Se despertó sin el sonido de ninguna alarma. No entraba luz por la ventana, pero se intuía que en breves saldría el sol. Kazutora miró su teléfono para comprobar la hora. Aun tenía tiempo para descansar antes de empezar a prepararse para el trabajo.
Los brazos de Baji le rodeaban y podía notar su respiración en la nuca. Estaba dormido. Podía sentir como su pecho se movía en su espalda cada vez que cogía aire.
Intentó levantarse pero esos brazos lo sujetaron más fuerte.
―Baji... tengo que ir a trabajar.
― ¿No me vas a dar los buenos días?
―Buenos días ―le dijo mientras le daba un beso en la frente.
―Eso no será suficiente ―Baji lo agarró y lo colocó sobre él y comenzó a besarle. Pasó sus manos por toda la espalda y el culo del maestro. Se había levantado animado.
―No... No puedo Baji... tengo que ir a trabajar.
―Quédate. Sólo por esta vez.
―Ojalá pudiera, pero no puedo hacer eso, no tengo excusa.
―Di que estás enfermo...
―No, Baji... ―logró zafarse de sus brazos y salió de la cama para ir al baño. Miró hacia atrás antes de abandonar la habitación y vio cómo Baji lo miraba con cara de corderito ―Tengo que trabajar, no insistas.
Se volvió a tumbar en la cama dándole la espalda a Kazutora mientras éste se iba. Una vez en el baño se lavó la cara y se echó espuma de afeitar. Apartó la vista un segundo del espejo y cuando volvió a mirar tenía al sensei detrás. Kazutora dio un saltó del susto.
― ¡Tú quieres que me dé un infarto!
―Quería ver cómo te afeitabas ―Baji lo abrazó por la espalda mientras el maestro se pasaba la cuchilla por la mandíbula ―Estás muy sexy cuando de afeitas. Muy masculino.
― ¿Quieres afeitarte tú también?
―Ahora no. Otro día.
Baji continuó mirándolo a través del espejo. Cuando Kazutora terminó, el sensei le dio la vuelta para ponerse cara a cara y le besó mientras sujetaba su cara con ambas manos.
―Estás muy suave.
Al mirarle a los ojos, tan cerca, podía percibir su hermoso rostro. Sentía sus manos frías sobre sus mejillas. Podía verle los labios, más rojos por el beso, esbozando una sonrisa. Kazutora se sonrojó. Era demasiado perfecto.
― ¿Te pongo nervioso?
―No, es solo que... me gustas mucho.
Se besaron de nuevo, abrazándose el uno al otro. Baji lo apretó fuerte hacia él, luego bajó sus manos hacia su trasero, lo manoseó bien y con un rápido movimiento levantó a Kazutora y lo puso sobre el lavado.
Ahora se besaban más intensamente, sus entrepiernas se rozaban, sus cuerpos se estaban calentando, cuando Kazutora recordó lo que estaba haciendo antes de todo eso.
―Espera... Si seguimos así no llegaré al trabajo.
―Pues no llegues.
―Eso no va a poder ser ―apartó a Kazutora y volvió a la habitación para vestirse.
Baji se sentó en la cama, no llevaba camiseta, tan solo unos bóxer negros. Kazutora dejó la ropa que se iba a poner sobre la cama y empezó a vestirse. Se puso los calcetines y cuando se iba a poner los pantalones se dio cuenta de que no estaban.
―Baji...
― ¿Qué pasa?
―No me voy a quedar.
―Vale.
―Dame los pantalones.
―No sé de qué me hablas.
―Los tienes detrás, los estoy viendo.
― ¿Detrás de mí? No hay nada detrás de mí.
―Ah... en serio, trabajar es importante para mi economía.
―No te van a echar por un día.
―También me gusta mi trabajo.
― ¿Más que yo?
― ¡Dámelos! ―Kazutora se lanzó sobre Baji y tomó los pantalones.
―Eso es que no te gusto tanto.
―Me gustas mucho, y si, quiero quedarme aquí contigo, me quedaría en la cama contigo toda la vida, pero soy una persona responsable.
―Demasiado responsable.
―Si, así que más te vale que vayas conociendo esa faceta mía.
Baji repitió la misma maniobra con la camisa y las zapatillas y Kazutora tuvo que pagarle con besos y tocamientos para que lo dejara vestirse por completo.
Preparó café y se lo tomó mientras recogía los papeles del día. Baji lo observaba en silencio.
―Puedes quedarte si quieres.
―No, yo también tengo clases.
― ¿Por la mañana?
―Los lunes y jueves doy clases por las mañanas. Así que si quieres te acerco al colegio.
―Tengo que llevar el coche, hoy hay actividades por la tarde.
―Te puedo ir a buscar también.
―No hace falta.
―Quiero hacerlo.
―Nos veremos otro día. El miércoles aun tenemos clase
― ¿Me vas a hacer esperar hasta el miércoles para verte?
―Voy a tener trabajo estos días, así que, sí.
El sensei puso las manos en las caderas de Kazutora y lo acercó hacia él.
―No sé si podré esperar tanto...
―Yo tampoco sé si podré... pero ya sabes lo que dicen, lo bueno se hace esperar.
―Y tanto.
Se despidieron en el portal y cada uno se fue por su lado, Baji se colocó la máscara y las gafas en cuanto se dio la vuelta. Algo que estaba levantando muchas sospechas en Kazutora.
Las clases y actividades del maestro se terminan y decide llamar a Baji. En cuanto tomá el teléfono ve que tiene mensajes.
Tengo que tomar un vuelo esta tarde.
Volveré el martes, pero tengo clases hasta tarde.
Así que supongo que nos vemos el miércoles <3
Kazutora se llevó una gran decepción, no vería a Baji hasta su clase de la semana, justo ahora que acababan de empezar. Pero Kazutora comprendía que era un hombre ocupado y que tendría muchos asuntos que resolver a menudo.
El martes no tenía nada que hacer por la tarde, pasaría la tarde solo probablemente corrigiendo tareas e inventando problemas para sus alumnos.
ESTÁS LEYENDO
teacher's; bajitora
Fanfiction«Desde la primera vez que lo vió no pudo quitárselo de la cabeza». ★. Adaptación de ©Newcastlevania, todos los derechos a su autora. ★. Contiene escenas +18.