Capitulo 27

2.9K 188 27
                                    

Lauren

Ha pasado una semana desde que Camila desapareció y no he oído nada de ella. He estado revisando con Ghost, pero dice que no ha estado a la tienda. Diría que ella probablemente está todavía demasiado dolida.  Todavía no puedo creer que le propusiera matrimonio utilizando ositos de gominola. 

Eres una idiota total.  Tranquilo, cerebro.  Pero he aquí el problema; si ella quisiera casarse conmigo, ya hubiera aceptado.  Me recuesto en la silla, pongo los pies sobre mi escritorio, y cubro mis ojos con mí ante brazo.  Creo que estoy deprimida. Recuerdo haber tenido sensaciones similares a esta cuando mi padre murió. Nada puede hacerme feliz. Ni siquiera Ceecee, quien está muy confundida con mi repentino cambio de actitud. Al menos Max vuelve a hablarme. 

—Mila ha vuelto. 

Laa voz me hace dar una sacudida en mi silla y siento que caigo hacia atrás. Lo siguiente que sé que estoy en el suelo con Ghost inclinado sobre mí riéndose. Él dice:  

—Lo siento, hermana. 

No suenas como que lo sientes, imbécil.  Él continúa: 

—Mila acaba de volver. Así que te sugiero que muevas tu culo arrepentido y consigas hablar con ella —Él me ofrece su mano, la tomo y me ayuda a levantarme.

Luego me golpea el hombro en un gesto fraternal y se va.  Antes de que pueda cambiar de opinión, estoy de pie y saliendo por la puerta.   

***   
Camila

Esconderme en el almacén no era lo que había planeado cuando decidí que hoy era el día en el que volvería al trabajo. Pero aquí estoy; sentada en el suelo, con mi espalda contra el escritorio, mi cabeza apoyada hacia atrás, y mis manos cubriendo mis ojos.  Es demasiado pronto.  Oigo la puerta abrirse a continuación, cerrarse. Murmuro:  

—Yo no debería haber venido hoy, Nat. Creo que voy a intentarlo de nuevo mañana. 

Unas manos se cuelan bajo mis brazos y me levantan, así que estoy sentada sobre el escritorio. Abro los ojos y veo el hermoso, pero un poco magullado, rostro de Lauren. Su nariz también está torcida.  Esto parece trabajo de Nat.  Mi corazón se aprieta y mis ojos se empañan.  Dios, la echaba de menos.  Sus ojos verdes buscar en mi cara. Su mano se mueve a la parte trasera de mi cuello y aprieta. Suena dolida cuando dice: 

—No puedo soportarlo más. Ha pasado una semana, Camila. Una tortuosa y larga semana. ¡Haz algo! Gritarme o pegarme, por el jodido amor de Dios. Simplemente no me dejes fuera, nena. Sé que metí la pata y la jodí realmente mucho. Dime qué puedo hacer para arreglar esto.  

Se inclina poniendo su frente contra la mía y susurra con voz ronca: 

—Por favor, déjame arreglar esto. 

Tengo tantas ganas de besarla… pero me contengo. En lugar de ello sostengo sus mejillas con mis manos temblorosas y susurro: 

—No sé si esto se puede solucionar, Lauren. No se puede arreglar un corazón destrozado.

Me inclino hacia atrás y observo la devastación transformar su hermoso rostro. Toco la cicatriz de su ceja y continúo:  

—Mi corazón ya estaba roto antes de conocerte, Lauren. Esto no es todo lo que pasó. Y no, no voy a casarme contigo por algún sentimiento de obligación que tengas debido a lo que pasó. 

Parece destrozada y lo creo cuando me dice:  

—Tú serás mi chica para siempre. Si me dejas, siempre serás la que se me escapó. Nunca jamás voy a encontrar lo que tengo contigo con nadie más. Te amo. Por favor, dime que todavía sientes algo por mí —Me mira a los ojos y me suplica—. Por favor, cariño, por favor. Te lo ruego. Dime que no ha terminado. 

Siempre Tu (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora