Capítulo 10

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-Compraste mucho de esto... - dijo Suna sentado junto a ella, en la sombra de un árbol. Ella estaba mirando a su alrededor, aún contenta por poder ir a visitarlo cuando el clima aún está caluroso. Ella estaba comiendo frutas y Suna comía los palitos de gelatina que tanto le gustaba, ella había comprado muchos de esos. – Ni siquiera he visto que comas uno.

-Son para ti, prefiero comer fruta. – dijo ella con una sonrisa y él solo la miró sonriente también mientras seguía comiendo. El lugar estaba repleto de flores y ella parecía estar muy a gusto en la sombra de aquel árbol. Era la primera vez que salían juntos como tal, y ambos estaban muy relajados, ella se volteó a ver al chico sonrientemente. – Gracias por traerme.

-No hay de qué. – dijo el chico mirando a su alrededor también. Parecía una cita, definitivamente lo parecía. Ambos estaban en una especie de picnic improvisado a la mitad de la nada, solos y comiendo cosas deliciosas. Si Osamu supiera de eso se volvería completamente loco. Al comenzar a ocultarse el sol, reunieron las cosas para volver a casa, Mafuyu estaba usando vestido, así que debía llegar a casa antes de que oscureciera para que no pasara demasiado frío, el chico la dejó en su casa mientras el sol estaba escondiéndose. – Nos vemos en la escuela, entonces.

-Vuelve con cuidado, gracias por hoy. – dijo ella sonriéndole mientras entraba a casa, Suna la quedó mirando hasta que cerró la puerta y luego se fue en su bicicleta hasta su casa. El chico se lanzó a la cama dando un suspiro y estirándose por completo mientras miraba el cielo de su cuarto.

Se veía demasiado linda ese día, se veía estupenda rodeada de flores.

-Bueno, lo que quería decirte... - dijo el chico nerviosamente detrás de la máquina expendedora, en donde le había pedido a la chica que hablara un segundo con él. Ella lo miraba un poco confundida, él estaba sudando. El chico era alguien guapo, que era un año mayor que ella, un sujeto de cabello claro con el que había hablado un par de veces por casualidad no sabía que asuntos tenía pendientes con ella, hasta que finalmente soltó las palabras. – Yo... A mí me gustas mucho, Mafuyu san.

-Oh... - dijo ella sorprendida y luego su rostro se sonrojó por completo, el chico no suavizó su mirada. Era guapo a la vista y era muy amable, pero ella no lo veía de esa forma, solo habían hablado un par de veces, y en ciertas ocasiones, se olvidaba completamente de su existencia. Ella desvió la mirada y rio nerviosa un par de segundos. – Am... lo siento sempai, pero... bueno... no me siento de esa forma hacia ti.

-¿Qué? A ti no... - dijo el chico confundido y ella solo sonrió nerviosa, incómoda y sonrojada por su parte. El chico parecía totalmente fuera de lugar, y no era en absoluto su culpa. Tras verla con aquella chica hablar un par de veces, sus amigos habían alimentado su ego diciéndole que posiblemente ella era amable con él porque podría gustarle o algo por el estilo, el chico soltó un suspiro desentendido. – Pero... no lo entiendo.

-Es que...

-¿De verdad no te gusto? – preguntó él y ella asintió con la cabeza, avergonzada de lo que estaba pasando, la gente pasaba por su lado y los quedaba viendo. – Es decir... por qué. Dime por qué no te gusto, de seguro tiene que ser un malentendido.

-Es que solo no... - dijo ella intentando explicarse mientras jugaba con sus manos, nerviosa. – Solo no me gustas... no me siento de esa forma... lo siento, sempai.

-¿Te gusta alguien más? – preguntó él y ella negó con la cabeza y él soltó una risa en forma de bufido. – De seguro te gusta alguien más ¿quién es? Te aseguro que puedo ser mejor que él. Solo dime quién es.

