad, no me quejo. – dijo el chico sacando su teléfono y comenzando a mirar las actualizaciones. El chico miró de reojo como la chica peleaba con su teléfono que estaba estancado y no tenía intenciones de volver a funcionar, ella soltó un suspiro y bloqueó la pantalla molesta. Suna soltó una risa en forma de bufido y la miró. – Velas desde mi teléfono.
-Gracias. – dijo ella entonces, acercando sus asientos, él solo carraspeó nervioso por un segundo y luego solo se relajó. Siempre estaban así de cerca de todas formas, así que el nerviosismo solo era en el principio. Ella apoyó su cabeza en el hombro del chico mientras este pasaba su brazo por atrás del cuerpo de la chica, pero no abrazándola, sino que, apoyándose en el respaldo de su silla también. La chica bebió un sorbo de café y señaló el teléfono del chico. – Qué es eso.
-Es un claro que está a las afueras del pueblo. – dijo el chico y ella se quedó mirándolo un par de segundos impresionada por la belleza del lugar. – ¿No lo conoces? Es como donde estuvimos con Evan, pero este tiene más árboles.
-No.
-Deberíamos ir un día. – dijo el chico y ella asintió con la cabeza mientras tomaba café intentando disimular su nerviosismo por lo que acababa de decir. – Me gusta ir allí, es... tranquilo.
-Si, los días aún están lindos. – dijo ella con una sonrisa en el rostro y entonces mirando nuevamente su celular para revisar el clima en la semana, la aplicación decía que los días estarían despejados, clima perfecto, Suna solo la miró un par de segundos más. – Tenemos que ir antes de que comience a hacer frío.
-Asumo que ni siquiera has pensado en cómo se ve nevado. – dijo el chico mirándola y ella lo miró sorprendida de solo imaginar el lugar completamente nevado. – Pero no te preocupes, también podemos ir cuando esté nevado.
-¿Podemos llegar en bicicleta si está nevado?
-Podemos ir caminando. – dijo el chico y ella solo lo miró un par de segundos sonriente antes de voltearse nuevamente hacia su teléfono. Ambos continuaron desayunando mientras miraban sus respectivos teléfonos y las noticias en esto. Los hermanos Miya, por su lado, acababan de terminar el castigo impuesto por su capitán, y mientras iban de camino al aula, Osamu vio como Suna y Mafuyu estaban sentados en el comedor, hablando y él tenía su brazo por detrás del cuerpo de la chica.
-Suna. – dijo Osamu al llegar al entrenamiento mientras se acercaba estirando sus brazos, el chico lo miró perezosamente. – Ven un segundo, quiero preguntarte algo.
-Qué.
-Qué tienes con Mayu chan. – dijo el chico y Suna levantó las cejas un segundo y luego solo soltó un suspiro seguido de una sonrisa mirando hacia abajo ¿realmente le iba a hacer un interrogatorio? ¿Era su padre o algo por el estilo? Osamu lo miró seriamente y se cruzó de brazos. – Solo quiero saber.
-Para qué quieres saber.
-¿Entonces tienen algo? – preguntó el chico y Suna negó con la cabeza, en completo silencio. El chico del cabello grisáceo lo miró sospechosamente y Suna pasó sus manos por debajo de su short de entrenamiento mientras soltaba un suspiro. – Solo quiero saber qué se traen, no quiero detalles. No creo que no se traigan nada.
-Pues comienza a creerlo. – dijo el chico soltando un suspiro y dándose media vuelta para volver al entrenamiento, pero Osamu se cruzó por el frente del chico, provocando un suspiro agotado por parte del chico. – No es nada.
-¿No se gustan? – preguntó el chico sorprendiendo a Suna, este solo lo miró un par de segundos, confundido. – Es decir... bueno ¿no tienen sentimientos hacia el otro?
-Pregúntaselo a ella, a mi déjame en paz.
-Ella no me responde, así que dime. – dijo el chico insistiendo nuevamente a Suna, este solo se quedó en silencio y soltó un suspiro nuevamente, no quería responder ¿qué debería responder? No es como si... le gustara locamente, pero si llamaba mucho su atención y si debía admitir que últimamente eran muchísimo más cercanos que antes. – Oye.
-Osamu, déjame.
-Oye, pero, sólo una pregunta más. – dijo el chico y Suna lo miró en completo silencio. – A ti... ¿te gusta ella? ¿Sientes algo... por Mayu chan?
Suna lo miró un par de segundos más y solo pasó a su lado sin decir absolutamente nada para volver a practicar. Osamu lo miró sorprendido mientras el chico se alejaba seriamente y sin mirar siquiera un segundo hacia él, simplemente se iba, eso definitivamente era un Si, pero no pienso decírtelo. El chico se quedó pensando en ello por un buen tiempo, incluso terminando el entrenamiento pensaba en si eso acabaría o no en desastre.
El tiempo que había conocido a Mafuyu ella se había vuelto tan importante para Osamu, que era más bien como su hermana perdida, así que por ningún motivo querría que saliera lastimada de ello. Si Kita se enteraba, probablemente iba a convertirse en un desastre, pues seguramente perdería la confianza en Suna y si ella sentía cosas por él, y no pudiera estar a su lado, definitivamente terminaría sufriendo.
Aunque Kita tampoco tendría razones para oponerse, a excepción de que era el hermano más sobreprotector que en la vida había conocido.
-Tsumu. – dijo el chico saliendo de la casa junto a su hermano, camino al supermercado. Era fin de semana, y hacía un calor terriblemente sofocante ese día, no podían quedarse ni un segundo más en su casa, el rubio se volteó a mirarlo. – Tu... ¿crees que Kita san se enojaría si Mayu tuviera novio algún día?
-Probablemente. – dijo el chico soltando un suspiro y haciendo una mueca. – No la deja hacer nada.
-Si, yo creo que... - dijo el chico y se interrumpió a sí mismo, parándose en seco y llamando la atención de Atsumu, quien lo miró extrañado y luego miró en la misma dirección que él. Mafuyu estaba saliendo de una tienda con una bolsa llena de comida y subiéndose a la parte de atrás de la bicicleta de Suna con una sonrisa en el rostro. Ella tenía puesto un vestido de color amarillo y Suna solo iba con pantalones cortos y camisa. El chico comenzó a avanzar en cuanto ella se afirmó de su torso para no caerse mientras él pedaleaba, Atsumu ahora tenía la misma expresión que su hermano. – Él... Él sabe que es un suicidio, ¿verdad?
-Espero que lo sepa... - dijo el chico soltando un suspiro y pasando una mano pro su rostro frustrado. – Agh... solo quiero que todo salga bien...
-¿Está muy lejos? – preguntó ella y Suna negó con la cabeza mientras pedaleaba, ella estaba aferrándose a él mientras sentía que el viento le pegaba en la cara. Ir en bicicleta era una muy buena idea para liberarse del calor. – Espero sea suficiente comida.
-Es muchísima, no puedo comer tanto.
-Si puedes.
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Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}
FanfictionKita _______, la hermana pequeña del capitan, protegida por básicamente todo el club de Voleibol, a excepción de cierto sujeto que quiere cuidarla a su propia manera y traspasar los límites que su protector hermano ha puesto sobre ellos. 🪄Suna, el...