Mʏ ʙᴇsᴛ ғʀɪᴇɴᴅ [𝐓𝐨𝐤𝐲𝐨 𝐑𝐞𝐯𝐞𝐧𝐠𝐞𝐫𝐬] {FINALIZADA}

19 - Era una jaula

No entendía como es que seguía haciendo eso... era tan ingenua que seguía intentando hablar con ellos. Pero las veces que casi de rindio fue Naoko quien le ayudó a seguir adelante, no quería que se rinda a algo que la castaña apreció con todo su gentil corazón.

— ¡No puedo! —golpeo la mesa con ambos puños.

Todos en la clase miraron atónitos el comportamiento de ella, era muy extraño ver a la extrovertida, gentil y tranquila de la clase comportándose así de la nada. Verla de pie con sus puños en la mesa, su respiración pesada y fijando la mirada abajo sin notar el alrededor.

— Señorita Hiroshi. —Llamo el docente al ver que interrumpió la clase.

Ese apellido...

— ¡No me llame así! —Exclamo recordando cada fragmento de esa escena— mi apellido es Michiko.

Sin dejar responder al profesor salió de la clase siendo seguida por esa azabache preocupada.

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Usara el apellido de la madre desde ahora, no quería que nombren el del padre. Se dejo llevar por la Ira y ni siquiera le respondió bien a la azabache cuando llegaron a la azotea.

A pesar de que le gritó y luego se quedó muda por haberla tratado así, ella solo acarició su cabeza para calmarla, como si y se viera venir ese tipo de comportamiento.

— Naoko, perdóname por gritarte. —Su voz se le quebró y la nombrada no hizo más que abrazarla.— discúlpame por no haberte dicho como me Sentia, comenzaba a creer que te molestaba... eres la única que tengo.

Esta se dejo llevar por el sentimiento de lastima hacia su amiga, soportaba mucho y a pesar de ello intentaba recuperar el tiempo perdido con esas personas que fueron importantes en su vida.

Si tan solo ellos se dieran cuenta de que esa sonrisa ahora es tan forzada.

Estando ahí evitará que haga alguna locura, dudaba que llegue a eso. Debía tener esperanzas y darle consuelo.

Acaricio su espalda dejando que llore unos minutos y luego volverían para ganarse el regaño del director por ese problema, nada iba bien y lo sabia... incluso esa misma castaña sabía que nada salía bien, perdía las esperanzas poco a poco; pero seguirá intentando recuperarlos, solo debe entenderlos.

Solo eso.