Capitulo 28

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Lauren

La mañana ha ido muy bien hasta ahora.  Estoy esperando a Camila antes de entrar al trabajo y así puedo achucharla un poco.  Me dijo que me amaba ayer por la noche y tengo que decir que fue la primera noche en que tuve un buen sueño desde el malentendido sobre Omarr. 

Estoy sorprendida de que el cretino de su ex novio tuviera el descaro de presentarse en su casa. No estaba segura de por qué estaba allí al principio, pero tan pronto como mencioné dinero, palideció.  Estúpido de mierda.  Justo cuando me levanto y hago mi camino por el pasillo hacia la sala de seguridad, Nat irrumpe en la sala sosteniendo un zapato. Ella se ve conmocionada. Sus ojos están hinchados y de color rojo. Me ve y corre por el pasillo llorando.  Le doy un abrazo y digo: 

—Espera un segundo. ¿Qué ha pasado, nena? 

Ella escupe su respuesta. 

—Mila estaba realmente lle… llegando tarde al trabajo, así que fu… fui a re… revisar su coche. Su coche estaba a… allí y estaba abierto, Lau. Su zapato estaba en el suelo y su bol… bolso todavía estaba en el coche. Ha desaparecido, Lauren. 

Mi estómago cae.  No. Dios, no.  Pregunto: 

—¿Su teléfono?

Ella responde: 

—Está en su bolso. Parece que ella luchó, Lauren. Había un poco de sangre en el suelo y su zapato estaba en medio de la calle. No creo que fuera la sangre de Mila porque eran sólo unas gotas y si fuera de Mila hubiera habido más. La he visto sangrar más por un corte muy pequeño. Sangra como un grifo.  Hay dos opciones aquí.  El cretino de Jace la cogió para sacarle dinero u Omarr la tiene.  Realmente espero que sea Jace. No creo que le fuera a hacer daño, no se ve de ese tipo. Omarr, sin embargo, tendría una satisfacción enferma con torturar a Mila. 

Le digo a Nat: 

—Necesito el número de teléfono de Jace —Mira a través del teléfono de Camila y lo obtiene.

Espero que no haya cambiado su número. Llamo desde su celular.  Me sorprendo cuando Jace responde: 

—¿Camila? 

Ladro al teléfono: 

—Si Camila está contigo, será mejor que me lo digas pedazo de mierda. 

Inmediatamente chisporrotea. 

—Ella no está conmigo, lo juro. ¡Estoy de vuelta en Cali! —cuelgo. 

Reconozco el miedo cuando lo oigo. No sabe dónde está Camila.  Miro a Nat y sacudo la cabeza.  La única otra opción es Omarr. Si ese hijo de puta le hace daño a Camila de cualquier manera, voy a matarlo. Y el tío Jerm no va a hacer nada al respecto ahora que hay un precio por la cabeza de su sobrino.  Llevo a Nat a la sala de conferencias y llamo a los chicos. Max, Trick y Ghost aparecen en la puerta sonriendo y bromeando hasta que ven la apariencia de Nat. Todas sus caras caen. Saben que algo ha ocurrido.  Anuncio: 

—Omarr ha secuestrado a Camila esta mañana.

Ninguno de ellos dice nada, así que continúo: 

—Necesitamos un plan. Estoy bastante segura de saber a dónde va a llevarla, pero no la llevará hasta esta noche. Gracias a mi padre, tengo bastantes detalles sobre el lugar. ¿Quién se apunta?  

Todos los chicos asienten con la cabeza y se ponen a trabajar.   

***   
Cae la noche y estamos listos para seguir adelante.  Si conozco el estilo de Omarr lo suficientemente bien, diría que le gusta el drama. Lo más probable es vaya a montar un espectáculo.  Ghost contactó con el tío Jerm, le explicó la situación y le pidió que bajara la seguridad por la noche. Después de que Camila le salvara la vida, estuvo dispuesto incluso para ir un poco más lejos y ofrecer su ayuda en todo lo que pudiera.  Hacemos nuestro camino a la fábrica en coches separados. Las chicas no tienen permitido venir.  No estuvieron contentas con esto, pero no hay manera en que las ponga en peligro.  Ya es bastante malo que tenga que poner a mis chicos en esta situación. Al menos los chicos saben lo que les espera.  Estaciono justo en frente de la bodega. Los chicos dan un rodeo. Salgo del coche y hago mi camino a la puerta de la oficina. Una vez dentro, tomo una respiración profunda y abro la puerta que conecta con la fábrica.  Tan pronto como se abre la puerta, Omarr me está apuntando con su arma. Está de pie detrás de Camila, quien está atada a una silla. La miro a los ojos y veo el miedo en ellos, claro como el día.  No te preocupes, cariño.  Omarr sonríe, da un paso adelante y anuncia teatralmente: 

Siempre Tu (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora