¿A Dónde Vamos? (Juan Pablo Villamil) {Morat}

48

–¿Para que abrí la boca? -se quejó Pascal-
–Y yo ¿para que los seguí? -agregó Alexis-
–Pues yo no les dije que me siguieran

Les dije mientras cuidaba de no caerme, estábamos caminando en medio de un espeso bosque, yo realmente esperaba poder descansar estos dos días en mi cama, no en el estupido "tiempo fuera" de Koco, me sentía un poco mal porque de alguna forma sentía que había metido a todos en esto, pero por otra, no entendía porque todos se habían aglomerado a nuestro alrededor si la discusión era solo entre Villa y yo. Los días pasados habían pasado incómodisimos entre todos, nadie hablaba y con suerte y nos dedicábamos algunas miradas porque estábamos en estricta supervisión de Koco, a pesar de que todo estaba "tranquilo" era notoria la incomodidad que existía en el equipo. Tampoco supe si Koco sabía porque había iniciado el pleito o si tenía algo que ver con lo del castigo de Netza.

–Miren el lado bueno, al menos tenemos algo que hacer en nuestros días libres -hablo contento Keno-
–Cállate Keno -insistió Alexis– No deberías estar contento, tú también fuiste castigado sin haber hecho nada
–Yo también -añadió Linda-
–Pues si en esas estamos, yo tampoco hice nada malo
–Ay por favor -se quejó Pascal-
–¿Que? Lo que le estaban haciendo a Netza era injusto, además si lo piensas bien todo esto es tu culpa
–Yo que iba a saber que ibas a salir corriendo a pelearte con Villamil
–Mira, mejor vamos a tomarnos todo con humor como Keno -cambie el tema– él no tuvo culpa de nada y esta feliz de estar aquí
–Gracias por tomarme en cuenta -sonrió–
–¡Es el único contento! -se quejó Alexis, puse los ojos en blanco-
–Mich trajo a Pako -nos hizo la observación Linda-
–¿Que culpa tiene Pako? él ni estuvo en el camerino -se burló Pascal-
–Pues como Blas que tampoco entiendo porque está aquí si no estaba en el camerino -me quejé-
–Creo que nos siguió cuando nosotros te seguimos a ti -hablo Alexis– tal vez solo se quedó a fuera
–O no lo vimos -sonreí-
–De todos modos el también es de este grupo problemático

Dijo Pascal y después soltó una carcajada que hizo que todos los que venían enfrente de nosotros nos miraran con cara de querer matarnos. De por si no estaban tan contentos con nosotros.

–Lo siento, lo siento -Añadió en voz baja-
–Hasta le tocó a la pobre Georgina -dijo Keno-
–Somos la guardería de Koco

Me burlé. Seguimos caminando por unos largos y quejumbrosos minutos, hasta que llegamos a una explanada, donde solo se veía una pequeña cabaña en medio de todo. Todos nos acercamos a Koco, parecíamos sus hijos, 17 hijos que se llevaban terriblemente mal entre ellos.

–Llegamos -dijo muy entusiasmado Koco-
–Y ¿planea que todos entremos en esa cabañita? -preguntó Isaza-
–Oh, claro que no chicos, si vamos a acampar a fuera... traje una casa de campaña enorme donde vamos a dormir todos juntos -celebro-
–¿Que? -se quejó la mitad del grupo, yo incluida-
–O sea que literal vamos a hacer todo juntos -específico Simón-
–Así es
–Y entonces ¿la cabaña? -preguntó Dani extrañada-
–Ya verán, ya verán... ahora bien, todos tenemos que armar esto
–Ay no -ahora nos quejamos todos-
–Ya cállense y pónganse a trabajar

A regaña dientes todos nos pusimos a intentar armar la casa de campaña, venia en una caja tan chica que jamás me imaginaría que traería una ahí, y menos una tan grande.

–¿Y de donde sacó una casa de campaña para 20 personas? -le preguntó Martin-
–No es para 20 personas -soltó una risita– es para 12, pero donde entran 12 caben 18
–¿Que? ¿Estás loco? -me quejé-
–Ni hables, porque por tu culpa estamos aquí -susurró Pascal-
–No, nos organizaremos para entrar bien todos -añadió contento Koco– ya verán, ya verán

Todos nos pusimos a armarla casa de campaña, era un desastre total, entre nosotros no podíamos organizarnos bien, le dijimos a Koco que nos repartiera diferentes tareas para podernos organizar mejor pero él se negó, en serio quería que TODO lo hiciéramos juntos.