❝ Summer(u) Rain❞

❥ CHAPTER 17ᰔᩚ

Alhaitham restriega sus manos por su rostro repetidas veces, siente su cabeza doler y una punzada constante en ella, ha despertado gracias a que la luz del sol se coló por la ventana y decidió golpearlo justo en la cara.

Se incorpora sobre la cama, ha dormido demasiado profundo y ha tenido un sueño muy extraño con Kaveh. Su cama está hecha un desastre y hay un leve olor a vainilla en las almohadas.

CRASH

El sonido de algo rompiéndose en la sala capta su atención en un santiamén, brinca del colchón y desenvaina su espada a la vez que sale corriendo de la habitación.

Su semblante se relaja al notar a un avergonzado (y solo) Kaveh en una esquina de la sala. — ¿Qué pasó? —pregunta mientras camina hacía él, ahí es cuando nota los restos de un jarrón roto esparcidos por todo el piso.

— Lo siento, no quería despertarte. — Kaveh luce realmente triste observando el desastre que ha dejado su descuido. Alhaitham mira un par de cosas extras en su sala, se muere por preguntar pero tiene sus prioridades claras. — ¡No vengas para acá! No quiero que te cortes.

— Tú eres el que está descalzo. — Así que aprovecha sus habilidades elementales para transportarse justo a su lado, en cuestión de un pestañeo lo toma entre sus brazos para volver a moverlos al otro lado de la sala, lejos de la escena del crimen.

— ¿Esto no te cansa? — Kaveh pregunta cuando Alhaitham lo deja sentado en el sillón, se inclina hacia el rubio para esconder su nariz en los cabellos ajenos, huele igual que sus almohadas. Cree que es delicioso.

— No es la gran cosa — Se sienta a su lado mientras rodea sus hombros con su brazo, su cabeza duele pero la cercanía ajena lo embriaga en calma.

— Preparé café — Kaveh acepta la cercanía gustoso — Supuse que te gustaría un poco para la resaca.

— Eres muy considerado — Kaveh se escabulle hasta la cocina, no tarda en volver con una taza en sus manos, no profesa estar demasiado caliente pero si lo suficiente para disfrutar el calor del líquido en su boca. Hay algo diferente en este café, es más delicioso, es fuerte, es dulce, es apetitoso, se deleita con este nuevo e increíble sabor.

Kaveh lo mira expectante, hay una pizca de anhelo en esos ojos que lo ponen de buen humor — ¿Qué te parece?

— Diferente a lo usual, pero es exquisito. ¿Dónde conseguiste algo así?

— Bueno... Me levante temprano para ir a mi casa, vi mi molinillo de café y decidí traérmelo junto con unos granos de café para hacerte uno de mis cafés especiales.

— ¿Para qué fuiste a tu casa?

— Creí que sería bueno empezar a traer algunas cosas si vamos a seguir viviendo juntos, ¿no?

Alhaitham se detiene, hay una tenue confusión en su mirada que desconcierta a Kaveh. — ¿De qué estás hablando?

El rostro perplejo del rubio comienza a tornarse en uno completamente rojo y avergonzado — Ay, Arcontes — Desvía la mirada un segundo hacia la pila de caja que adorna la sala — Lo siento mucho, debí esperar a que estuvieras sobrio para que me lo dijeras, ¿verdad?

Entonces ambos se quedan en silencio, en una situación embarazosa, con las caras ardientes por el sonrojo y el olor del café escapando de la taza.

— Yo... Lo siento, creí que había soñado eso, no pensé que te lo diría en ese estado de embriaguez... No tienes que quedarte aquí si quieres volver a tu casa, no voy a retenerte, ni obligarte o algo por el estilo.

— ¿Tendría algo de malo que quisiera quedarme? — Alhaitham niega con la cabeza mientras entrelaza su mano con la ajena — Yo... Quiero quedarme aquí... Contigo.