22. ¿POR QUÉ AMAS A ESA MUJER?

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Es el primer encuentro después de tanto tiempo entre Liz y Charles, todo salió como ella lo había planeado junto con Victoria, querían qué Nana se alejará del lado de él lo más pronto posible, si eso incluía tener que lastimarla muy severamente, su actuación fue tan buena que hasta la propia esposa de Charles se sintió menos porque se había metido en una relación e hizo que el compromiso entre se rompiera haciéndola sentir como la peor persona.


Charles salió corriendo detrás su esposa desesperada, queriendo hablar con ella para decirle que esa es la mujer que le había mencionado antes y su madre quería que se casaran, pero ellos la estaban pasando también que ambos se les había olvidado de aquel contrato. Pese a que él casi la alcanza, ella tomó un taxi y se fue muy rápido pidiéndole al conductor que acelerara, estaba llorando, pues su corazón sentía que estaba roto en mil pedazos creyendo ser una estúpida por aquel matrimonio.


¿De verdad olvidó que había firmado un contrato con aquel hombre, ahora estaba en su corazón? Pidiendo al Señor del taxi que la lleve aún lugar.

¡NANA! ¡NANA! Regresa – En medio de la calle, Charles grita al ver que se está alejando cada vez más.Cuando en ese momento llega Lisa, muy sorprendida de lo que está viendo y le dice – Charly ¿qué te pasa? ¿Desde cuándo eres así estás rogándole una mujer?


Charles empujada a Lisa hacia la acera, agarrándole el brazo con una mirada, queriendo asesinarla de la ira que sentía, justamente había aparecido en el momento equivocado.


¿Qué demonio estás haciendo?, fui muy claro contigo desde hace mucho tiempo – le dice Charles tan enojado que sus venas se brotaban.


Charles yo ... Eh, yo ... - Responde con voz temblorosa, sintiendo como si la muerte la tuviera rodeando y sus piernas temblaban.


Si vuelves a aparecer delante de mí y de mi esposa, te mataré de la manera más despiadada que conozcas – le dice Charles apretando mucho su brazo, haciendo que ella le supliqué que la suelta.


Sí, sí, sí, entiendo por favor, ya suéltame, ¡me lastimas! – suplicando ella intentando alejarse.


¿Por qué amas esa mujer, porque no me puedes amar a mí?, hace muchos años estoy tratando de estar contigo y tú ni siquiera te enamorase a mirarme, ¿qué tiene esa perra? – le dice Liz agarrando el rostro de Chávez llorando inconsolablemente.


Él estaba al borde de perder la cordura debido a la furia que tenía y la desesperación de que su esposa desapareciera repentinamente por su imprudencia, empuja a Liz haciendo que caiga de por un desnivel pequeño lastimándose el tobillo y su mano.


Esto lo causaste tú misma, aléjate de mí y de mi mujer – le dice irritado con una mirada aterradora, pues sabía que lo hizo con la intención de poner fin al matrimonio que apenas están empezando armar dentro de su mentira.


Dile a alguien que te lleve – le dice Charles y se va rápidamente.


Lisa se queda anonada por un momento porque es la primera vez que él la trata de esa manera tan cruel y además por una mujer que no es de su familia, lo que la hace sentir muy furiosa y la hace pensar - «esa mujer tengo que deshacerme de ella, la mataré».


¡Aló!, suegra su hijo, me acaba de lastimar todo culpa esa mujer – le dice ella llorando.


¿Cómo dices? ¿Qué él te lastimó? ¿Qué sucedió?, enviaré a alguien para que te recoja y que te lleve el hospital – le dice Victoria muy preocupada.


Charles marca su teléfono varias veces, pero Nana nunca contesto, estaba desesperado por saber dónde estaba.


Mientras tanto, Nana se dirigió a su vieja casa de infancia, decidió refugiarse en ella, sentía que su corazón estaba en una tristeza inmensa y decide llamar a su madre, aunque, sabía que tampoco iba a encontrar refugio en ella.


¡Aló! Mamá – dice Nana.


Hola mi niña ¿Cómo estás? – pregunta Lina.


Mamá... te necesito en estos momentos, aunque sea por una sola vez en mi vida – le dice ella llorando fuertemente con la voz quebrantada por aquel sentimiento que tenía.


Hija ¿dónde estás? ¿Quieres que vaya por ti?, no, no, no, no mejor llega a la casa, por favor recuerda traer dinero porque necesitamos comprar comida y pagar unas cosas – dice Lina preocupada, pero la vez que exigiéndole.


... Nana no responde aquel comentario.


¿Hija? – pregunta Lina.

Mamá, ni siquiera cuando estoy mal, puedes dejarme de pedir dinero por alguna vez en tu vida, comportarte como una madre ¡Adiós! – Responde Nana ahogada en sus lágrimas, sabía que era una mala decisión buscarla, pero lo intento.


Apagó su teléfono nuevamente y se estuvo en esa casa toda la noche. Ella creía que aquel hombre no la iba a buscar, ya que su matrimonio era de mentiras, ese sentimiento que había surgido entre los dos había sentido una falsedad.¿Cómo puede ser tan estúpida?, en unos días se terminará el contrato y serás libre, pero por qué te duele, en unos días se te acabará, así que resiste - dice ella en voz baja mientras que está acurrucada en la en el sillón mirando por la ventana aquella noche fría cuando empezó a llover.

Mentiroso Romance IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora