Mʏ ʙᴇsᴛ ғʀɪᴇɴᴅ [𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬] {FINALIZADA}

6 - Como una muñeca

Ambas en el parque, después de ese momento en donde nuevamente fue rechazada por uno de sus amigos.

— Oye Naoko... ¿Porqué decidiste estar conmigo y no con los demás? —Preguntó para después dejar de escribir y mirarla— es que... eres alguien linda y amable, podrías tener más amigos y no perder el tiempo conmigo.

Esta tomo una hoja para comenzar a escribir, mientras tanto una mujer paso con su bebé justo en frente.
La mayor al estar con el celular no vio cuando el niño las miro a ambas y extendió su mano hacia esa azabache.
Dejando de escribir le sonrio al niño y tomo su manito como si le saludara, eso causó ternura a la castaña.

Luego la mayor siguió el camino dejándolas solas sin mirarlas.

— Siempre llamas la atención de los niños, yo creo que serías una gran hermana mayor si tuvieras hermanitos.

Ahí le extendió el cuaderno donde escribió anteriormente para que lea la respuesta.

{Eres la única que puede entenderme mejor que nadie, además sentía que necesitabas a alguien... yo también lo necesitaba. El destino nos unió y quiero ser tú consuelo ____. Eres mi mejor amiga, la primera de hecho... así que jamás dudes de ello.}

Apretó el cuaderno y sonrió lo más feliz, Naoko tenía un gran corazón... y no podía imaginar la suerte que tuvo.

— Eres la mejor, ¿nos sacamos otra foto? —Esbozo una sonrisa.

Al asentir se acercó para sacar su celular y poner la cámara, sonrieron abrazadas de los hombros y escucharon el "Click" otra foto para imprimir y ponerlo en ese pequeño álbum que hizo.

— Naoko —Llamo después de haber Guardado el celular— dijiste que te gustaba dibujar... ¿algún día me muestras un dibujo?

Eso sorprendió a la oji-cafe pero también la emociono. No sé nego a su pedido, prometiendo que le mostrara en algún día de estos. Ambas suelen estar ocupadas con tareas y demás, en especial la castaña que no cuenta con el apoyo de sus padres.

— ¡Genial! Y yo te dejaré leer mi primer libro cuando lo publique —Comento con entusiasmo— .... cuando logre terminarlo y hacer tiempo.

En eso la otra palmeo su espalda para darle ánimos y motivación, tenía la certeza de que lograría hacer un libro.