19. DESEO AMOROSO

55 3 0
                                    

Nana sintió que su cuerpo se erizaba cuando aquel hombre la tocaba con sutileza, él colocó su muslo en medio de las piernas de ella haciendo que su rostro se tiñera de rojo.

Hiciste todo este espectáculo para provocarme, ¿cierto? - dice Charles susurrando muy cerca de sus labios.

No, yo... - responde ella, pero es interrumpida por él.

Acéptalo - refutó él rodeando la cintura de Nana con su brazo acercando sus cuerpos.

Ella se percató que al mirar sus ojos, ya no eran de Furia, sino de pasión y deseo como si quisiera devorarla, pero a la vez una mirada tierna y amorosa, haciendo que su deseo hacia él aumentará, la manera en que tocaba su cuerpo era tan excitante para ella haciéndola sentir que no podía controlarse.

¡Contesta! - sigue él insistiendo, mientras frota el labio inferior de ella con su dedo pulgar suavemente.

Ambos se dejaron llevar por sus deseos, a pesar de que habían pasado por un momento tan incómodo con sus amigos por aquel juego.

Él se acercó muy sutilmente, bajando la cabeza, como si estuviera probando una presa, apoyando sus labios contra los de ella, besándose ferozmente, sintiendo que su autocontrol se desvanecía cada vez más, mientras sus manos tocaban cada rincón del cuerpo de ella.

Quien juega con fuego, sale quemado - dice Charles, acalorado por lo que estaba sucediendo.

Nana sentía como su parte íntima se humedecía gracias a las caricias y besos dados por ese hombre tan lujuriosamente.

Frotando su pecho abultado con el de Charles y a la vez moviendo su cadera sobre el muslo de su hombre, haciendo que cada uno pierda la cabeza por completo.

Sigue haciéndolo así - dice él medio de su éxtasis.

No hice nada - responde ella agitada.

Charles saborea la piel de Nana como si fuera lo más preciado y delicado, hizo que se le escapará un leve gemido, provocando que él llevara sus manos a ese lugar entre los muslos de ella.

Se acariciaron y exploraron sus cuerpos por un rato hasta que él no pudo resistir más.

¡Maldita sea! - expresa él con voz de agonía, pero a la vez con ganas de llenar de amor aquella mujer.

Nana sintió como su pecho se oprimía por ese deseo de estar con esa persona, pero esta vez era diferente, era apasionado y amoroso, algo incontrolable, ella envolvió sus brazos alrededor de su nuca mientras hacía movimientos sobre el muslo de Charles rozando con su miembro que se notaba entre las piernas.

Charles la beso tan apasionadamente haciendo que ella en consecuencia respondiera aquellos besos y con una de sus manos empezará a tocar su miembro sobre su ropa interior, no pudo aguantar más y él retiró las pocas prendas que a Nana le quedaban contemplo, aquella figura de esa mujer tan hermosa.

Solo pudo reaccionar dándole besos por todos lados, e igualmente ella respondió acariciando su cuerpo y agarrándolo de su cabello que era largo hasta los hombros como si se estuvieran devorando ambos estando desnudos en aquel cuarto.

Hasta que llega el momento en que Charles empezó a introducir sus dedos en la parte íntima de ella haciendo que su cuerpo se estremeciera de placer, Nana con su mano acarició su miembro, haciendo que él sintiera la misma sensación gusto.

Charles ya no pudo controlarse más, entrando en ella muy suave y lentamente con su miembro, haciéndola estremecer al sentirlo cada vez más profundo, la frecuencia entre ellos aumentaba cada vez más haciendo que se quisieran devorar hasta desaparecer. Mientras que Charles más se movía dentro de ella, la hacía sentir que no podía controlar el deseo de que él no se detuviera; ella respondía a su movimiento haciendo otros ayudando a que estos fueran más profundos, lo que se estremeciera locamente.

Mentiroso Romance IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora