❥ CHAPTER 9ᰔᩚ

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Sus párpados se mueven con lentitud, sus pestañas son demasiado pesadas, su visión es borrosa, sus ojos duelen y le cuesta enfocar la mirada. Hay una constante punzada incómoda en sus costillas, una picazón insoportable y una venda apretada.

Logra estar consciente de su entorno y entonces es capaz de recordar. Su investigación sobre Khajeh, el recaudador fatui atacandolo, Kaveh tomando pruebas, él rescatando a Kaveh y luego oscuridad.

Analiza la habitación, supo al instante que no estaba en el Bimaristán, estaba en una casa pero no era la suya. Sus ojos viajan a la mesita de noche, se detuvo en el cuadro de una foto familiar. Había tres personas de cabellera dorada, cual rayo de sol, inmortalizados en aquel pedazo de papel. Alhaitham reconocería siempre al pequeño de la foto.

Entonces la puerta se abre y Kaveh está ahí sosteniendo un pequeño traste con agua. Una expresión de sorpresa invade el rostro ajeno, sus ojos se humedecen y deja caer lo que tenia en manos.

Kaveh salta hacia él, siente sus brazos rodear su cuello, se da cuenta de como tiembla y solloza, solloza y tiembla en un ritmo que le es difícil contener, intenta consolarlo correspondiendo el abrazo con firmeza. Cierra los ojos y huele su cabello, es refrescante, Kaveh se aferraba a él con fuerza y viceversa.

— Gracias, Arcontes — Le escucha soltar en susurro contra su hombro desnudo, en un sollozo desesperado, en una plegaria de la que no sabía si sería escuchada, de una petición que mantuvo oculta. Sus brazos lo aprietan un poco más— Gracias por despertar, Haitham — está vez Kaveh lo mira a los ojos, su rostro tintado de rojo estaba cubierto de lluvia de verano y una sonrisa llena de luz.

— ¿Qué... — La garganta le molesta al hablar, Kaveh se da cuenta de inmediato y le acerca un vaso de agua. — ...pasó?

El rubio limpia sus mejillas con sus propias manos — Luego de que Cyno llegase te desmayaste y te llevamos al Bimaristán, el doctor dijo que perdiste mucha sangre y la quemadura no ayudó. — La mano de Kaveh viajó hasta sus costillas, simplemente rozó por encima las vendas, no se atrevería a tocarlo — Llevas cinco días inconsciente. Tres días en el Bimaristán y dos días aquí.

— ¿Tú pediste que me trajeran a tu casa?

Kaveh asintió — Sería más fácil cuidar de ti aquí y se que odias estar en el Bimaristán, no quería que sufrieras una crisis cuando despertaras ahí, así que le pedí a Cyno que te trasladaran a mi casa. Por seguridad hay dos guardias afuera.

— No había ninguna necesidad de que tú me cuidaras — Sabía como sonaba aquello, era grosero y se escuchaba como un malagradecido.

— Me sentí en deuda contigo, yo tengo la culpa de que estés así. — Alto. ¿Qué estaba diciendo? Kaveh bajó la mirada apenado.

— ¿De qué estás hablando?

— Yo fui una variante en tu investigación. Yo no debía estar ahí, yo estaba distrayéndote con mi presencia, yo pude haber salido de mi escondite antes de que te atacaran mortalmente, yo debí correr más rápido, yo... — Alhaitham toma sus manos, no dejará que se ahogue en ese sentimiento que no le pertenece.

— No fue tu culpa — Asegura — Yo ya tenía la idea de que podrían atacarme, estaba preparado. Aún si no estabas en mis planes, lograste tomar una fotografía y eso es una gran prueba que podré utilizar en el juicio. Tal vez fuiste una variante, pero fuiste de gran ayuda. Estoy agradecido.

Aún si no lo nota muy convencido — Me alegra escuchar eso... — Kaveh sonríe tímidamente — Yo estaba a punto de servirme de cenar, ¿quieres acompañarme?

— Me encantaría — Alhaitham removió la colcha que cubría sus piernas, iba a levantarse pero Kaveh lo detuvo rápidamente.

— ¡Quédate ahí! Los doctores y Tighnari dijeron que necesitas hacer mucho reposo — Por supuesto que había llamado al guarda bosques — Una apuñalada con una quemadura de segundo grado son peligrosas.

❝ Summer(u) Rain❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora