❝ Summer(u) Rain❞

❥ CHAPTER 1ᰔᩚ

Por segunda vez, quiero ser muy honesto contigo.

En realidad no puedo, ni podría recordar nada del día que nos conocimos, mamá siempre me contaba que nuestro primer encuentro fue en el pequeño embarcadero de la ciudad. Ya sabes, aquel puertecito del que solías lanzarte a nadar, siempre terminabas regañado por que terminabas asustando a los peces. Ella decía que nunca parábamos de jugar y reíamos hasta el cansancio.

Ella me aseguró que desde ese día tú y yo hemos sido inseparables. Tan unidos como uña y mugre, o al menos eso es lo que nosotros decíamos.
Eso es algo que tú y yo supimos desde que tenemos memoria.
Eso fue algo que tú y yo perdimos en el momento que nos enamoramos aquel verano.

Y solo me gustaría volver a encontrarnos para decirte lo mucho que yo te amo y lo mucho que te amare siempre.

En realidad nunca estuve consciente de mis sentimientos por ti, no hasta aquel verano, en aquel festival que tanto nos encantaba celebrar.
El recuerdo de ese instante siempre se quedó guardado en mi memoria con toda la claridad del mundo, como si del tesoro más preciado de un pirata se tratase.

Ambos nos escabullimos de los guardias para colarnos al techo del Santuario Surasthana, justo en el punto más alto de la ciudad y cuando el sol tocó la tierra, tu mirada estaba en aquel atardecer dorado mientras los rayos de luz acariciaban tu rostro y tu suave cabello danzaba con el resoplar del viento, luego me sonreíste y cuando vi tus ojos, tus brillantes ojos y tu sonrisa encantadora, lo supe.

Y sin evitarlo, caí en que estaba completamente enamorado de ti.

No le hice caso a lo que sentía mi corazón porque me sentí tan abrumado de arruinar tantos años de amistad, pero sabía que debía decírtelo, ya no tenía forma de disimular las ganas que tenia de besar tu rostro cada que me abrazabas con tanto cariño y calidez.

No podía seguir ignorando este sentimiento tan fuerte.

Si, ya sabes, aquello que todos llaman amor.

Así que, una tarde del verano del siguiente año.

— ¿Qué hacemos aquí? — preguntaste, ese día estábamos camino a la playa del puerto ormos con nuestros amigos. Siempre te encantó aquel lugar, tus ojos brillaban al ver el océano, como los míos cuando te veía.

— Quiero hablar contigo — Debo admitir que estaba bastante nervioso, pero mi voz salía tan natural a tu lado. Me sentía tan tranquilo con tu sola presencia acompañándome siempre.

— Podríamos haber hablado en la playa, pero de acuerdo, dime —

— Es que es algo importante — tomé tu mano con la normalidad que siempre lo hacía, nos guié hasta el jardín razan, nuestro lugar secreto.

— Te sudan las manos, que asco — reíste, tu risa siempre fue mi melodía favorita  — ¿Estás bien? —.

— Por supuesto. — Ambos nos sentamos, tú abrazaste tu mochila, también parecías nervioso — Pero necesitaba hablar con mi persona favorita en mi lugar favorito —.

— ¿Soy tu persona favorita? — respondiste sarcásticamente.

— Siempre lo has sido —

— Entonces, ¿de qué necesitaba hablar mi persona favorita? —

Sentí el nudo en mi garganta, mis manos temblaban levemente, tú las tomaste con tranquilidad, buscando calmarme.

— Sabes que puedes contarme lo que quieras — sonreíste y fue esa sonrisa lo que me dio la valentía de hablar.

— Me gusta alguien —

Sentí tus manos tensarse, apretaste un poco las mías y me miraste atento.

— ¿Le conozco? — Asentí suavemente

— Es un chico increíble, llevamos tantos años conociéndonos que podría jurar que es mi alma gemela. Es tan hermoso y carismático, tiene un encanto tan natural que siempre atrae a los animales y a los demás niños del curso. Es tan amable y bondadoso. —

— No suenas como si te gustase alguien — suspiraste — Suenas completamente enamorado de él — Esquivaste mi mirada — Debe ser alguien muy afortunado —.

— Creo que yo soy el afortunado, por que creo que tienes razón. De verdad estoy enamorado de él — Bajaste la cabeza y por alguna razón sentía que mis palabras te estaban lastimando, mi mano tomó tu mejilla con suavidad, obligándote a que me mirases — Estoy profundamente enamorado de ti —.