× Sanzu x Mikey ×

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Akashi Haruchiyo es un hombre asalariado que se mantiene en una compañía con gran prestigio. Pasaba desapercibido pero hacia bien su trabajo por lo cual ganaba una cantidad de dinero considerable.


Un día, el aclamado hijo del director llegó a la empresa, no era raro que el alto mandato de la empresa hiciera aquello, su hijo mayor y el del medio dentro de los mayores se encontraban ahora peleando por la vicepresidencia que al fin y al cabo, probablemente compartirían.

No sé interesó realmente por el hecho, pero la figura pequeña e imponente lo cautivó. No podía evitar pensar que probablemente era muy bueno en la cama, imaginaba lo bien que recibiría su extensión con una claro rostro de placer, mientras sus gemidos invaden el silencio de la habitación y el chirrido de la cama suena fuertemente.

Pero inesperadamente el rubio tenía una personalidad exasperante e irritante, sus otros hermanos no eran así, Shinichiro es suave y comprensivo, Izana calmado e indiferente, pero Manjiro... Manjiro era arrogante, gritón y mandón, su trabajo se estaba tornando difícil gracias a esto, ya que su relación con el se había complicado al no seguir una simple orden que no era parte de su trabajo, el pequeño confabulaba en su contra la mayoría de veces que tenían que presentar algún proyecto o simplemente daba quejas sin sentido. Nunca salía bien para el rubio, el trabajo del albino era intachable y la empresa lo sabía, no podían reemplazarlo fácilmente.

-¡Hyaa! ¡¡Haruchiyo es un idiota!! ¡¡El me está acosando hace mucho!!- el comentario inesperado causo revuelo, el mayor estaba a su lado presentándole unos informes cuando de repente el chillido de la voz contraria se escuchó, justamente cuando su mano estaba tocando la otra en busca de entregarle los informes después de explicarle que tenían redactado.

-¿Q-que mierda?- su rostro palideció ante la mirada de los demás, joder, como le hartaba ese niño.

×🖕×

El "malentendido" se arregló, Manjiro se disculpo, pero el odio dentro del cuerpo del albino no se contenía, sus ojos azules, cuál cielo adornado de nubes, le miraban con odio y desprecio, amenazando con la mirada al pequeño cuerpo que se estremecia levemente por el miedo.

Su reputación había quedado en la ruina, aunque no le hubieran despedido y le diesen bonificaciones por los problemas recientes, por ser el hijo del presidente todos parecían aclamar al pequeño rubio, creyéndole y murmurando a la espalda del albino.

-Dijieron que era mentira, pero solo se guían por los malentendidos que ha tenido Manjiro-kun, ¿Que tal sea verdad?

-¡Kyaa! Que miedo- chillo una chica llevando ambas manos a su boca.

-El siempre ha sido raro, casi nunca habla, aunque es bueno en su trabajo- contesto otra murmurando.

-Es verdad, mantiene un perfil bajo, ¿Eso no significa algo?- teorizo una albina murmurando.

-¡Ugh! Juro que lo haré pagar, ¿Quieres que te acose de verdad?, Un toque de manos no será lo único que recibirás. No sabes el maldito problema en el que te has metido.

×🖕×

El último cubículo de la oficina para desarolladores web se encontraba atareado por dos bonitos hombres, un rubio recibiendo una gorda y larga extensión dentro de su apretado agujero y un albino de largos cabellos empujando fuertemente su cuerpo contra el contrario, ansioso y degustando tal estrechez y exquisita temperatura que le envolvía y hacía crecer aún más su pene de una manera exagerada pero evidentemente real ante la emoción del momento.

El mayor había estado ejerciendo una especie de control sobre el menor durante un par de días. El mayor lo disfrutaba pero al mismo tiempo se encontraba descargando su enojo en el cuerpo ajeno, debido a la caída inevitable de su reputación destruida por el menor, quien le había estado profesando disculpas por medio de felaciones y el privilegio de entrar en su agujero, algo de lo que probablemente pronto se arrepentiría, después comenzaría aquel sentimiento.

Nuevamente cambiaron de posición, el de mirada azabache sosteniendo su peso sobre una única pierna, siendo la otra levantada con agilidad por el mayor quien penetraba duramente, permitiendo el choque de sus testículos con el culo redondo, provocado ese obsceno sonido típico de una película porno.

Ahora, con las manos sobre el tanque del excusado con el diminuto pene del menor apuntando hacia el orificio lleno de agua, el ojiazul masturbo envolviendo su mano sobre el rosado pene goteante mientras su gorda polla maltrataba el punto dulce del menor causando que por consiguiente aquel líquido blanco se esparciera sobre la camisa y estómago del menor, sirviendo de poco el depósito frente a el.

×🖕×

-Haru-chan~...

-¿Hm?

-Creo que me gustas...- murmuró el rubio con las mejillas sonrojadas y la cabeza gacha, acomodando su camisa, sentado sobre las frías baldosas mientras el semen se desliza por debajo de su cuerpo.

-Jodete, idiota- respondió el mayor con una mirada de prepotencia, haciendo lagrimear sorprendido al menor.

Si, era bueno en el sexo, pero eso era lo único que le gustaba.

×🖕×

😣¡Gracias por leer!😚❤️

𝐋𝐈𝐃𝐄𝐑 𝐏𝐄𝐍𝐄𝐓𝐑𝐀𝐁𝐋𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora