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Algunas horas habían transcurrido desde que dejó Canadá para regresar a su territorio. Agradecía a la Diosa Luna por el simple hecho que su mejor amigo sea un multimillonario alfa, lo que le permitió que le prestara un jet privado para regresar.

El rey Blaist le habló a todos muy bien ti hermano, a algunos no les agradaste, pero tenías que escuchar como mencionaban que querían hablar personalmente contigo, hasta les di tu contacto, espera... ¿No te molesta que les haya dado tu contacto? — sonrió al notar el nerviosismo en la voz de amigo.

— Es lo mejor que has hecho, gracias hermano.

Oye de mi parte dale las gracias a tu omega, me gusta el nuevo Yibo. Bien, te dejo hermano, tengo cosas de adulto independiente responsable que hacer.

— Ve tranquilo.

Le dije a mis muchachos que te cuidaran hasta que llegues a tu territorio así que no te preocupes, hablamos luego — dijo para colgar la llamada.

Suspiró dejando su teléfono a un lado y tirando su cabeza hacia atrás, se sentía cansado, tanto física como mentalmente, sólo quería llegar a casa y abrazar a su omega, hundir su rostro en el cuello ajeno y respirar ese dulce y delicioso aroma que lo transportaba a un lugar de paz y tranquilidad, sólo quería sentir el calor del cuerpo ajeno. Quería escuchar su voz, sentir su tacto, sentir su presencia, cerró sus ojos dejando que la imagen de Zhan sonriendo y riendo se adueñara de su mente.




Despertó al sentir toques en su hombro, y abrió los ojos encontrándose con unos de los trabajadores de su amigo.

— Alfa Yibo, ya llegamos, y un auto lo espera afuera.

— Gracias Leo, ya es muy tarde, alguien los llevará a un hotel para que descansen y coman algo, y no se preocupen por pagar, van de mi parte.

— Muchas gracias señor, en nombre de todos, deseamos que llegue seguro a su hogar.

— Les deseo lo mismo, gracias — el hombre hizo una reverencia a la cual respondió igual.

Bajó del jet y al hacerlo, pudo ver a su beta y uno de sus guardianes parados junto a dos autos, no dudó un segundo y se acercó.

— Alfa — saludó el guardián.

— Fei, que lleguen seguros al hotel, quédate con ellos hasta que tengan que regresar. ¿Entendido?

— Sí, señor — respondió para alejarse.

— ¿Alguna novedad? — preguntó Yibo a su beta.

— Primero vamos en casa, en el camino te cuento — el castaño asintió y subió al auto.



En el camino Dalai iba relatando lo que había sucedido, lo cual no era de qué preocuparse, pues apenas estuvo fuera casi tres días.

— En pocas palabras todos en la casa cuidaron muy bien de Zhan, no han habido novedades ni movimiento fuera del territorio. Lo que sí pasó que es importante y la verdad no tengo idea de si es bueno o malo pero, tus padres fueron a la casa principal, y no se han movido de allí hasta que hables con ellos.

— Dalai, estoy muy cansado, solo quiero llegar a casa y dormir, no tengo cabeza ni paciencia como para lidiar con mis padres. ¿Por qué dejaste que se quedaran? — preguntó con cansancio.

— Yibo, conoces a tus padres, son muy tercos, y nosotros aún les guardamos algo de temor y, no sé si llamarlo respeto pero, aunque lo intenté, no accedieron.

All It's About You ▪︎ ||Omegaverse||   [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora