Capitulo 25

2.6K 188 16
                                    

Camila

La primera cosa con la que despierto esta mañana es mi teléfono repiqueteando. No puedo creer a mis ojos cuando leo que es un mensaje de Omarr. Un mensaje donde dice que quiere encontrarse conmigo.  ¿El chico ha perdido la maldita cabeza?  ¡Mató a mi gato! 

Lauren y los chicos han estado hablando mucho sobre Omarr y los Sixes, lo que significa que he estado escuchando mucho últimamente.  Sé que el tío Jerm está preocupado por Omarr y ahora lo clasifica como un granuja, lo que sea que eso signifique, y que Lauren está preocupada por mí porque Omarr es un psicópata. Descubrí que Lauren ha gastado más de diez mil dólares en sólo la seguridad de Safira. No quiero ni saber cuánto ha gastado en la seguridad de mi apartamento. La otra noche Lauren también le mencionó a Max que el tío Jerm necesita evidencias para probar que Omarr está actuando a sus espaldas, y así podría castigarlo.  Creo que puedo ayudar con eso. Pero necesito un par manos adicional.  Llamo a Nat. Cuando aparece en la entrada, me siento con las piernas cruzadas en el centro de mi cama y uso mi mejor voz profesional. 

—Tome asiento, señorita Kovac. 

Sus ojos se estrechan pero conozco a Nat, está intrigada. Se sienta en el borde de mi cama y asiente con su cabeza para que continúe.  Le paso mi teléfono. Mientras lee el mensaje, le explico. 

—Así que, Lauren y el tío Jerm tienen un gran problema con Omarr. ¿Qué podemos hacer para ayudar? te preguntarás. Bueno, tengo un plan. Pero sólo puedo hacer esto si tú también estás dentro. No puedo hacerlo sola, nena.

Ella asiente y pregunta: 

—¿Cuál es el plan? 

Me encojo y le explico. Con los ojos muy abiertos dice: 

—Estás loca. Pero me encanta. Estoy dentro. 

Chillo y rebotó en mi cama. Nat se ríe y me devuelve el teléfono, inmediatamente le mando un mensaje a Omarr para encontrarnos esta noche en mi casa.  Dios, espero que esto funcione.    

***    

Lauren y yo nos encontramos hoy para comer como siempre.  Sigue mirándome con ojos sospechosos. Sabía que algo estaba tramando.  Yo estaba un poco demasiado inquieta y ansiosa, y no importa cuán fuerte intentara relajar mi cuerpo, estaba tan tiesa como un palo de escoba.  Mientras estábamos caminando de regreso hacia Safira, Lauren preguntó: 

—¿Todo bien, nena? 

No confiaba en mí para contestar así que sólo la abracé y sonreí.  Todo estará bien, Lauren  Escucha lo que te digo.    

***    

Nat y yo acabamos de llegar. Son las seis en punto y tengo media hora para prepararme para mi reunión con Omarr. Salto a la ducha pero hoy no canto “Trabajando de 9 a 5”. Esa es mi canción de día feliz, hoy puede no ser un día feliz. Tengo que tener mi cabeza en el juego. Una vez fuera de la ducha tomo la ropa que Nat colocó encima de mi cama.

¡Oh, Dios. Asco!  Es la ropa más reveladora que tengo. Es un mini vestido negro ajustado, que sólo he usado alguna vez, con medias y un par de tacones blancos. Nat entra en mi habitación con las manos llenas de maquillaje y productos para el cabello. Ella mueve mi cabello y lo arregla, después aplica mucho más maquillaje del que alguna vez me habría puesto por voluntad propia.  Me rocía con perfume justo cuando suena el timbre.  Ella endereza mis hombros y dice: 

—Relájate. Estoy justo en la otra habitación. Sabes lo que tienes que hacer. Hemos practicado esto cien veces. 

Asiento. Ésta fue mi idea. ¡Mi estúpida maldita idea!  ¡¿EN QUÉ DEMONIOS ESTABA PENSANDO?!  Ahora es muy tarde para echarse atrás, contesta la maldita puerta.  Cierro mis ojos y respiro profundo. Cuento. Uno, dos, tres, cuatro y abro la puerta.  Omarr se inclina contra el marco de la puerta luciendo tan malditamente maravilloso.  Lástima que esté más loco que una cabra.  Pongo mi mejor sonrisa seductora para combinar con mi voz seductora y digo lentamente: 

Siempre Tu (g!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora