Mentiroso Romance I

4. Desconocidos

Se levanta rápido de la cama sin hacer mucho ruido e intentando recordar que sucedió anoche; Cuando ella mira detalladamente y lo reconoce, queda perpleja al ver que era el presidente de la empresa.

Su respiración se escuchaba agitada por la impresión de ver quien era, su rostro se colocó rojo como un tomate, no sabía cómo lo iba a mirar ahora después de haber tenido una noche lujuriosa y sexual entre dos desconocidos.

Niña acuéstate aún poco más está muy temprano para que fastidies y no me hagas repetirlo otra vez – dice Charles. El chico que estaba dormido se mueve un poco, aunque ella logra retirarse de la cama, en ese momento él se despierta con ojos adormecidos.

¿Fastidié?, resulta que ahora soy fastidiosa ¡Ja!, aparte de engreído, resultó grosero – contesta ella anonadada por su manera de hablar.

Escuche, le dejare muy clara la situación, yo no me acuerdo que sucedió y si no me acuerdo, no pasó, así que siga descansado porque yo me voy – refuta Nana muy enojada y se va a vestir.

«Esa niña se atreve ¿hablarme así? ¿Quién se cree que es?, ¡ja! Resultó ser alguien muy interesante» - Él se queda callado y piensa.

Él se levanta y se coloca su bata para dirigirse hacia donde está Nana vistiéndose.

Él camina cerca de ella y la mira con desprecio, aunque tiene algunos recuerdos vagos, sabe que la paso muy bien con ella, sintiendo que le gustó.

Estas en mi casa, todavía no te iras - refiere Charles.

¿Qué? ¿En su casa? ¿Cómo qué no me puedo ir todavía, quién te piensas que eres?, te recuerdo que ni siquiera es mi jefe nada más, ubíquese mijo - expresa ella enojada con un tono desafiante, no lo toleraba.

Amaneciste en mi casa, en mi cama, pero no recuerdas como llegaste aquí, ja ja que curioso - dice Charles, sus palabras fueron bastante sarcásticas.

Solo bebí anoche y lo que pasó, se queda atrás - infiere Nana y lo mira con ira, pero se contiene.

¡Mm ya!, vamos a desayunar y luego te vas - contesta Charles.

Ella no le refuta y se va.

«Que interesante» - piensa él.

Termina el fin de semana, ella está inquieta debido a lo que está pasando en su vida en estos momentos, sin embargo, el lunes llaman nuevamente a Nana para trabajar desde ese día en la misma empresa; transcurren varios días, ella nota que Charles no había ido a la oficina y eso la mantuvo bastante tranquila, pero a la vez agobiada pensando en que instante aparecería y como debería comportarse, a pesar de haber sido clara con la situación.

El miércoles, Nana estaba en su puesto de trabajo y repentinamente escucho una voz algo familiar al fondo del lugar.

Zhaon entregarme los informes del mes pasado y los demás documentos de la semana pasada - pide Charles que estaba junto a Richard.

Ella estaba tan nerviosa que Richard lo notaba y se reía.

«Debo verme ridícula con esta actitud, reacciona solo fue una noche pasajera» - piensa Nana.

Charles pasa por su lado y la observa con mucha curiosidad al notar que está nerviosa y hace un gesto de risa con sus labios. Ella lo mira muy incómoda, pero avergonzada a la vez recordando algunas cosas que pasó esa noche, lo que hizo que se colocará roja como tómate.

Recordó aquel hombre alto, bastante músculo, de cabello negro, labios rosados y manos grandes tocando su cuerpo y besando sus labios hizo que sé ruborizara.