De nuevo se encontraba en aquel oscuro bosque, estaba solo, el viento era feroz, y tenía frío. Se abrazó así mismo para tratar de guardar el poco calor que conservaba su cuerpo, miró para todos lado y solo divisaba, árboles inmensos, plantas y arbustos de todo tipo, estaba sentado en medio de un pequeño camino, quería ver que había más allá, pero solo había negra y densa oscuridad.
Se levantó del piso mientras abrazaba sus brazos a causa del frío, y a paso lento comenzó a avanzar, con un nudo en su garganta, con el miedo invadiendo su pecho, y el aire frío que hacía que sus pulmones y nariz dolieran y con un ligero temblor en su cuerpo. Tenía miedo, y eso podía notarse a simple vista. Era demasiado obvio darse cuenta de ese detalle, nunca le había gustado la soledad, y estar en ese bosque solo, era la razón.
A medida que avanzaba, dos figuras se hacían cada vez un poco más claras, y detuvo su paso temiendo lo peor.
Quizás eran quienes le querían hacer daño, sin pensarlo dos veces dio media vuelta para escapar, pero su intento de huida se vio afectado cuando cayó hacia atrás asustado.Esas dos personas estaban parados justa atrás suyo, al voltearse se espantó, un jadeo escapó de su boca mientras su labio inferior temblaba, quiso levantarse y salir corriendo pero no lo hizo.
Luego, su ceño se frunció al intentar distinguir los rostro de aquellas personas.
— ¿Ma-mamá?... ¿Papá? — preguntó con pequeñas lágrimas comenzado a inundar sus ojos.
— San — esa voz, esa dulce voz la reconocía, era su madre, definitivamente era la voz de su madre.
— Hijo — miró al hombre que estaba a un lado, y volvió a soltar otro jadeo, ese era su padre.
— Papás — llamó.
Ambos se agacharon para abrazar a su hijo con fuerza, el pelinegro correspondió dejando salir todo su dolor a través del llanto desesperado. Escuchó los sollozos de su madre, escuchó los sollozos de su padre, solo podía abrazarlos con la intención de nunca soltarlos. Pero eso no podía suceder, sus padres se alejaron y la mujer tomó sus hombros.
— Escucha San, tienes que ser fuerte, tienes que vivir, tienes que despertar.
— ¿Qu-qué?
— San, tienes que despertar, no puedes quedarte. Tienes que salir de aquí
— ¿Salir? ¿Do-dónde estoy?
— Tienes que ser fuerte mi vida, te estaremos esperando ¿de acuerdo? Ahora vete — habló la mujer.
— ¿Irme? — dijo para comenzar a negar. — Ya he escuchado eso antes, no quiero irme, quiero quedarme con ustedes — pidió.
El hombre alto se acercó para tomar el rostro de su hijo obligándolo a mirarlo a los ojos.
— Li San, tienes, debes irte de este lugar, si te quedas aquí, todas esas personas que estuvieron contigo durante tu vida quedarán destrozadas, debes salir de aquí, regresa con tu mate, regresa con tu familia, regresa San, te prometo que con tu madre te encontraremos, pero primero debes irte, nos reuniremos de nuevo hijo... Te lo prometo — dijo con determinación en su voz.
El menor miró a su madre y esta asintió, por lo que lentamente también lo hizo, su padre lo ayudó a ponerse de pie.
— Vete.
— Corre lejos de aquí, corre.
Le dio una última mirada a sus padres y limpió las lágrimas de su rostro, se dio la vuelta comenzado a correr. No veía nada, pero corría sin detenerse, fue cuando aquellos recuerdos llegaron a su mente, esos recuerdos donde su madre le ordenaba que corra y no se detenga, los recuerdos de cuando solo era un niño y se alejó, y aquel recuerdo cuando caía al agua, se volvió a repetir. Sentía como se hundía, miró hacia arriba, intentaba subir, pero no podía, no podía salir, miró hacia sus pies y vio un punto blanco, pero es punto se hacia cada vez grande a medida que bajaba, era luz. Decidido, dejó de forcejear y se dejó llevar, cerró sus ojos y se entregó a la completa tranquilidad.
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All It's About You ▪︎ ||Omegaverse|| [YiZhan]
FanficCuando él llegó a mi vida, ya lo amaba, tanto así que incluso antes de que llegara, yo ya le pertenecía, mi ser aguardaba por el momento exacto en el que apareciera, y mi corazón, gritaba porque fuera él quien se quedara a mi lado. ▪︎Historia 100% o...