-Suna kun... - dijo la chica sonrojada frente a él. El chico miró de reojo, como las amigas de la chica estaban escondidas tras las cortinas de la ventana del segundo piso, ella definitivamente estaba por desmayarse a juzgar por lo roja que se encontraba su cara en ese momento. – A mi...

-Lo siento, no estoy interesado. – dijo el chico incómodo y ella se paró en seco y lo miró impresionado, el chico pasó a su lado y palmeó su hombro mientras daba un suspiro frustrado. – No pierdas el tiempo conmigo.

-Pero Suna kun... - dijo ella, pero el chico no la escuchó y solo siguió caminando por los pasillos. El chico tocó su cuello mientras lo elongaba para que no le siguiera doliendo, de seguro era por su mala postura. Ahora, Suna al parecer era mucho más popular entre las chicas y sin hacer absolutamente nada para lograrlo, solo existir.

-Agh... que molestia...

-Me tengo que ir, sempai... - dijo ella soltando un suspiro frustrado mientras caminaba rápidamente intentando alejarse del chico que caminaba rápidamente detrás de ella diciendo un montón de incoherencias que no entendía. Suna se quedó mirando la escena, extrañado. – Sempai, solo...

-Solo dime quien te gusta, Mafuyu san. – dijo el chico soltando un suspiro y pasando una mano por su cabello, ella se detuvo soltando un suspiro agotado, y al levantar la mirada, como por coincidencia (igual que siempre), se terminó topando con la de Suna. Era una mirada de Auxilio, de "sálvame como yo suelo hacerlo". El chico sin dudar un segundo más comenzó a caminar hacia ella, al igual que el chico a sus espaldas. – Yo sé que puedo...

-Dónde estabas, estuve buscándote por todas partes... - dijo Suna en un suspiro mientras deslizaba su mano por la espalda de la chica, terminando de estrecharla con su brazo rodeando su cintura, y besando la frente de la chica, sorprendiéndola a ella y al chico presente. – Deberías cuidar mejor de tu novio... cielos.

Ella lo miró sorprendida y Suna solo le sonrió para tranquilizarla, ella se sonrojó y Suna frunció el ceño.

-Te ves agotada ¿te han estado molestando? – dijo el chico poniendo un mechón de pelo detrás de la oreja de la chica, luego levantó su mirada lentamente hacia el chico detrás de ellos, quien los miraba impresionado. – Oh ¿es uno de tus amigos?

-Ah, el sempai...

-Yo ya... me iba. – dijo el chico nervioso y dándose la media vuelta para irse. Suna soltó un suspiro en cuanto lo vio desaparecer. El chico volvió a mirar a la chica, quien también tenía el rostro completamente sonrojado, haciéndolo soltar una sonrisa divertida.

Verla sonrojada a ella no era en absoluto comparable con las demás chicas que se acercaban a él con las caras completamente rojas.

-Qué pasa con esa cara. – dijo el chico con una sonrisa en el rostro, quitando su mano de donde estaba, soltando el agarre, el chico con su dedo índice, golpeó levemente la nariz de la chica y la miró divertido. – ¿Estás tímida hoy, señorita Suna?

-No, es solo que... - dijo ella confundida y haciéndolo reír, parecía totalmente fuera de lugar. – Solo que no... es que fue sorpresivo.

-Pero al menos ya no te están molestando. – dijo el chico soltando un suspiro y revolviendo el cabello de la chica antes de irse caminando por el pasillo, dejándola a ella plasmada en su lugar. – Búscame si necesitas algo ¿de acuerdo, señorita Suna?

El chico, tras doblar por la esquina del pasillo, se apresuró a llegar hasta donde estaba Gin y este lo miró sorprendido por la rapidez con la que había llegado a él, así que frunció el ceño, preocupado.

-Qué pasa.

-Acabo de hacer la locura más grande de mi vida.

-Acabo de hacer la locura más grande de mi vida

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Overprotected Player Girl {Suna Rintarou}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora