Mentiroso Romance I

10. Deseo Lujurioso

Esa noche Charles demostró apasionadamente las ganas de tenerla acariciando todo el cuerpo de aquella chica que lo estaba volviendo loco, su mente estaba cegado con ganas de poseerla.

Nana se estaba dejando llevar por sus besos ferozmente apasionados, ella empezó acariciarlo con sus manos lentamente por su pecho bajando a su abdomen sintiendo aquel chico esbelto que la hacía excitar cada vez más, siguió tocando su entrepierna haciendo que él sintiera que perdía la cordura por ella aún más cuando las manos de aquella chica lo hacían perder el control.

Sin embargo, ella se detiene cuando se estaban besando tan ardientemente alejándolo un poco diciendo que estaba mal lo que están haciendo porque eso no era parte del aquel contrato y eso era una cláusula del mismo, en medio de su embriaguez Charles reacciona retirando sus manos de ella.

Él no responde a lo que dice Nana alejándose mientras se quita la camisa y se acuesta en la cama, pero ella queda muy asombrada al ver que su reacción no fue como siempre altiva, aunque no se controló cuando estaban en medio del deseo.

Después de aquella noche, Nana se despertó a las 10 de la mañana, siendo la última en levantarse luego de esa noche tan férvida, cuando se percató que él ya no estaba a su lado, sentía mucha vergüenza.

¿Será que él recordar algo de noche? ¿Cómo pudiste perder Los estribos con ese hombre que te pasa? - exclama ella tocando la cabeza, apretando fuerte a su cabello.

Se prepara para irse a desayunar al llegar al comedor, se percata que todos ya están en la mesa para comer y ella fue la última en despertar, aun así, él ni siquiera sé inmuta a mirarla, ella que estaba muy apenada y a la vez nerviosa.

¡Buenos días, cuñada!, ¿Cómo estás? - pregunta Huan Yue.

Hola, ¿Cómo amaneces? - preguntan todos algo curiosos.

Ella, muy apenada, responde que muy bien y les pregunta cómo les fue;

Richard y Mei se miran expresando algo de picardía a lo que él respondió haciendo una risilla - bien descansamos bastante.

Sara miraba a Charles haciendo gestos con su rostro señalando a Nana a lo que él solo se sonrío.

Por favor siéntate, ya sé sabes cómo son ellos, no les prestes atención - le dice Sara riendo.

No presto atención a las cosas que decían los demás y tampoco quería seguir esa conversación debido a que ella sentía muy incómoda por lo que había sucedido con Charles, además furiosa consigo misma debido a que no podía soportarlo y se preguntaba porque había hecho eso.

Pasaron varios días, ellos se divertían, iban a la playa, salían de fiestas y muchas cosas, no obstante, para ser más discretos, Charles y Nana salían solos, aunque no se soportaran.

En una de esas salidas fueron de compras, pero en aquella tienda había un chico que la miraba y ella lo observaba coqueteando con él, le parece atractivo, riendo en voz baja, muy pícara, Charles se percata de lo que ella está haciendo.

¿Te parece bien estar coqueteando con otro delante de tu esposo?, recuerdas que eso es una cláusula de contrato, debes esperar a que nos divorciamos igualmente, yo debo de cumplir mi parte, así que compórtate - dice el serio y celoso.

Sí, es parte de la cláusula del contrato, pero no implica que yo no pueda mirar a alguien, recuerda que somos un matrimonio de papel - refuta ella.

Él la observa diciendo - debes esperar a que termine y no lo repetiré más, ¿Ya escogiste lo que quieres?, iré a pagar y nos vamos, quiero descansar.

Entrando al hotel ella se encuentra con Mei, esta le dice que vayan a la piscina; Suben a la habitación, ella toma lo que necesita para ir con su amiga y se va sin mirarlo, sin embargo, él queda en la cama con los ojos cerrados pensativo en que está mal lo que está haciendo, pero considera que es necesario.

Ahhh Esa niñita no la soporto, solo debo de esperar un tiempo más - dice él dando un suspiro.

Después de un buen rato, pensando en muchas cosas, toma la decisión de dirigirse a ella estrictamente cuando sea necesario para que no se genere malos entendidos, considera que eso es un fastidio y lo haría perder de tiempo, pero a la vez recuerda que Nana le hizo sentir aquella noche, había pasado mucho tiempo desde que una mujer lo hacía estremecer de esa manera con gran excitación, lujurioso deseo incontrolable e Insaciable, aun así, no la soportaba.

Mientras tanto, ellas estaban en la piscina tomando su tiempo a solas, cuando empiezan a preguntarse cada una sobre su situación con aquellos chicos.

Estuviste con él, ¿cierto? - pregunta Nana.

... - Mei no responde.

Respóndeme, no soy tu mejor amiga, tenemos la confianza para hacer ese tipo de preguntas, entonces dejemos las cosas claras de una vez - dice ella furiosa.

Hemos estado varias veces y me gusta mucho, la verdad, siempre lo has sabido, me ha traído muy bien, pero... - responde ella.

¿Pero qué? Dímelo - responde Nana.

Me gusta estar con él y es cariñoso conmigo, aunque me invitó a salir solamente debido a ti y a señor Charles, pero amiga por el momento solo te puedo decir eso, no puedo decirte nada más, por favor perdóname y no me insistas ya sabrás a su debido momento - responde ella un poco triste y algo preocupada.

¡Ah! Está bien, ya sé que te gusta a ti, pero ¿él sí gusta de ti?, siempre lo he sabido porque tú me lo dices y yo sé que es así sinvergüenza, no estoy segura de que guste de ti - responder Nana.

Sí, me siento a veces muy bien y me gusta estar con él, es una experiencia que no había vivido con alguien de esta manera, también siento que nos entendemos íntimamente. Ahora respóndeme ¿cómo te están las cosas con Charles? - Pregunta Mei tratando nuevamente de cambiar la conversación.

Mei estaba muy nerviosa tantas preguntas que le hacía Nana, sabía muy bien que le estaba ocultando algo.