Mentiroso Romance I

23. REGRESO

Charles estaba desesperado sin poderla encontrar, no lograba saber de su paradero en su mente, venían muchos pensamientos malos si algo le había sucedido.

Renegando por lo estúpido que era al no saber reaccionar por la situación que estaba pasando y lo más importante, el no haberla detenido y explicarle todo a ella; Se sentía tan impotente, era la primera vez en su vida que algo así le ocurría, no sabía en qué momento se había enamorado de ella simplemente se dio cuenta de que era la mujer de su vida.

¿Por qué seré tan estúpido? ¿Por qué no hice nada?, cuando Lisa apareció tuve que haberla despachado ¡Maldita sea! – dice Charles Cuestionándose así mismo.

Contéstame el teléfono, por favor – desesperado habla en voz alta.

Esa noche no pudo dormir tranquilamente, lo que no sabía era que ella iba a desaparecer por unos días, haciendo que ese tiempo sea un infierno para él.

Nana no me regresó a la casa de su esposo, en el rostro de Charles se notaba mucho que sus ojos estaban hinchados de tanto llorar y además de las ojeras que tenía. Todos esos días su aspecto era terrible e igualmente no había ido a trabajar.

Sus amigos lo iban a buscar, sin embargo, él no se inmutó a responder a nadie, solo paso ese tiempo encerrada en su cuarto bebiendo porque pensaba que ella lo había abandonado.

De manera sorpresiva, Nana regresa.

¿Señora? Por fin, diste regresar gracias a Dios – dice Zhaon.

¿Estás bien? Señora, por favor, Charles está muy mal en su habitación y no ha querido comer nada en estos días, pero solo toma licor – dicen algunos empleados contentos de haberla visto.

No se preocupen chicos, solo tuve que irme unos días por asuntos personales – dice ella sonriente tratando de ocultar esa tristeza que invadía su alma.

Señorita, por favor arréglame una habitación y traslada mis cosas a ella – le indica Nana a la chica para que le ayude en la casa mientras se sienta en el sofá.

Señora, iré a informar al Señor que ya está aquí y también quiero que se sepa que usted es la Señora de esta casa, la única mujer que ha vivido aquí a excepción de la señora Sara que cuando estuvo muy grave de salud y las familiares del señor – Menciona Zhaon desahogando esa opresión que sentía en su pecho.

A Charles no le gusta traer gente a su casa que no sean los más allegados y le repito usted ha sido la única señora de esta casa – le dice él.

Zhaon se retira, pero regresa para terminar de decirle.

Sobre Lisa, solo le puedo decir que ya no significa nada en la vida de Charles, esa mujer solo insiste en casarse con él porque doña Victoria la apoya – le dice aun tratando de animarla.

Entiendo – dice Nana mirando al suelo, muy triste y respirando profundo.

No creía en las palabras de nadie, pero sentía que le estaban diciendo la verdad sobre él, ya era un hombre adulto y que ella loquería mucho, aunque a veces lastimaba lo que la hacía dudar por ese pequeño detalle.

Señora, su habitación está lista, he preparado la ducha para que por favor descanse, pero antes por favor le voy a pedir hablé con el señor – le dice a una de las empleadas.

No te preocupes hablaré con él, sé que ustedes lo estiman mucho – dice ella.

Señora, la verdad desde que usted pareció en la vida del señor, él ha cambiado mucho, su carácter se ha vuelto más blando a pesar de ser tan estricto y fuerte, pero más dócil – le dice otro empleado.

Nana se dirige a la habitación tomo una ducha, se demora un rato tratando de relajarse y dejando que su cuerpo alejara las malas sensaciones en esa agua tibia.

Después de eso, se relajó, respiró profundo y decidió ir a buscar a Charles cuando se dan cuenta ya eran las 10 de la noche, va a abrir la puerta y nota que está con llave.

Les dije que no me molestarán ¡Maldita sea! – dice Charles y se escucha, que tira una botella y se quiebra.

Ella se preocupó tanto que bajó corriendo las escaleras y busco al mayordomo para qué le entregará las llaves, se dirigió a la puerta, al abrirla se encontró con un hombre que estaba bastante ebrio, con muchas botellas de licor a su alrededor, parecía fantasma.

¡MIERDA!, ¿por qué nadie escuche en esta maldita casa? – dice Charles, muy furioso, mirando por la ventana hacia la calle, sentado en su sofá.

Nana miró a su alrededor, vio que la habitación estaba sucia y pensaba que en tan solo dos días todo cambio.

¿Cómo un hombre tan perfecto y estricto podría volverse de esa manera en tan solo unos días? ¿Qué hubiera pasado si yo hubiese decidido irse? Cuestionándose ella misma, se acerca y deciden tocar con mucha seguridad el hombro de él.

Coloca su mano encima de hombro, pero le quita la mano y se levanta furioso diciendo – DIJE LARGO DE AQUÍ.

Charles si queda inmóvil al ver que era ella, sus lágrimas automáticamente se vinieron a sus ojos.