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Ver a Isaza con el corazón destrozado me hacía sentir aún peor, quería ayudarlo pero a la vez yo también lloraba. Obviamente le tuve que contar de lo mío, ojalá que con ese abrazo que nos dimos nos hubiéramos curado de todo el dolor, pero no, se podía sentir el dolor que ambos traíamos cargando. Él en un momento, para hacernos sentir un poco mejor, bromeó sobre la gran casualidad que había sido que a ambos nos cortaran al mismo tiempo, y ahora decía que éramos amigos de ruptura, no pude evitar reírme ante su estupidez, pero luego, de nuevo, los dos nos encontrábamos inconsolables y en silencio.
Ya era casi hora de salir, acompañe a Isaza al escenario, él traía su brazo colgando sobre mis hombros, nos despedimos antes de que saliera y le dije "suerte" casi en un susurro, solo pudo dedicarme una sonrisa y salió, él fue el último en salir cuando siempre era el primero y yo otra vez, no había sacado la toma de los chicos saliendo al escenario. Admiraba lo profesional que era Isaza, con todo y el corazón roto sacó adelante el concierto, muchas veces se le escuchó triste pero luego revivía la felicidad.
Yo por mi parte era cero profesional, canción triste que sonaba, canción en la que no aguantaba y se me salían unas lagrimas, esa noche en serio que no pude trabajar bien, me dolía la cabeza horrible e incluso me tomé el lujo de faltar a la reunión que siempre hacía Koco al final de los conciertos.

En el camerino estábamos Martín, Simon, Daniela, Isaza y yo esperando que fuera la hora de irnos, Villamil se había desaparecido después del concierto. Martín estaba sentado en uno de los sillones revisando su celular, Simon y Dani estaban platicando y comiendo algo de la mesa de snacks, yo estaba recargada en el hombro de Isaza, los dos estábamos mirando a la nada, a penas y eran perceptibles las voces de Dani y Simon, Martín de repente nos miraba raro pero no decía nada y la verdad yo agradecía que no quisiera sacarnos platica, aunque todo se sentía muy tenso en el camerino. Martín le hizo caras a Simon, y aunque desde donde yo estaba no lo podía ver, sabía que Simon también le estaba haciendo caras.

–Ehhh... ¿Todo bien? -habló Simon, pero ni Isaza ni yo respondimos– ¿chicos?

Isaza pegó un saltito al darse cuenta que Simon nos estaba hablando, creo que él estaba más perdido que yo, esto hizo que yo levantara mi cabeza de su hombro y me senté más recta, comencé a ver al piso porque si empezaba a llorar no quería que los chicos me vieran.

–Perdón ¿Que? -su voz se oía como si estuviera apunto de quebrarse–
–¿Todo bien?
–No

Todos, incluida yo, miramos a Isaza atónitos, no pensé que fuera a contestar de esa forma.

–¿Que sucede? -preguntó chismoso Simón mientras se sentaba a lado de su hermano–
–Andrea y yo lo dejamos, ella me cortó hoy antes de salir al show
–¿Que? Como cree
–Lo siento tanto, hermano -por fin hablo Martín–
–Es horrible, me siento fatal
–Me imagino -Isaza solo asintió con la cabeza, hubo un largo en silencio, después Simon me miro– ¿y tú Nab?
–¿Yo? -me paralice sentía que iba a empezar a llorar y no me iba aguantar–
–Nab también terminó con su novio -dijo Isaza–
–¿¡Que?! -dije espantada–
–¿Ya? -pregunto Dani, mientras caminaba a sentarse a lado mío en el sillón– al fin, que bueno que lo dejaste mana, me caía tan mal, mereces algo mejor que eso -la mire con los ojos llenos de lagrimas y me recargue en ella–
–Es que no fue así y ahora Isaza ya me expuso con todos
–¿Que yo que?
–Si tu me expusiste
–Igual se iban a enterar, mejor que sepan que ahora hay dos corazones rotos en el equipo a que te andes aguantando ese dolor que cargas

Isaza se cruzó de brazos después de soltarme toda su palabrería, en eso tenía razón, obviamente los chicos iban a saber en algún momento pero no planeaba decirles de golpe así como él lo hizo, pero al menos ya me había quitado ese peso de encima.

–¿Que pasó Nab? -pregunto Dani mientras jugaba con mi cabello-
–Él me estaba engañando -dije con un hilo de voz, todo se quedó en total silencio, así que seguí hablando– me termino después de decirme que sentía algo por la chica con la que me engañaba
–Maldito, lo odio
–Imagínate como estoy -me separe un poco para no llenarle la blusa con mis lágrimas–
–Que horrible que los dos estén así -dijo Simon– pero miren el lado bueno de las cosas
–¿Esto tiene un lado bueno? -dijo Isaza, con un tono irónico–
–Si, emh bueno, para ti todavía no sé cuál es el lado bueno exactamente pero para Nab -Simon se levanto de su lugar y se hizo un espacio entre Isaza y yo para sentarse, pasó su brazo por mis hombros para muy feliz decir– ahora vas a poder andar con Villa tranquila, claro, cuando él termine con Gabriela
–¿Le gusta Villa?

¿A Dónde Vamos? (Juan Pablo Villamil) {Morat}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora