¿A Dónde Vamos? (Juan Pablo Villamil) {Morat}

64. (Final alternativo)

La gira por Estados Unidos había terminado en Los Ángeles, estábamos todos exhaustos, necesitábamos la semana de días libres ya. Después de eso volveríamos a México para otro auditorio nacional. Nos encontrábamos en el camerino Martin, Simón, Isaza, Daniela, Villamil y yo tirados sobre los sillones.

–¿Vamos a salir a festejar? -preguntó Martin sin moverse ni un milímetro de su posición-
–¿Aún tiene fuerza para eso? -cuestionó Isaza con tono burlón-
–La verdad que no
–Ni nosotros tampoco -añadió Simón, quien encontró las fuerzas para sentarse– además, mañana temprano salimos para Colombia, así que mejor descansamos hoy y festejamos allá
–Ehhh -celebró Isaza– en la fiesta de Pedro
–¿En la fiesta de Pedro? -me atreví a hablar por primera vez mientras me sentaba yo también-
–Si, es que Pedro va a hacer su fiesta de cumpleaños la próxima semana -me respondió Villa-
–¿En Colombia? -preguntó Dani-
–Eso mismo nos preguntábamos nosotros -dijo el pequeño de los hermanos-
–Supongo que es porque mañana viaja con nosotros desde acá, y aprovecha el viaje para Bogotá y celebra con sus amigos -añadió Simón– y por supuesto, ustedes están invitadas -nos señaló el chico de lentes, sonreí-
–Como dirían ustedes "esta chimba el plan" -todos se rieron-
–Esa es mi Nab

Me dijo Isaza mientras intentaba alcanzarme, pero no lo logro porque seguía acostado. Villamil se levantó de su cómoda posición y se sentó, mirándome con una sonrisa amplia. Isaza, Daniela y Martin no tardaron mucho en hacer lo mismo que nosotros y se sentaron, empezaron a conversar entre ellos pero yo no estaba al corriente de lo que platicaban porque Villa llamó mi atención.

–¿Ahora si va a ir a Colombia? O ¿va a buscar una forma para intentar salvarse? -me susurró, yo me reí muy bajito-
–Prometo que ahora si voy
–¿Toda la semana?
–Si -asentí con la cabeza– pero con una condición
–A ver ¿cuál es su condición?
–En Cdmx, nos quedaremos en mi casa, no en hotel

Villa soltó una risita nerviosa, no se esperaba que esa petición fuera a salir de mi boca, puesto que tampoco es algo que yo diría, pero estaba tan acostumbrada a costarme a dormir y despertar a su lado que de solo pensar en la idea de pasar un día -noche- sin él, me hacía sentir un poco desesperada, además de que estoy segura de que tendría un gran insomnio por la falta de su presencia. No estaba obligado a aceptar, igual aunque se negara a estar en mi departamento, yo no iría a un hotel teniendo mi propia casa, la cual, por trabajo comenzaba a estar deshabitada por periodos muy largos, así que me emocionaba la idea de estar en mi propia cama aunque sea un día. Me miro con una sonrisa pícara en su rostro.

–Pensé que eso ya lo íbamos a hacer siempre -no pude evitar ponerme roja ante sus palabras– pero si esa es la condición, créame que por mi no hay problema, de hecho estaba en mis planes -ambos nos reímos-
–Entonces tenemos un trato

~

La mañana siguiente al concierto fue como todas nuestras mañanas, estábamos todos desayunando -Villamil, Isaza, Martin, Simón, Daniela, Alexis y yo- mientras platicábamos sobre qué nos merecíamos esta semana de descanso. Alexis hablaba de que no iba a hacer la gran cosa puesto que a Ele no le habían dado permiso en sus trabajos para faltar esa semana debido a la cercanía que tenía con su último permiso, pero que de todos modos iba a intentar estar el mayor tiempo que pudiera con ella. Los chicos, quienes adoraban a Ele y habían entablado buena relación con Alexis, le habían dicho que metiera a Eleand a la lista de invitados del concierto en el auditorio para que pudiera entrar cuando quisiera, eso lo tenia conmovido y emocionado. Su relación con Eleand marchaba de maravilla a pesar que por sus ajetreadas agendas casi no pudieran verse, ellos encontraban el momento para hacerlo o sino estaban hablando por teléfono todo el tiempo que les fuera posible, se les veía muy felices y a mi me alegraba un montón que mis amigos estuvieran bien.