Mʏ ʙᴇsᴛ ғʀɪᴇɴᴅ [𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬] {FINALIZADA}

18 - Pero el presente

<Sonrie, vamos< se alentaba a si misma con la esperanza de que no vean su expresión de nostalgia y cansancio.

Justo cuando fue a comprar un café se encontró con esos dos gemelos. Ambos comiendo algún dulce y dirigiéndose a su escuela –que por suerte no es la misma que la de ella– ya habían pasado unas horas desde que salió.
Pensaba en tomar otro camino, pues con su estado dudaba aguantar un rechazo más como el de los demás.

— Oh, ¿____? —Hablo el sonriente haciendo que ella se detenga.— Ha pasado tiempo, ¿qué haces aquí?

Volteo con una sonrisa viendo a esos dos curioso y suspiro.

— Angry, Smaily. Solo salí temprano y de paso tomaba un café, iba directo a la escuela, veo que ustedes también. —Comento curiosa— ¿cómo han estado? Los extrañaba.

— Estamos bien... ¿te sientes bien? —Pregunto el peli-azul.

Claro, su mirada cansada y esa sonrisa que a penas lograba mantener: incluso con esa simple pregunta casi se derrumba en llanto.

— ¡Claro! Solo ando algo exhausta por los estudios, tengo prueba pronto. ¡Oh! ¿Les gustaría ir al parque de diversiones este sábado? Tendo unas entradas y ya que los veo no esta mal preguntar. —Sonrio más animada, hace unos días había ganado las entradas por una buena historia en el concurso de escritura.

Concurso en el que nadie fue a verla... a pesar de que algunos lo supieron, pero ese día había una reunión de ToMan. Por suerte estaba Naoko.

— Oh, entonces has ganado el concurso. Hablando de eso, lamentamos no haber ido a verte, teníamos reunión y Takemichi nos había avisado.

— No hay problema Angry, Naoko estuvo ahí para animarme y entiendo que tenían reunión.

Malditas pandillas.

— Y respecto a tu invitación, será para la próxima. —Dijo el sonriente— lo sentimos.

— Tranquilos, puedo ir con otros amigos, no se preocupen. Y saluden a los demás en la reunión. —Volteo dispuesta a irse.

— ¿Uh? Pero si no dijimos que teníamos reunión...

Cuando el peli-azul dijo eso, ella miró sobre su hombro con una sonrisa.

— Ustedes siempre tienen reuniones.

Y se fue. Dejando un extraño sentimiento en ambos, pues esa sonrisa con los ojos cerrados se veía tan... forzada.