𝐋𝐈𝐃𝐄𝐑 𝐏𝐄𝐍𝐄𝐓𝐑𝐀𝐁𝐋𝐄

× Sanzu x Mikey ×

Manjiro Sano es un hombre normal, asalariado y con una vida cotidiana realmente aburrida, su rutina se repite todos los días, no tiene mucho más que hacer que ir a la empresa donde trabaja y hacer su trabajo, obviamente. Es bueno en lo que hace, es atractivo, pequeño y muy lindo, su paga es buena, pero eso es todo, nada sucede en su vida, tampoco tiene pareja, igualmente no es como que quisiera una, prefiere mantenerse en casa los días libre viendo un maratón de algún anime que se le atraviese por ahí.

Últimamente algo ha cambiado, se ha tornado extraña la manera en que por casualidad su ropa interior desaparece, no son por los descuidos constantes, de hecho, había tratado de poner más cuidado cada que la lavaba y la ponía en su lugar, ya que, anteriormente no le tomaba gran importancia al lugar en dónde las dejaba, pero ahora que sabía el lugar donde se encontraban cada uno de sus calzoncillos, entiende que no está loco, su ropa ha estado desapareciendo, sus trajes, lociones e incluso algunas toallas para el cuerpo, no se trataba de cosas de valor y realmente no parecía importarle, pero la presencia que ocasionalmente sentía siguiéndole le preocupaba, esa aura constante que tocaba sus talones con su sombra, por más que se esforzó no pudo ver el rostro, si quiera la figura de tal persona, pero sabía con certeza que desprendía un aura dominante, violenta e insaciable, un acosador, de eso estaba seguro, ¿Pero por qué el? Y ¿Quien?

Con miedo al posible asesinato y también para matar al tiempo, el pequeños decide entrar a clases de defensa personal, ha trabajado duro, está seguro de que podrá defenderse perfectamente si un cuchillo trata de atravesarle la espalda, pero aún así, siente el aura de aquella persona, ahora le sigue con más constancia y según el rubio, con una aura más aterradora, también se pregunta si aquel ser tan descuidado no tiene trabajo, se da cuenta que se toma mucho tiempo en seguirlo y hasta se preocupa un poco por su estabilidad económica sin saber de quién se trata.

—Aagh, Kamisama... Odio a mi jefe— Estaba pronto a llegar a su casa, se sentía desgastado, su jefe lo había hecho trabajar horas en un informe de contabilidad que exactamente, no hacía parte de su trabajo, le molestaba, le producía estrés que su jefe fuera tan malagradecido con su trabajo, el se esforzaba, incluso hacía trabajos que no eran de su área por qué se lo solicitaban y ni siquiera un bono, ni mucho menos un aumento de sueldo. Menos mal mañana era sábado y le habían dado el fin de semana para descansar después de tanto tiempo de horas extra.

Aún con el cansancio se le hizo extraño, su acosador ya no le seguía, estaba completamente solo pasando por las calles solitarias de Japón, en las que gratificantemente casi no roban, algo que está seguro sucede por qué es un país de primer mundo y concluye que es así por qué ha escuchado cantidad de veces extranjeros de países latinoamericanos que se sorprenden al no ser amenazados con un arma para entregar su billetera. Continuando con la inexistente presencia de su acosador, no puede evitar preocuparse un poco, no sabe por qué, pero ahora que lo pensaba, aquella sombra que irradia tal aura no es tan "mala", siempre mantiene una gota de amor y sumisión. Euforia, en conclusión.

Con el ánimo por los suelos, al llegar a casa abre la puerta con desespero queriendo pronto llegar a su habitación y tumbarse en la cama y próximamente levantarse a la 2:00 de la tarde del siguiente día. Tan emocionado estaba por aquel pensamiento que no se molestó en asegurarse en qué tan bien estaba asegurada la puerta de entrada.

×😶×

Supone se ha levantado tarde pero aún así con esfuerzo quiere mantener los ojos cerrados pero el ruido de a su parecer gemidos le agobian los tímpanos y no puede concentrarse en dormir, de a poco abre sus ojos, esforzándose por despegar sus pestañas, lograndolo pero inmediatamente sintiendo una sensación viscosa recorrer sus mejillas, sus pupilas disminuyen su tamaño, perturbado mira el rostro de el que supone es su acosador; Es realmente bello, tiene largas pestañas, facciones refinadas y por lo anteriormente escuchado una muy suave voz. El chico por el contrario asustado trata de escapar pero es tomado ágilmente por el pequeño.